por Anima Blaugrana Miér Mayo 08, 2013 9:14 pm
Lo cuelgo aqui porque mas o menos habla del futuro del Barça, pero tambien lo podria colgar en el de Tito o Messi.
Un nuevo hábitat para Messi
1.- La recomposición del Barça para la próxima temporada pasa por construir un nuevo hábitat para Leo Messi. Un hábitat que le permita exprimir esos 80-90 goles por año que contienen sus piernas y que, al mismo tiempo, active a sus compañeros al nivel potencial que poseen y no al que han mostrado sobre el césped.
2.- El hábitat que construyó Guardiola fue el de la cordada alpina. Se trataba de ascender en grupo a lo largo del campo de fútbol hasta aplastar al rival contra su área. Había que hacerlo con dos reglas: a baja velocidad y todos juntos. El balón debía correr rápido pero los jugadores no, porque era necesario subir agrupados. De ahí que en el reciente vídeo de Buenos Aires que se ha hecho tan popular, Pep hable de los 15 pases previos obligatorios. Sin ellos no había ascensión conjunta.
3.- Nadie podía dejar atrás al compañero: era una cordada. A través del pase subían todos juntos hasta la posición preestablecida, que era el balcón del área rival. Alcanzada esa base, la exigencia era bien distinta: volcar el juego hacia una banda con el objetivo de rematarlo por la opuesta. O atraer hacia fuera para penetrar por dentro. Y sin límite de velocidad. En ese punto, se desataban las cuerdas que unían al grupo y el equipo que había ascendido agrupado y en sentido horizontal se transformaba en disgregado y vertical. Y muy veloz.
4.- Resumamos: para obtener su objetivo, que era ganar, Guardiola empleaba distintas velocidades, distinto sentido del juego y pasaba del modo cordada al modo individuo. En semejante hábitat, Messi era uno más durante el ascenso, pero se convertía en puñal decisivo durante el ataque a la cima. Decíamos que el equipo jugaba para Xavi a fin de que éste hiciera jugar a Messi.
5.- Algunos rivales vencieron a ese Barça, pero quizás el único que comprendió cómo desactivarlo fue el Madrid 2012, al percibir que si lograba cortocircuitar los 15 pases previos conseguiría cortar la cuerda que unía a la cordada blaugrana. Resulta curioso, en este sentido, percibir las burlas que se extendieron sobre la posesión en el juego del Barça. La posesión nunca fue para Guardiola más que un instrumento: la escalera que utilizaba para subir a la cima. Cuantos se burlaban de ese factor demostraban, sencillamente, no haber comprendido nada. Mourinho sí lo comprendió.
6.- El siguiente Barça buscó soluciones, que es lo que persiguen los buenos entrenadores, y Tito Vilanova lo es. Sacrificó las dos reglas (baja velocidad y todos juntos) de la cordada anterior con el fin de generar espacios más amplios y padecer menos atascos en el ataque. Este nuevo hábitat generó cinco consecuencias: Messi marcó (aún) más goles; el Barça llegó menos veces al remate, pero de manera más peligrosa; al estar disgregado, el equipo redujo ostensiblemente el número de balones recuperados; la transición defensiva se hizo frágil; y se incrementó exponencialmente el número de goles encajados (de 0,75 de promedio a 1,2 por partido). El Barça pasó a jugar directamente para Messi, sin parada previa en Xavi.
7.- En Liga, las consecuencias positivas compensaron sobradamente las negativas y, de hecho, el primer tramo del equipo de Tito resultó histórico por excepcional. En Champions, con varias piezas fundamentales de baja o muy mermadas, los factores negativos superaron con amplitud a los positivos. Y ahora, cualquier entrenador de categoría, y Tito tiene mimbres para serlo, se exigirá construir un nuevo hábitat para el equipo.
y 8.- Necesitará cumplir la doble condición que planteaba al principio: potenciar aún más a Messi (sería una estupidez no hacerlo) e impedir que sus compañeros se conviertan en sombras pálidas. Aunque los periódicos solo hablan de fichajes y guillotinas, posiblemente alentados desde muy arriba, el reto auténtico del Barça y de Tito Vilanova es hacer una nueva tortilla sin romper los huevos. Crear un ecosistema para que Messi sea aún más Messi, pero sus compañeros de ataque no parezcan zombies e Iniesta se atreva a ser el verdadero Iniesta.
Marti Perarnau.
Eso es lo que se ha dado a entender estos dias. 
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