El 15 de enero de 1978, a las 13,15 horas, un incendio de grandes dimensiones destruye la sala de fiestas Scala de Barcelona, provocando la muerte de cuatro trabajadores. En 48 horas son localizados los presuntos autores del atentado por parte de la policía, identificados de entre los 10.000 manifestantes que acababan de participar en la manifestación convocada por CNT contra los Pactos de la Moncloa. Estos pactos –firmados por PSOE y el PCE en octubre de 1977, con el beneplácito de UGT y CC.OO.- iban a marcar un antes y un después en la capacidad de la clase trabajadora para hacer frente a la flexibilización y precarización capitalista del mercado de trabajo que necesitaba la reforma económica neoliberal.
Xavier Cañadas, militante de la CNT en aquellos momentos, fue una de las cinco personas encausadas y condenadas por el llamado ‘Caso Scala’, lo que le supuso pasarse ocho años en prisión. En su relato explica cuál fue la participación y responsabilidad real en los hechos de las personas condenadas; cómo transcurrió el juicio plagado de irregularidades; y como se fraguó la destrucción del Scala y el montaje policial, vertebrado en torno a la figura del confidente policial Joaquín Hernández –alias ‘el grillo’ o ‘el viejo anarquista’-, un delincuente común convertido por obra y gracia de los servicios de inteligencia en un veterano y represaliado militante anarquista.
Con este atentado y la represión posterior contra el conjunto del movimiento libertario, el gobierno neofranquista de UCD y el entonces ministro del interior Martín Villa perseguían erosionar la imagen pública de la CNT –y de todo el movimiento libertario-, que por aquel entonces, con sus 100.000 afiliados sólo en Catalunya, constituía una seria amenaza para los pactos, consensos y tejemanejes de los que la izquierda institucional y la cúpula política y empresarial franquista fueron protagonistas durante la llamada Transición.
El Caso Scala marcó el fin del crecimiento espectacular de la CNT y del movimiento libertario, y el inicio de su decadencia acelerada.
El Caso Scala por Xavier Cañadas Gascón : http://www.viruseditorial.net/pdf/Caso%20Scala.pdf
comentario leído en la red :
Gambín, un murciano infiltrado de la policia en los grupos libertarios, al cual se le hizo una tumba y todo para hacer creer que habia muerto, parece ser que fué el inductor de los jovenes. Tambien murió de un disparo el kiosquero de prensa de enfrente de la fachada del edificio, unico testigo. Curiosamente la fachada donde parece ser se lanzaron los artefactos incendiarios, fué lo unico que quedó en pie, pese a que los bomberos llegaron rapidos al local, que estaba construido con materiales ignifugos. La aseguradora pagó el direro a los hermanos Ribó antes de que los bomberos hicieran los informes correspondientes. Varios obreros murieron 4 o 5, algunos de CNT.
Se desató por parte de la policia al mando de Rodolfo Martín Villa, una represión inusutada contra la CNT y el Movimiento Libertario, con persecución y detenciones que suponia torturas al amparo de la Ley de Peligrosidad Social, con la cual te podian tener diez dias detenido sin saber donde. Era dar carta blanca contra los libertarios a los fascistas guerrilleros de Cristo Rey, que actuaban en total connivencia con la policia.
Varios libertarios fueron asesinados a manos de los fascista. Agustin Rueda, a palos por los carceleros fascistas en la carcel de Carabanchel, tras el juicio por este asesinato 10 años despues resultarian culpables, el Director y sub director director de la carcel, así como el medico y el cura, junto al grupo de carceleros que le apalearon hasta la muerte. Tambien moriria Jorge Caballero a la salida del cine Azul en Madrid por un grupo de falangista, mas adelante, asesinarian en el Bar San Bao a otro joven libertario. Y son incontables las palizas que ni siquera terminaban en detenciones, si no tirandolos en descampados, como las detenciones con torturas, seguimientos y persecuciones.
¿Una transición ejemplar?