por Tritranquil Mar Oct 08, 2013 8:59 am
Empezando en octubre de 2001, casi un año antes del comienzo de la investigación del NIST, miembros de la FEMA — el equipo de verificación de las prestaciones de edificios (BPAT) de la sociedad americana de ingenieros civiles (ASCE), miembros de la Asociación de Ingenieros Estructurales de Nueva York (SEAoNY) y el profesor A. Astaneh-Asl de la Universidad de California, Berkeley (con apoyo de la National Science Foundation), comenzaron a trabajar para identificar y recoger acero estructural del WTC de varios lugares de reciclaje donde los escombros, incluido el acero, habían sido llevados durante el esfuerzo de limpieza.
Es decir, tanto el FBI, como vimos, como ahora la FEMA, tuvieron acceso a los restos de acero antes de su destino final, fuera cual fuere. Especialistas independientes asesoraron a la FEMA acerca de las piezas que resultaban pertinentes para la investigación.
El lugar principal al que se llevaron los restos de la Zona Cero fue el vertedero Fresh Kills, más tarde conocido como Vertedero de Staten Island. Allí trabajó el FBI y también la FEMA. El contratista Phillips and Jordan, Inc. (P&J), fue llamado por el Cuerpo de Ingenieros del Ejercito para gestionar el recinto y ayudar en las tareas de desescombro y reciclaje. En el vertedero de Staten Island, P&J efectuaron además labores forenses. Todo el metal que llegó a sus manos fue sometido a investigación, además de restos humanos y otros tipos de escombros como cristal, hormigón, etc. Ellos reciclaron el metal que posteriormente se vendería. En total procesaron 200.000 toneladas de acero. Separaron todo lo que pudiera constituir evidencia o prueba susceptible de investigación criminal antes de ese reciclaje. Los últimos restos fueron procesados en Staten Island el dia 26 de julio de 2002, 321 días después de comenzar.
Gracias a su trabajo, se identificaron 55.000 piezas de evidencia, se recuperaron 4.217 partes de cuerpos humanos que permitieron la identificación de 209 víctimas (fuente).
Ni ellos, ni los agentes del FBI, ni la FEMA y sus asesores en el vertedero de Staten Island ni las personas que trabajaron directamente en la Zona Cero, incluidos herreros, equipos de búsqueda y rescate, científicos forenses, agentes especiales del FBI, equipos de evaluación de pruebas del FBI, ingenieros, trabajadores de la construcción, personal militar, agentes de la CIA, el personal de FEMA, investigadores de accidentes de aviación, funcionarios de policía, bomberos, paramédicos, personal de demolición, etc., hasta un total de más de 40.000 personas, ha informado sobre ninguno de los abundantes restos que una demolición controlada deja a su paso. No se trata solo de huellas más o menos sutiles de explosiones en vigas. Quedan detonadores, miles de metros de cable, elementos de sujeción de los explosivos, etc. Tras una demolición controlada, los restos que la evidencian forman verdaderas pilas.
Brent Blanchard es el Director de Operaciones de Campo de Protec Documentation Services Inc., una empresa especializada en demoliciones con explosivos que ha prestado sus servicios de asesoramiento, análisis de estructuras o estudios ingenieros en 33 países del mundo. Es, además, el editor jefe de implosionworld.com, el portal en Internet de la industria americana de la demolición con explosivos.