Esta vez me propuse ir mas allá con mi siguiente víctima, me gustan los retos, y en la escena de mi nueva obra de arte dejé una carta para los perros, para aumentar aún más su rabia y recordarles lo inútil que hasta el momento han sido sus investigaciones.
La víctima en este caso era un joven que llegaba de fiesta la madrugada del sábado. Llegaba feliz, los motivos de su felicidad podían ser varios, una noche de risas con los amigos o un polvo con la camarera de la discoteca, da igual, el motivo de su inminente infelicidad, sólo uno. Cuando se percató de que no estaba sólo en aquel oscuro callejón ya era demasiado tarde, el pinchazo en el cuello apenas lo notó, pero la sensación de mareo y de flojedad que llegó justamente después si que la notó, y no sería lo único que notaría esa noche, su última noche.
El trofeo que me llevé esa noche fueron todos los dedos de su mano derecha, uno a uno se los fuí cortando y los fuí guardando en mi bolsillo. Esta vez el final que le esperaba al pobre desgraciado fué mucho más dulce que el de las anteriores víctimas, de un corte le perforé la femoral. Se fué apagando poco a poco, no tardó mucho en morir.
Terminada mi nueva obra, deposité la carta junto al cadáver. Si ahora no eran capaces de encontrarme quedarían en evidencia una vez más, por eso escribí la carta, les quería echar un nuevo pulso tras ganarles los anteriores, un pulso que de perdelo, les dejaría hundidos y les costaría una víctima más. En la carta, escrita sobre una pequeña hoja de un bloc de notas, puse lo siguiente:
"Ustedes creen que estoy loco, que son mejores que yo, y creanme,
en ocasiones hasta yo mismo lo he llegado a pensar.
Luego miro a mi alrededor y pienso que el mundo entero
está tan loco como yo, y que ustedes no son diferentes a mí,
todos somos iguales. Sólo quieren capturarme por puro egoísmo,
no para proteger al pueblo, sino para tener una medalla que colgarse.
Realmente me necesitan, sin mí ustedes serían unos desconocidos,
una persona más que pasa sin pena ni gloria por este mundo podrido.
Ahora son conocidos, son los héroes que persiguen al asesino,
los valientes que detendrán al demente, y eso es lo que os gusta.
No obstante, y teniendo en cuenta la incompetencia de la que
han hecho gala hasta el momento, les pongo en bandeja mi identidad.
Sólo tienen que contar los miembros que he ido cortando a mis
víctimas, con eso debería ser suficiente para encontrarme. Espero que
sean conscientes de lo que se juegan, si pierden habrá otra muerte,
si me atrapan todo habrá acabado, ustedes tendrán su medalla y yo
veré por fín acabada mi obra. Que me atrapen o que no ya me resulta
indiferente a estas alturas, mi obra ya está hecha, todos saben lo que
he hecho y es cuestión de tiempo que alguien más lo intente imitar.
La semilla ya esta plantada, a partir de ahora yo soy todos y ninguno.
Hasta pronto."
Ahora sólo queda esperar, ¿será
- Spoiler:
- Arshavin