toro85 escribió:Lo he vuelto a hacer, no puedo controlarme,me gusta sentir como se para el corazón de mis víctimas y como se apagan sus ojos llenos de vida,de esperanzas.
Mi última víctima, un pobre desgraciado con cara de intelectual que pasó por el sitio equivocado en el momento equivocado.
Era una noche lluviosa, triste, oscura, la noche perfecta para hacer lo que hice sin que nadie me viese. Mi víctima acababa de salir de la parada de Metro, y debía ser el último tren por la hora que era. El modus operandi, el mismo de siempre, le ataco por la espalda y le inyecto el tranquilizante, el suficiente para dejarle medio dormido y hacerle inofensivo, el suficiente para que se enterase de todo, llevándole a un sitio mas apartado...
Una vez allí doy rienda suelta a mi imaginación, como siempre. Esta vez no quería tardar mucho, pues en cualquier momento podía verme alguien, y por lo tanto el trofeo que me llevé en este caso fue su lengua. Se la arranqué de cuajo, y me excite viendo como se ahogaba con su propia sangre. Para acabar con su agonía le rajé la garganta.
Una noche más,un trofeo más, esa lengua se unirá a mi valiosa colección. Lo cual me lleva a plantearme la siguiente pregunta: ¿Qué trofeo me llevaré la próxima vez? ¿Quién será la siguiente víctima?
En este caso la víctima fue un pobre desgraciado llamado
- Spoiler:
Fingol
o al menos eso ponía en la etiqueta del libro que llevaba en sus manos...
Siempre igual, "ve a por leche que mañana la peque no tiene". Joder, todo el día currando para no poderme sentar en el puto sofá un minuto. ¿No podría haber ido ella por la tarde? Dan ganas de quedarse en el trabajo hasta medianoche. Y para más inri está lloviendo a mares, joder me voy a empapar hasta el tuétano.
Buf, menos mal que el chino está cerca y no tengo que andar mucho, es más, si fuese una señorita de aires recatados estaría un pelín acojonado, las farolas apenas proyectan una tenue luz en las aceras, creando más sombras que claros en los muchos rincones de las callejuelas que estoy cruzando, un escenario ideal para que un violador actúe a sus anchas; además ¿quién coño estaría dispuesto a salir a la calle con este tiempo de perros? La respuesta es fácil, un gilipollas como yo...
Dios, que dolor, ¿qué coño? he sentido un punzón de dolor lacerante en la espalda, joder, se me nubla la vista, ¿qué me está pasando?, apenas siento las piernas...
Me sabe la boca a alcohol del malo, joder, me duele la cabeza como si me hubiesen golpeado con un martillo. Las manos, ¿pero qué coño?, las tengo atadas, y los pies. Joder ¿qué cojones ocurre? No puedo moverme, ¿qué ocurre? Estos zapatos de ejecutivo, ¿quién está a mi lado?, apenas puedo balbucear frases inconexas, joder estoy cagado de miedo, ¿qué coño está ocurriendo? Oh cielos, qué eso, ¿unas tenazas? Hijo de puta, ¿qué haces cabrón? Joder esto no puede estar sucediéndome, HIJO DE PUTA, AAAAAAAAARGH, me ha arrancado la lengua, JODER QUÉ DOLOR, ¿qué coño está ocurriendo?, me ahogo, joder, no puedo respirar, HIJO DE PUTA, HIJO DE PUTA...