por Sylar Lun Ene 23, 2012 8:16 pm
Tiene toda la pinta de que la información de Marca sobre el mal rollo en el vestuario es cierta. Mou empieza a ver que no tiene todo el apoyo que le gustaría dentro del equipo y no se siente con el poder suficiente como para cargarse a Casillas, Ramos o Alonso. Por primera vez es consciente de que el marimangoneo no es infinito y tiene límites.
Además, el Bernabéu le ha pitado y eso ha dañado su ego.
Él piensa que poniéndose en el papel de malo, de víctima-salvador, la afición va a estar a muerte con él y se empieza a dar cuenta de que no.
De Italia ya se fue argumentando que no podía aguantar a la Prensa, pues imaginaos aquí, añadiéndole un vestuario enfrentado y una afición que empieza a perder la paciencia.
Yo ahora SÍ entiendo los pitos a Mourinho. El otro día empezó a dar muestras preocupantes de que no tiene argumentos futbolísticos para dar la cara cuando se enfrenta al Barcelona, cuando podría hacerlo porque calidad en la plantilla hay y la demuestran cada domingo, como ayer (a pesar de las críticas de algunos entendidos). No digo ganarlos, no digo ser superiores, digo dar la cara contra ellos. Este equipo puede.
Para ganarlos y ser superiores haría falta elevar la calidad de la plantilla en el centro del campo, ALGO DE LO QUE TAMBIÉN TIENE LA CULPA, porque este verano ha podido fichar bien y no le ha dado la gana.
Pero lo que es más GRAVE es que, ante las lamentables actuaciones de Pepe, con pisotón y mentira televisada incluidos, Mourinho ha convertido al Real Madrid en cómplice de la vileza al no censurarlo, al no llamar al orden al jugador, al referirse al Barcelona y Busquets sin venir a cuento.
Sobreprotege a un carnicero asqueroso como Pepe, que mancha este escudo, mientras critica por la espalda a Casillas quien, aunque les pese a muchos, es un ejemplo.
No soporto a los anti-Mourinho sistemáticos, a los que son incapaces de reconocerle ningún mérito ni a él ni a su equipo. Y tampoco soporto a los becerros que no ven más allá de sus narices y siguen al portugués haga lo que haga. No soy anti-Mourinho ni soy un pipero. Soy un madridista que tiene su propio criterio. En ocasiones podré estar de acuerdo con la mayoría, otras no. Pero procuro no dejarme arrastrar por falsos ídolos ni por sanedrines interesados.
En estos momentos frases como "y quizás un día los tristes sean ellos" demuestran que Mourinho piensa en Mourinho y no tiene respeto por nada ni por nadie, empezando por este club.