El portugués ha modificado las reglas en el Inter: decide quién habla con la prensa, se ha hecho construir un despacho en la ciudad deportiva y ha cambiado todos los campos
Todavía suenan las palabras que pronunció el día de su presentación: "No soy un pirla [palabra típica de la jerga milanesa que significa tontaina]", dijo como si hubiese nacido en Italia. Sabe cómo ganarse al público y cómo provocar a los rivales. Se siente cómodo delante de las cámaras pero vive alejado de los focos, en una pequeña mansión en el Lago di Como. Su relación con Italia es conflictiva. Él mismo ha dicho que el calcio no le quiere y él no quiere al calcio. Tiene dos años más de contrato y una cláusula de rescisión bilateral: si se quiere marchar tiene que indemnizar al Inter con nueve millones, si el Inter le echa, tiene que pagarle lo mismo. En los 22 meses que lleva en el fútbol italiano, Mourinho ha roto todos los esquemas. La prensa transalpina le considera un showman, los jugadores agradecen su afán por controlarlo todo y el presidente Moratti le adora. Ha revolucionado al club, empezando por la ciudad deportiva.
- Un despacho nuevo en la Pinetina. La ciudad deportiva del Inter está rodeada de pinos. De ahí el nombre, La Pinetina. Mourinho vive encerrado ahí dentro. Es el primero que llega, a las 8.30 de la mañana, y el último que se marcha, a última hora de la tarde. Ha hecho construir un despacho -Roberto Mancini, su predecesor, no lo tenía- donde programa los entrenamientos y estudia a los rivales.
- Dos campos más y fondo térmico. Nada más llegar, el portugués cambió toda la disposición de los campos de entrenamientos para conseguir más espacio y ganar dos campos más. Ahora hay 7: 4 reglamentarios, 2 pequeños y uno cubierto. Ordenó también rehacer los fondos y todos llevan uno térmico para combatir las bajas temperaturas en invierno.
- Entrenamientos blindados y con pelota. Incluso en las largas concentraciones de pretemporada, donde los equipos italianos suelen trabajar únicamente la parte física, Mourinho utiliza la pelota en todos los ejercicios. Solo permite un entrenamiento abierto a la semana, ha hecho levantar más muros en la ciudad deportiva y los ha protegido con lonas negras. Varios empleados del club, armados de comunicadores, vigilan que nadie espíe.
- El trabajo táctico. Dicen en el Inter que el portugués no se ha inventado nada tácticamente, pero que es un fanático a la hora de estudiar los rivales. "La fuerza del Inter es el trabajo táctico de Mourinho. Sabe adaptar al equipo a cada situación y a cada rival", dice Marco Branca, director del área técnica. Esta temporada ha utilizado un 4-2-3-1 y un 4-1-4-1.
- La libreta. Habla cinco idiomas: portugués, inglés, español, algo de francés e italiano. En el banquillo nunca se separa de su libreta. Toma notas en italiano. La semana pasada se dejó un par de hojas en las que se podían leer los nombres de sus jugadores con el dorsal del rival que tenían que marcar en las jugadas a balón parado y algunas frases sueltas: 'pressa a uomo sotto' [presiona al hombre por debajo], 'distanza barriera' y 'profondità' .
- La cantera, igual que el primer equipo. Todas las categorías inferiores del Inter, menos el filial, se entrenan en Interello (otra ciudad deportiva). Mourinho pidió a Pea, técnico del segundo equipo, que trabaje con el mismo esquema táctico que los mayores. Siempre hay varios canteranos entrenándose con el primer equipo. Santon fue un descubrimiento de Mourinho.
- La gestión del grupo. "Ha llegado a la cabeza de los jugadores y ahora cada uno tiene claro lo que tiene que hacer", explica Mazzola. Al llegar, se apoyó en la vieja guardia del vestuario. Se trajo un preparador físico, un preparador de porteros y un segundo ayudante, pero pidió como segundo técnico a uno de la casa.
- Relación con la prensa. "No he olvidado que soy un gran entrenador, pero llamadme José Mourinho, no special one", pidió el primer día. Acto seguido empezó con las provocaciones a los medios: "Que yo esté en el Inter es también un desafío para vosotros", soltó. Es Mourinho quien decide qué jugadores salen en rueda de prensa. Ellos se lo agradecen. Les gusta que les quite presión.
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