Me preocupa el excesivo poder que ha adquirido el portugués. Mucho nos hemos quejado de la falta de peso de los entrenadores con Florentino, pero una cosa es que por fin se respete la voluntad del entrenador y otra que mangonee a sus anchas, y más cuando es casi segura su marcha al Manchester United para dentro de tan solo un año.
Me da miedo que sea nuestro portavoz. En bastantes guerras innecesarias nos ha metido ya este año. Guerras que a la larga se ha demostrado que nos perjudican más que beneficiarnos.
Pretende llenar el club de jugadores de segunda fila únicamente porque están representados por Mendes.
Ningunea la cantera. Mucho debut estéril pero a la hora de la verdad nuestras mejores promesas se marchan en busca de oportunidades. Sarabia será el próximo. Con Parejo se acaba de demostrar que la táctica de ponerles opciones de recompra no funciona porque se descartan por caros.
Así perdemos identidad. Di María o Altintop nunca sabrán lo que es este club, nunca se dejarán la piel por sus colores, por su afición. Únicamente por mantener su estatus social y su vida de lujo.
El exitoso Barcelona actual se presenta como el inventor del verdadero espíritu deportivo cuando lo único que ha hecho ha sido COPIAR el modelo que tanto éxito y prestigio nos dio a los madridistas no hace mucho.
Hoy, Florentino primero y ahora Mourinho lo están dilapidando todo, acuciados por las urgencias de hacerle sombra al Barça en lugar de coger el camino correcto.
El desprecio por el talento de Canales, el desinterés de gente de la casa como Valero y la morterada de millones que vamos a pagar por un cabra loca como Neymar (con la probable salida de Benzema o Higuaín) es tan solo el penúltimo capítulo de esta trágica historia.
Otro verano buscando delanteros que no nos hacen falta y despreciando nuestro maltrecho centro del campo.
Vamos de cabeza a darnos un buen hostión, uno del que podemos tardar mucho tiempo en recuperarnos (más el que estamos perdiendo).
¿Y luego qué?