un antídoto al marxismo ortodoxo (estalinizado) : http://www.notbored.org/marxisms.pdf
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MARXISMOS : IDEOLOGIAS Y REVOLUCION
santi_9champions- Titular
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MARXISMOS : IDEOLOGIAS Y REVOLUCION
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Re: MARXISMOS : IDEOLOGIAS Y REVOLUCION
Thalandor- Pichichi
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Re: MARXISMOS : IDEOLOGIAS Y REVOLUCION
santi_9champions- Titular
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Re: MARXISMOS : IDEOLOGIAS Y REVOLUCION
jojojo, thalandor, qué gracioso.
bueno, os presento un extracto del folleto que explica de forma clara y concisa los diversos marxismos, desde los orígenes hasta 1970, y de qué forma el pensamiento liberador y revolucionario de Marx se convierte al ser recuperado por los partidos reformistas y más tarde el leninismo en ideología opresora, en ideología fría, como diría kostas papaioannou.
extracto :
La obra maestra de Marx, El Capital, no es tanto un tratado de economía que una crítica de la economía política, como lo indica el propio subtítulo de la obra. A pesar de ciertas referencias al rigor científico, Marx no trató de hacer una obra de economista, ni a enriquecer la ciencia económica.
La teoría expuesta en El Capital tiende ante todo a desmontar los fundamentos de la economía política, ciencia "burguesa" por antonomasia. La crítica de la mercancía, de la forma mercantil de la producción, es el corazón del libro, y el "fetichismo" es el concepto que resume dicha crítica.
La revolución proletaria se convierte en necesidad inherente al mismo ser del proletariado. Este es "revolucionario o no es nada". Su internacionalismo no deriva de una opción "ideológica", sino de la necesidad ; es la burguesía y su sistema mercantil que han unificado el mundo, y la lucha contra ellos solo puede ser llevada a cabo mundialmente. Última revolución de clase, la revolución socialista tiene como propósito la abolición definitiva de las clases y la instauración de una sociedad en la cual nada podrá existir "independientemente de los individuos". La abolición del Estado es una condición sine qua non. La emancipación de los trabajadores y la liberación de la clase solo se pueden realizar colectivamente, prescindiendo de todo tipo de representación (principio burgués). La "dictadura revolucionaria del proletariado" suprime al mismo tiempo la propiedad privada, el principio jerárquico, las clases y el Estado, la mercancía y la condición de asalariado.
Ese era el núcleo fundamental de la teoría de Marx cuando apareció. Desde hace más de un siglo, pocas veces ha sido admitido en su totalidad por todos sus discípulos. En vida, ante las deformaciones de su pensamiento, Marx protestaba escribiendo : "Yo no soy marxista". Por un lado, el marxismo se convertirá no solo en una ideología (en el sentido de Marx), sino en una justificación de la política de los partidos obreros reformistas y estalinistas. Por otro lado, continuó inspirando, fuera de los aparatos políticos y de las luchas obreras, una reflexión "crítica y revolucionaria" fiel a sus orígenes y a sus objetivos.
El proceso de ideologización del pensamiento de Marx empezó con su más fiel compañero, Engels, al final de su vida. El acuerdo establecido entre éste y los dirigentes del partido obrero más potente de su época, la socialdemocracia alemana, hizo escuela y se convirtió en la justificación de diversos compromisos políticos. Al aceptar el parlamentarismo como medio posible para acceder al socialismo, Engels - en lo que se puede considerar como su testamento - parecía ratificar las políticas reformistas de los líderes del movimiento obrero. Antes, ya había insistido sobre el carácter "científico" del socialismo, abriendo el camino a todos los ideólogos de la Segunda Internacional, principalmente al kautskismo. En una palabra, a la ideología marxista.
bueno, os presento un extracto del folleto que explica de forma clara y concisa los diversos marxismos, desde los orígenes hasta 1970, y de qué forma el pensamiento liberador y revolucionario de Marx se convierte al ser recuperado por los partidos reformistas y más tarde el leninismo en ideología opresora, en ideología fría, como diría kostas papaioannou.
extracto :
La obra maestra de Marx, El Capital, no es tanto un tratado de economía que una crítica de la economía política, como lo indica el propio subtítulo de la obra. A pesar de ciertas referencias al rigor científico, Marx no trató de hacer una obra de economista, ni a enriquecer la ciencia económica.
La teoría expuesta en El Capital tiende ante todo a desmontar los fundamentos de la economía política, ciencia "burguesa" por antonomasia. La crítica de la mercancía, de la forma mercantil de la producción, es el corazón del libro, y el "fetichismo" es el concepto que resume dicha crítica.
La revolución proletaria se convierte en necesidad inherente al mismo ser del proletariado. Este es "revolucionario o no es nada". Su internacionalismo no deriva de una opción "ideológica", sino de la necesidad ; es la burguesía y su sistema mercantil que han unificado el mundo, y la lucha contra ellos solo puede ser llevada a cabo mundialmente. Última revolución de clase, la revolución socialista tiene como propósito la abolición definitiva de las clases y la instauración de una sociedad en la cual nada podrá existir "independientemente de los individuos". La abolición del Estado es una condición sine qua non. La emancipación de los trabajadores y la liberación de la clase solo se pueden realizar colectivamente, prescindiendo de todo tipo de representación (principio burgués). La "dictadura revolucionaria del proletariado" suprime al mismo tiempo la propiedad privada, el principio jerárquico, las clases y el Estado, la mercancía y la condición de asalariado.
Ese era el núcleo fundamental de la teoría de Marx cuando apareció. Desde hace más de un siglo, pocas veces ha sido admitido en su totalidad por todos sus discípulos. En vida, ante las deformaciones de su pensamiento, Marx protestaba escribiendo : "Yo no soy marxista". Por un lado, el marxismo se convertirá no solo en una ideología (en el sentido de Marx), sino en una justificación de la política de los partidos obreros reformistas y estalinistas. Por otro lado, continuó inspirando, fuera de los aparatos políticos y de las luchas obreras, una reflexión "crítica y revolucionaria" fiel a sus orígenes y a sus objetivos.
El proceso de ideologización del pensamiento de Marx empezó con su más fiel compañero, Engels, al final de su vida. El acuerdo establecido entre éste y los dirigentes del partido obrero más potente de su época, la socialdemocracia alemana, hizo escuela y se convirtió en la justificación de diversos compromisos políticos. Al aceptar el parlamentarismo como medio posible para acceder al socialismo, Engels - en lo que se puede considerar como su testamento - parecía ratificar las políticas reformistas de los líderes del movimiento obrero. Antes, ya había insistido sobre el carácter "científico" del socialismo, abriendo el camino a todos los ideólogos de la Segunda Internacional, principalmente al kautskismo. En una palabra, a la ideología marxista.
Última edición por santi_9champions el Sáb Jul 02, 2016 1:08 am, editado 1 vez
santi_9champions- Titular
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Re: MARXISMOS : IDEOLOGIAS Y REVOLUCION
el folleto consta de cinco capítulos :
I. Los fundadores y su teoría
II. Las ideologías de la Segunda Internacional
III. El marxismo-leninismo
IV. El marxismo alemán
V. Los Situacionistas
Aquí está el primer capítulo :
I. Los fundadores y su teoría
Historia del concepto
1. "Yo no soy marxista", aseguró un día Karl Marx. Siguiendo la paradoja de ese epígrafe, algunos afirman que el "marxismo" y el pensamiento de Karl Marx están lejos de coincidir. Empleada por los enemigos políticos de Marx en el seno de la Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT), el epíteto "marxista" designaba los partidarios de los métodos "autoritarios" en el seno del movimiento obrero, en oposición a los anarquistas "antiautoritarios" adeptos de Bakunin. El término aparece por primera vez en el título de un libro de 1882 cuando Paul Brousse publica su panfleto titulado El Marxismo en la Internacional.
2. Brousse, como la mayoría de sus compañeros bakuninistas, no discute el pensamiento de Marx pero denuncia en él al "jefe de partido" a la cabeza de un enjambre de "agentes" y de "tacticistas". Pues "el marxismo no consiste en ser partidario de las ideas de Marx. Muchos de sus adversarios actuales, en particular el que escribe estas líneas, serían marxistas... El marxismo consiste sobre todo en un sistema que no tiende tanto a expandir la doctrina marxista, sino a imponerla en sus más mínimos detalles".
3. El amigo y teórico más cercano cercano a Marx, Friedrich Engels, trató de transformar esa apelación peyorativa en un arma de combate y una referencia de prestigio. Lo hace a regañadientes. Pero para él como para todos los discípulos de Karl Marx de aquella época, una convicción inquebrantable se establece. Los anarquistas "se arrepentirán de habernos puesto ese nombre", declara Engels. Así nace el "marxismo".
El pensamiento de Marx
1. Más allá de la diversidad aparente - que sigue alimentando el trabajo de múltipes especialistas -, la unidad profunda de la teoría desarrollada por Karl Marx consiste en su alma crítica y revolucionaria. La crítica radical de todo lo que existe, la crítica total "que no teme sus propios resultados", es el núcleo constante y fundamental de toda la obra de Marx. Por lo tanto, toda tentativa de subdividir esta obra en ámbitos separados ("Marx filósofo", "Marx sociólogo", "Marx economista" o "Marx político", etc.), parece estar condenada al fracaso ya que es contraria al espíritu del autor.
2. Para Marx, "la crítica de la religión es la condición de toda crítica". La supresión de la religión se convierte en exigencia primordial para alcanzar el mundo real ; es el hombre quien hace la religión y no lo contrario. Y el hombre "es el mundo del hombre", es decir el Estado y la sociedad producen la religión, "consciencia invertida del mundo" ("falsa consciencia"), pues ellos mismos son "un mundo invertido". Una vez que el "opio del pueblo" es denunciado y desenmascarado en sus verdaderas dimensiones, "la crítica del cielo se convierte en crítica de la tierra, la crítica de la religión en crítica del derecho, la crítica de la teología en crítica de la política".
3. Para realizar la crítica real de la religión, se trata ahora de abolir en la práctica las condiciones sociales en las cuales el hombre es "un ser envilecido y esclavizado". Una vez completada la crítica teórica de la alienación religiosa (empezada por Hegel y formulada por Feuerbach), la filosofía - que tan sólo ha interpretado al mundo - debe ahora ser "superada" y "realizada" al mismo tiempo, en la transformación consciente de todo lo que existe, convirtiéndose en "praxis" consciente de sus propias metas. El agente histórico a quien incumbe esta tarea es la clase oprimida, la que concentra en ella todas las alienaciones de este mundo y cuya abolición provocará la de todas las otras clases.
4. Esa crítica de la religión alcanza la "crítica de la filosofía" y descubre de esta forma que todos los ámbitos de la actividad humana - espirituales y materiales - son en realidad el trasfondo enfermo de esta representación mórbida que es el ámbito religioso. A este respecto, la "cuestión judía" revela una profunda analogía entre la alienación religiosa y la alienación política en la sociedad burguesa y su régimen de democracia formal. El ciudadano es "una forma profana", un ser extranjero, "diferente del hombre real". La verdadera realidad del hombre no es ni "el Espíritu" de los filósofos, "figuras abstractas del hombre alienado", ni a fortiori su esencia religiosa, sino ante todo y fundamentalmente el trabajo, la producción.
El trabajo, "esencia" del hombre
1. "Podemos distinguir al hombre de los animales por la conciencia, por la religión o por lo que se quiera. Pero el hombre mismo se diferencia de los animales a partir del momento en que comienza a producir sus medios de vida", dice Marx en La Ideología Alemana. El trabajo no es una actividad económica parcial y separada, sino literalmente la esencia del hombre. Toda actividad verdaderamente humana "ha sido hasta ahora trabajo e industria" (Manuscritos económicos y filosóficos - 1844). Así pues, toda la historia del hombre no es otra cosa que el proceso de su actividad, concebida como lucha incesante contra la naturaleza y tentativas repetidas de dominar su propia naturaleza. "Se ve cómo la historia de la industria y la existencia, que se ha hecho objetiva, de la industria son el libro abierto de las fuerzas humanas esenciales, la psicología humana materialmente perceptible" (ibid).
2. ¿ Es eso lo que algunos designarán como un "economismo", o al contrario, de una nueva concepción del ser humano y de la historia, del ser humano y de la naturaleza ? Marx, en todo caso, define un "nuevo materialismo", más allá del "antiguo materialismo" filosófico cuyo último representante fue Feuerbach. El materialismo tan sólo puede ser "histórico", considerando al mundo sensible como el producto de la "actividad sensible total y viva de los individuos que lo constituyen".
3. A partir de ese momento, las bases teóricas de una crítica real del mundo existente están presentes, la crítica del "cielo teológico" (religión, filosofía, derecho, política-Estado, etc.) se transforma en crítica de la tierra "capitalista". Si el trabajo es la esencia del hombre, la "propiedad privada", piedra angular del capitalismo burgués, condena el productor a una existencia contraria a su esencia, ya que el obrero está obligado de "hacer de su esencia un medio para asegurar su existencia". Toda la alienación capitalista se encuentra resumida en esa fórmula. La crítica del salariado, es decir de la existencia proletaria, se hace al calor del proyecto revolucionario de la realización del "hombre total", la desalienación y la alienación siguen un mismo y único camino.
4. Esa desalienación no es otra cosa que el objeto del "proyecto comunista". El comunismo, según Marx, es el final de la prehistoria humana y el principio de la historia dominada por los hombres ; pone fin al conflicto entre el ser humano y la naturaleza, entre hombre y hombre ; es "la supresión positiva de toda alienación, por lo tanto, es la salida del hombre fuera de la religión, de la familia, del Estado, etc., y su retorno a su existencia humana, es decir social". Planteado así, el comunismo es la verdadera solución a todos los antagonismos : "es el enigma resuelto de la historia y sabe que es esa solución".
Necesidad de la revolución
1. La obra maestra de Marx, El Capital, no es tanto un tratado de economía que una crítica de la economía política, como lo indica el propio subtítulo de la obra. A pesar de ciertas referencias al rigor científico, Marx no trató de hacer una obra de economista, ni de enriquecer la ciencia económica. La teoría expuesta en El Capital tiende ante todo a desmontar los fundamentos de la economía política, ciencia "burguesa" por antonomasia. La crítica de la mercancía, de la forma mercantil de la producción, es el corazón del libro, y el "fetichismo" es el concepto que resume dicha crítica.
2. La revolución proletaria se convierte en necesidad inherente al mismo ser del proletariado. Este es "revolucionario o no es nada". Su internacionalismo no deriva de una opción "ideológica", sino de la necesidad ; es la burguesía y su sistema mercantil que han unificado el mundo, y la lucha contra ellos solo puede ser llevada a cabo mundialmente. Última revolución de clase, la revolución socialista tiene como propósito la abolición definitiva de las clases y la instauración de una sociedad en la cual nada podrá existir "independientemente de los individuos". La abolición del Estado es una condición sine qua non. Ya que "la emancipación de los trabajadores debe ser obra de ellos mismos", la liberación de la clase sólo se puede realizar colectivamente, prescindiendo de todo tipo de representación (principio burgués). La "dictadura revolucionaria del proletariado" suprime al mismo tiempo la propiedad privada, el principio jerárquico, las clases y el Estado, la mercancía y el salariado.
3. Ese era el núcleo fundamental de la teoría de Marx cuando apareció. Desde hace más de un siglo, pocas veces ha sido admitido en su totalidad por todos sus discípulos. En vida, ante las deformaciones de su pensamiento, Marx protestaba escribiendo : "Yo no soy marxista". Por un lado, el marxismo se convertirá no solo en una ideología (en el sentido de Marx), sino en una justificación de la política de los partidos obreros reformistas y estalinistas. Por otro lado, continuó inspirando, fuera de los aparatos políticos y de las luchas obreras, una reflexión "crítica y revolucionaria" fiel a sus orígenes y a sus objetivos.
4. El proceso de ideologización del pensamiento de Marx empezó con su más fiel compañero, Engels, al final de su vida. El acuerdo establecido entre éste y los dirigentes del partido obrero más potente de su época, la socialdemocracia alemana, hizo escuela y se convirtió en la justificación de diversos compromisos políticos. Al aceptar el parlamentarismo como medio posible para acceder al socialismo, Engels - en lo que se puede considerar como su testamento - parecía ratificar las políticas reformistas de los líderes del movimiento obrero. Antes, ya había insistido sobre el carácter "científico" del socialismo, abriendo el camino a todos los ideólogos de la Segunda Internacional, principalmente al kautskismo. En una palabra, a la ideología marxista
I. Los fundadores y su teoría
II. Las ideologías de la Segunda Internacional
III. El marxismo-leninismo
IV. El marxismo alemán
V. Los Situacionistas
Aquí está el primer capítulo :
I. Los fundadores y su teoría
Historia del concepto
1. "Yo no soy marxista", aseguró un día Karl Marx. Siguiendo la paradoja de ese epígrafe, algunos afirman que el "marxismo" y el pensamiento de Karl Marx están lejos de coincidir. Empleada por los enemigos políticos de Marx en el seno de la Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT), el epíteto "marxista" designaba los partidarios de los métodos "autoritarios" en el seno del movimiento obrero, en oposición a los anarquistas "antiautoritarios" adeptos de Bakunin. El término aparece por primera vez en el título de un libro de 1882 cuando Paul Brousse publica su panfleto titulado El Marxismo en la Internacional.
2. Brousse, como la mayoría de sus compañeros bakuninistas, no discute el pensamiento de Marx pero denuncia en él al "jefe de partido" a la cabeza de un enjambre de "agentes" y de "tacticistas". Pues "el marxismo no consiste en ser partidario de las ideas de Marx. Muchos de sus adversarios actuales, en particular el que escribe estas líneas, serían marxistas... El marxismo consiste sobre todo en un sistema que no tiende tanto a expandir la doctrina marxista, sino a imponerla en sus más mínimos detalles".
3. El amigo y teórico más cercano cercano a Marx, Friedrich Engels, trató de transformar esa apelación peyorativa en un arma de combate y una referencia de prestigio. Lo hace a regañadientes. Pero para él como para todos los discípulos de Karl Marx de aquella época, una convicción inquebrantable se establece. Los anarquistas "se arrepentirán de habernos puesto ese nombre", declara Engels. Así nace el "marxismo".
El pensamiento de Marx
1. Más allá de la diversidad aparente - que sigue alimentando el trabajo de múltipes especialistas -, la unidad profunda de la teoría desarrollada por Karl Marx consiste en su alma crítica y revolucionaria. La crítica radical de todo lo que existe, la crítica total "que no teme sus propios resultados", es el núcleo constante y fundamental de toda la obra de Marx. Por lo tanto, toda tentativa de subdividir esta obra en ámbitos separados ("Marx filósofo", "Marx sociólogo", "Marx economista" o "Marx político", etc.), parece estar condenada al fracaso ya que es contraria al espíritu del autor.
2. Para Marx, "la crítica de la religión es la condición de toda crítica". La supresión de la religión se convierte en exigencia primordial para alcanzar el mundo real ; es el hombre quien hace la religión y no lo contrario. Y el hombre "es el mundo del hombre", es decir el Estado y la sociedad producen la religión, "consciencia invertida del mundo" ("falsa consciencia"), pues ellos mismos son "un mundo invertido". Una vez que el "opio del pueblo" es denunciado y desenmascarado en sus verdaderas dimensiones, "la crítica del cielo se convierte en crítica de la tierra, la crítica de la religión en crítica del derecho, la crítica de la teología en crítica de la política".
3. Para realizar la crítica real de la religión, se trata ahora de abolir en la práctica las condiciones sociales en las cuales el hombre es "un ser envilecido y esclavizado". Una vez completada la crítica teórica de la alienación religiosa (empezada por Hegel y formulada por Feuerbach), la filosofía - que tan sólo ha interpretado al mundo - debe ahora ser "superada" y "realizada" al mismo tiempo, en la transformación consciente de todo lo que existe, convirtiéndose en "praxis" consciente de sus propias metas. El agente histórico a quien incumbe esta tarea es la clase oprimida, la que concentra en ella todas las alienaciones de este mundo y cuya abolición provocará la de todas las otras clases.
4. Esa crítica de la religión alcanza la "crítica de la filosofía" y descubre de esta forma que todos los ámbitos de la actividad humana - espirituales y materiales - son en realidad el trasfondo enfermo de esta representación mórbida que es el ámbito religioso. A este respecto, la "cuestión judía" revela una profunda analogía entre la alienación religiosa y la alienación política en la sociedad burguesa y su régimen de democracia formal. El ciudadano es "una forma profana", un ser extranjero, "diferente del hombre real". La verdadera realidad del hombre no es ni "el Espíritu" de los filósofos, "figuras abstractas del hombre alienado", ni a fortiori su esencia religiosa, sino ante todo y fundamentalmente el trabajo, la producción.
El trabajo, "esencia" del hombre
1. "Podemos distinguir al hombre de los animales por la conciencia, por la religión o por lo que se quiera. Pero el hombre mismo se diferencia de los animales a partir del momento en que comienza a producir sus medios de vida", dice Marx en La Ideología Alemana. El trabajo no es una actividad económica parcial y separada, sino literalmente la esencia del hombre. Toda actividad verdaderamente humana "ha sido hasta ahora trabajo e industria" (Manuscritos económicos y filosóficos - 1844). Así pues, toda la historia del hombre no es otra cosa que el proceso de su actividad, concebida como lucha incesante contra la naturaleza y tentativas repetidas de dominar su propia naturaleza. "Se ve cómo la historia de la industria y la existencia, que se ha hecho objetiva, de la industria son el libro abierto de las fuerzas humanas esenciales, la psicología humana materialmente perceptible" (ibid).
2. ¿ Es eso lo que algunos designarán como un "economismo", o al contrario, de una nueva concepción del ser humano y de la historia, del ser humano y de la naturaleza ? Marx, en todo caso, define un "nuevo materialismo", más allá del "antiguo materialismo" filosófico cuyo último representante fue Feuerbach. El materialismo tan sólo puede ser "histórico", considerando al mundo sensible como el producto de la "actividad sensible total y viva de los individuos que lo constituyen".
3. A partir de ese momento, las bases teóricas de una crítica real del mundo existente están presentes, la crítica del "cielo teológico" (religión, filosofía, derecho, política-Estado, etc.) se transforma en crítica de la tierra "capitalista". Si el trabajo es la esencia del hombre, la "propiedad privada", piedra angular del capitalismo burgués, condena el productor a una existencia contraria a su esencia, ya que el obrero está obligado de "hacer de su esencia un medio para asegurar su existencia". Toda la alienación capitalista se encuentra resumida en esa fórmula. La crítica del salariado, es decir de la existencia proletaria, se hace al calor del proyecto revolucionario de la realización del "hombre total", la desalienación y la alienación siguen un mismo y único camino.
4. Esa desalienación no es otra cosa que el objeto del "proyecto comunista". El comunismo, según Marx, es el final de la prehistoria humana y el principio de la historia dominada por los hombres ; pone fin al conflicto entre el ser humano y la naturaleza, entre hombre y hombre ; es "la supresión positiva de toda alienación, por lo tanto, es la salida del hombre fuera de la religión, de la familia, del Estado, etc., y su retorno a su existencia humana, es decir social". Planteado así, el comunismo es la verdadera solución a todos los antagonismos : "es el enigma resuelto de la historia y sabe que es esa solución".
Necesidad de la revolución
1. La obra maestra de Marx, El Capital, no es tanto un tratado de economía que una crítica de la economía política, como lo indica el propio subtítulo de la obra. A pesar de ciertas referencias al rigor científico, Marx no trató de hacer una obra de economista, ni de enriquecer la ciencia económica. La teoría expuesta en El Capital tiende ante todo a desmontar los fundamentos de la economía política, ciencia "burguesa" por antonomasia. La crítica de la mercancía, de la forma mercantil de la producción, es el corazón del libro, y el "fetichismo" es el concepto que resume dicha crítica.
2. La revolución proletaria se convierte en necesidad inherente al mismo ser del proletariado. Este es "revolucionario o no es nada". Su internacionalismo no deriva de una opción "ideológica", sino de la necesidad ; es la burguesía y su sistema mercantil que han unificado el mundo, y la lucha contra ellos solo puede ser llevada a cabo mundialmente. Última revolución de clase, la revolución socialista tiene como propósito la abolición definitiva de las clases y la instauración de una sociedad en la cual nada podrá existir "independientemente de los individuos". La abolición del Estado es una condición sine qua non. Ya que "la emancipación de los trabajadores debe ser obra de ellos mismos", la liberación de la clase sólo se puede realizar colectivamente, prescindiendo de todo tipo de representación (principio burgués). La "dictadura revolucionaria del proletariado" suprime al mismo tiempo la propiedad privada, el principio jerárquico, las clases y el Estado, la mercancía y el salariado.
3. Ese era el núcleo fundamental de la teoría de Marx cuando apareció. Desde hace más de un siglo, pocas veces ha sido admitido en su totalidad por todos sus discípulos. En vida, ante las deformaciones de su pensamiento, Marx protestaba escribiendo : "Yo no soy marxista". Por un lado, el marxismo se convertirá no solo en una ideología (en el sentido de Marx), sino en una justificación de la política de los partidos obreros reformistas y estalinistas. Por otro lado, continuó inspirando, fuera de los aparatos políticos y de las luchas obreras, una reflexión "crítica y revolucionaria" fiel a sus orígenes y a sus objetivos.
4. El proceso de ideologización del pensamiento de Marx empezó con su más fiel compañero, Engels, al final de su vida. El acuerdo establecido entre éste y los dirigentes del partido obrero más potente de su época, la socialdemocracia alemana, hizo escuela y se convirtió en la justificación de diversos compromisos políticos. Al aceptar el parlamentarismo como medio posible para acceder al socialismo, Engels - en lo que se puede considerar como su testamento - parecía ratificar las políticas reformistas de los líderes del movimiento obrero. Antes, ya había insistido sobre el carácter "científico" del socialismo, abriendo el camino a todos los ideólogos de la Segunda Internacional, principalmente al kautskismo. En una palabra, a la ideología marxista
Última edición por santi_9champions el Mar Jul 19, 2016 2:42 am, editado 1 vez
santi_9champions- Titular
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Re: MARXISMOS : IDEOLOGIAS Y REVOLUCION
II. Las ideologías de la Segunda Internacional
La ortodoxia del Kautskismo
1. En 1883, el mismo año de la muerte de Marx, Karl Kautsky (nacido en 1855) funda una revista teórica, Die Neue Zeit, que durante años se convierte en tribuna internacional del socialismo marxista. Convertido en institución, el marxismo se equipara entonces a una "ciencia". Su "alma revolucionaria" se apaga dejando paso al "rigor" y a la "objetividad". Ya no es "la teoría del movimiento real", el análisis crítico de "lo que acontece ante nuestros ojos", sino la "ciencia" que el movimiento obrero debe aprender y aplicar rigurosamente para alcanzar sus metas. El socialismo bautizado científico es una cosa mientras que el movimiento obrero es otra: su coincidencia será la obra de los especialistas de la socialdemocracia.
2. Según Kautsky, el marxismo no es tanto una teoría revolucionaria del desarrollo de la lucha proletaria sino más bien un método científico aplicado a todos los ámbitos de la actividad humana. De ahí dos direcciones para la investigación o, mejor dicho, para su aplicación : práctica en el mundo político, el partido obrero en el seno de la sociedad de la burguesía ; teórica empleándose en colmar todas las lagunas que las obras de Marx y Engels no pudieron abordar.
3. Desde 1891, el Partido socialdemócrata alemán había adoptado en el Congreso de Erfurt un programa marxista, obra esencialmente de Kautsky. Pero a medida que se convierte oficialmente en marxista, el movimiento obrero parece alejarse cada vez más de la vía revolucionaria adoptando un reformismo a la vez sindical y parlamentario. La fidelidad proclamada hacia Marx no impide unas prácticas a menudo opuestas al pensamiento de Marx. El Kautskismo es la ideología de los jefes del partido obrero alemán, la primera ideología de una "burocracia obrera".
4. En los países donde esa burocracia todavía no se ha formado y donde el movimiento obrero es todavía organicamente débil, la "ortodoxia" sigue fiel a la intención revolucionaria de Marx. En Rusia, Plekhanov (apodado el padre del marxismo ruso), encabeza la lucha contra el populismo y enseña el pensamiento de Marx a toda una generación de jóvenes revolucionarios rusos. Fundó el primer partido socialdemócrata ruso. En Italia, es sobre todo Antonio Labriola quien introdujo el marxismo despojado de todo rastro ideológico (economismo y cientismo).
Bernstein y el revisionismo
1. Alumno de Engels (y también su ejecutor testamentario), Eduard Bernstein era el maestro de Kautsky. Co-autor del programa de Erfurt, también es el autor de numerosas obras históricas (en particular sobre los orígenes del cristianismo y sobre la Revolución inglesa). Pero la obra que le hizo célebre - tanto por las críticas como por los elogios que recibió - es un conjunto de artículos escritos entre 1896 y 1899, recopilados bajo el título de Socialismo teórico y socialdemocracia práctica, obra que le convirtió en el jefe de fila de la corriente "revisionista".
2. Bernstein fue el primero en querer sacar las consecuencias de las últimas lecciones teóricas y prácticas de las experiencias de la socialdemocracia alemana. Apoyando su análisis sobre el ejemplo inglés y sobre la situación real del partido alemán, emprende una amplia "revisión" del pensamiento marxista a la luz de los últimos desarrollos del capitalismo. Denunciando las flagrantes contradicciones entre la ideología revolucionaria de su partido y su práctica absolutamente reformista, Bernstein apela sus camaradas a tener la valentía de "aparecer como lo que son en realidad, de dejar de lado una fraseología superada por los hechos y aceptar de ser un partido de reformas socialistas y democráticas".
3. Reclamándose del "testamento" de Engels, Bernstein y después sus discípulos alemanes y rusos ponen en tela de juicio las teorías marxistas del valor, de la concentración de capitales, del valor añadido y de la pauperización. En el plano político, rechazan la idea de dictadura del proletariado y encuentran que está plagada de "blanquismo".
4. A pesar de las fuertes protestas contra el revisionismo de Bernstein en toda la socialdemocracia internacional, los partidos obreros continúan con su práctica reformista ; es más, esta es cada vez más plausible. La ortodoxia "revolucionaria" se ve limitada a repetir mecánicamente fórmulas sin contenido.
Sorel y el sindicalismo revolucionario
1. Varios historiadores consideran que la verdadera introducción del marxismo en Francia no se produjo ni con Paul Lafargue, ni con Jules Guesde, fundadores del primer partido marxista obrero (el PDF, en 1879) y autores de algunos libros de propaganda socialista y de vulgarización del "materialismo histórico", ni incluso con Gabriel Deville, autor del resúmen más claro y más fiel del primer libro del Capital (según Engels). El penamiento de Marx fue conocido y utilizado en Francia a través de dos revistas de corta duración : L'Ere nouvelle (1893-1894) y Le Devenir Social (1895-1898). Un joven filósofo era uno de los principales animadores ; se trata de Georges Sorel.
2. Partiendo del rechazo total de la política reformista de los partidos socialdemócratas, Sorel propone de restablecer la idea fundamental del marxismo : la lucha de clases. Encerrados en el parlamentarismo y la ilusión de conquistar algún día el Estado, los socialistas, dice Sorel, han renunciado a la vía revolucionaria proletaria. De ahí que el parlamentarismo no sólo sea "utópico" sino completamente contrarrevolucionario. El heredero de la política marxista de la lucha de clases sólo puede ser el "sindicalismo revolucionario".
3. Según Georges Sorel, el proletariado no puede de ninguna forma emanciparse de la explotación capitalista si se constituye "tomando por modelo antiguas clases sociales, tomando el modelo de la burguesía". Si, como dijo Marx, los proletarios sólo pueden apropiarse de las fuerzas productivas aboliendo "el modo de apropiación en vigor", "¿ cómo se puede admitir que puedan conservar la quintaesencia del modo de apropiación burgués, es decir, las formas de gobierno tradicional ?" Las únicas fuerzas organizadas y desarrolladas capaces de impedir "el retorno del pasado" son los sindicatos. Estos organismos puramente obreros - y que deben "seguir siendo exclusivamente obreros" - deben "arrancarles al Estado y a la comuna, una por una, todas sus atribuciones para enriquecer los organismos proletarios que se están constituyendo." Dentro de la sociedad capitalista, los sindicatos son ya los núcleos de la futura sociedad socialista.
4. "Para resumir mi pensamiento en una fórmula, diría que todo el porvenir del socialismo reside en el desarrollo autónomo de los sindicatos obreros." Ese es el leitmotiv que recorre toda la obra de Sorel, desde El Porvenir socialista de los sindicatos hasta Descomposición del Marxismo y las Reflexiones sobre la violencia.
El marxismo revolucionario alemán
1. Hacia finales de siglo, una corriente de izquierdas se desarrolla dentro de la socialdemocracia alemana. Sin embargo, su primera afirmación teórica la hace en respuesta a Bernstein. En 1899, Rosa Luxemburg publica Reforma o Revolución, donde preconiza la caída violenta del sistema capitalista y rechaza la "teoría de la adaptación al capitalismo". Según ella, sólo la lucha de clases, junto al desarrollo de las contradicciones internas del sistema podrán desembocar en la "crisis general" y facilitar así el "paso al socialismo" por medio de una revolución. Resumiendo su teoría, retoma la famosa frase de Bernstein y la pone al revés : "El movimiento no es nada, la meta final lo es todo."
2. Es esa corriente "luxemburguista" que tras la noche del 4 de agosto de 1914 y después de la adhesión de la socialdemocracia alemana al programa de guerra del Segundo Reich, levanta la bandera del "internacionalismo proletario" y lucha por levantar a la clase obrera. Rosa Luxemburg, Clara Zetkin, Karl Liebknecht y Franz Mehring crean con ciertos grupos revolucionarios alemanes el "Spartakusbund" (Liga Espartaquista) y apelan a que se constituya el poder de los consejos obreros y de los soldados, proclamando que la revolución proletaria sólo puede resultar de "la acción de las grandes masas que están llamadas por millones a cumplir su misión histórica y a transformar la necesidad histórica en realidad."
3. Fiel a su idea de la autoemancipación de los trabajadores, Rosa Luxemburg, después de haber criticado duramente la concepción "ultracentralista" de la organización leninista, saluda a la Revolución rusa de 1917, pero sometiéndola a la crítica (La Revolución rusa, 1918). Unos cuantos meses más tarde, es víctima junto a Liebknecht de la represión socialdemócrata dirigida por Noske contra los espartaquistas insurrectos en Berlín en enero de 1919. Pero esas tendencias en el seno del proletariado alemán no serán aniquiladas, y el "marxismo revolucionario alemán" reaparece ya en los años 20.
El marxismo revolucionario ruso
1. En 1902, con ¿ Qué hacer ?, Lenin abre un importante debate en el seno de la socialdemocracia rusa, debate que acaba en 1903 en una escisión del POSDR en dos fracciones : los bolcheviques (mayoritarios) dirigidos por Lenin, y los mencheviques (minoritarios) dirigidos por Plekhanov y Martov. A pesar de que dicha escisión se haya producido acerca de "la cuestión de la organización", las dos tendencias van a discrepar cada vez más sobre el sentido mismo de la revolución en Rusia y sobre la interpretación del marxismo. Su separación es definitiva cuando estalla la guerra de 1914.
2. En paralelo a la corriente de izquierda alemana, se desarrolla en Rusia una corriente hostil al reformismo y a los compromisos con la burguesía liberal. A pesar de la indecisión de Lenin, Trotsky defiende las tesis de la "revolución permanente". Según él, los obreros son los únicos que pueden llevar a cabo un levantamiento revolucionario en Rusia. Al ser la burguesía rusa demasiado débil, le corresponde al proletariado dirigir el movimiento contra la autocracia zarista. "La idea que la dictadura proletaria depende en algún modo automáticamente de las fuerzas y medios técnicos de un país, es un prejuicio de un materialismo económico simplificado al extremo. Tal idea no tiene nada en común con el marxismo" (Trotsky, Resultados y Perspectivas).
3. Lenin se limitó a retomar esas tesis cuando en abril de 1917 proclama : "Todo el poder a los Soviets." Después de recordar los análisis marxistas sobre la cuestión primordial del Estado contra lo que él considera como deformaciones oportunistas de los jefes de la Segunda Internacional, el autor de El Estado y la Revolución, olvidándose de su teoría del partido, emprende la lucha por la conquista del poder a través de los consejos obreros y campesinos. Pero, ya en 1918, Lenin vuelve a la primacía del partido sobre la clase, y le toca a la "oposición" el seguir defendiendo el principio de la autonomía obrera (que estará en el centro de todas las nuevas corrientes marxistas no ortodoxas, mientras que la ortodoxia marxista-leninista se desarrolla como ideología oficial de la internacional comunista dirigida desde entonces por Stalin).
La ortodoxia del Kautskismo
1. En 1883, el mismo año de la muerte de Marx, Karl Kautsky (nacido en 1855) funda una revista teórica, Die Neue Zeit, que durante años se convierte en tribuna internacional del socialismo marxista. Convertido en institución, el marxismo se equipara entonces a una "ciencia". Su "alma revolucionaria" se apaga dejando paso al "rigor" y a la "objetividad". Ya no es "la teoría del movimiento real", el análisis crítico de "lo que acontece ante nuestros ojos", sino la "ciencia" que el movimiento obrero debe aprender y aplicar rigurosamente para alcanzar sus metas. El socialismo bautizado científico es una cosa mientras que el movimiento obrero es otra: su coincidencia será la obra de los especialistas de la socialdemocracia.
2. Según Kautsky, el marxismo no es tanto una teoría revolucionaria del desarrollo de la lucha proletaria sino más bien un método científico aplicado a todos los ámbitos de la actividad humana. De ahí dos direcciones para la investigación o, mejor dicho, para su aplicación : práctica en el mundo político, el partido obrero en el seno de la sociedad de la burguesía ; teórica empleándose en colmar todas las lagunas que las obras de Marx y Engels no pudieron abordar.
3. Desde 1891, el Partido socialdemócrata alemán había adoptado en el Congreso de Erfurt un programa marxista, obra esencialmente de Kautsky. Pero a medida que se convierte oficialmente en marxista, el movimiento obrero parece alejarse cada vez más de la vía revolucionaria adoptando un reformismo a la vez sindical y parlamentario. La fidelidad proclamada hacia Marx no impide unas prácticas a menudo opuestas al pensamiento de Marx. El Kautskismo es la ideología de los jefes del partido obrero alemán, la primera ideología de una "burocracia obrera".
4. En los países donde esa burocracia todavía no se ha formado y donde el movimiento obrero es todavía organicamente débil, la "ortodoxia" sigue fiel a la intención revolucionaria de Marx. En Rusia, Plekhanov (apodado el padre del marxismo ruso), encabeza la lucha contra el populismo y enseña el pensamiento de Marx a toda una generación de jóvenes revolucionarios rusos. Fundó el primer partido socialdemócrata ruso. En Italia, es sobre todo Antonio Labriola quien introdujo el marxismo despojado de todo rastro ideológico (economismo y cientismo).
Bernstein y el revisionismo
1. Alumno de Engels (y también su ejecutor testamentario), Eduard Bernstein era el maestro de Kautsky. Co-autor del programa de Erfurt, también es el autor de numerosas obras históricas (en particular sobre los orígenes del cristianismo y sobre la Revolución inglesa). Pero la obra que le hizo célebre - tanto por las críticas como por los elogios que recibió - es un conjunto de artículos escritos entre 1896 y 1899, recopilados bajo el título de Socialismo teórico y socialdemocracia práctica, obra que le convirtió en el jefe de fila de la corriente "revisionista".
2. Bernstein fue el primero en querer sacar las consecuencias de las últimas lecciones teóricas y prácticas de las experiencias de la socialdemocracia alemana. Apoyando su análisis sobre el ejemplo inglés y sobre la situación real del partido alemán, emprende una amplia "revisión" del pensamiento marxista a la luz de los últimos desarrollos del capitalismo. Denunciando las flagrantes contradicciones entre la ideología revolucionaria de su partido y su práctica absolutamente reformista, Bernstein apela sus camaradas a tener la valentía de "aparecer como lo que son en realidad, de dejar de lado una fraseología superada por los hechos y aceptar de ser un partido de reformas socialistas y democráticas".
3. Reclamándose del "testamento" de Engels, Bernstein y después sus discípulos alemanes y rusos ponen en tela de juicio las teorías marxistas del valor, de la concentración de capitales, del valor añadido y de la pauperización. En el plano político, rechazan la idea de dictadura del proletariado y encuentran que está plagada de "blanquismo".
4. A pesar de las fuertes protestas contra el revisionismo de Bernstein en toda la socialdemocracia internacional, los partidos obreros continúan con su práctica reformista ; es más, esta es cada vez más plausible. La ortodoxia "revolucionaria" se ve limitada a repetir mecánicamente fórmulas sin contenido.
Sorel y el sindicalismo revolucionario
1. Varios historiadores consideran que la verdadera introducción del marxismo en Francia no se produjo ni con Paul Lafargue, ni con Jules Guesde, fundadores del primer partido marxista obrero (el PDF, en 1879) y autores de algunos libros de propaganda socialista y de vulgarización del "materialismo histórico", ni incluso con Gabriel Deville, autor del resúmen más claro y más fiel del primer libro del Capital (según Engels). El penamiento de Marx fue conocido y utilizado en Francia a través de dos revistas de corta duración : L'Ere nouvelle (1893-1894) y Le Devenir Social (1895-1898). Un joven filósofo era uno de los principales animadores ; se trata de Georges Sorel.
2. Partiendo del rechazo total de la política reformista de los partidos socialdemócratas, Sorel propone de restablecer la idea fundamental del marxismo : la lucha de clases. Encerrados en el parlamentarismo y la ilusión de conquistar algún día el Estado, los socialistas, dice Sorel, han renunciado a la vía revolucionaria proletaria. De ahí que el parlamentarismo no sólo sea "utópico" sino completamente contrarrevolucionario. El heredero de la política marxista de la lucha de clases sólo puede ser el "sindicalismo revolucionario".
3. Según Georges Sorel, el proletariado no puede de ninguna forma emanciparse de la explotación capitalista si se constituye "tomando por modelo antiguas clases sociales, tomando el modelo de la burguesía". Si, como dijo Marx, los proletarios sólo pueden apropiarse de las fuerzas productivas aboliendo "el modo de apropiación en vigor", "¿ cómo se puede admitir que puedan conservar la quintaesencia del modo de apropiación burgués, es decir, las formas de gobierno tradicional ?" Las únicas fuerzas organizadas y desarrolladas capaces de impedir "el retorno del pasado" son los sindicatos. Estos organismos puramente obreros - y que deben "seguir siendo exclusivamente obreros" - deben "arrancarles al Estado y a la comuna, una por una, todas sus atribuciones para enriquecer los organismos proletarios que se están constituyendo." Dentro de la sociedad capitalista, los sindicatos son ya los núcleos de la futura sociedad socialista.
4. "Para resumir mi pensamiento en una fórmula, diría que todo el porvenir del socialismo reside en el desarrollo autónomo de los sindicatos obreros." Ese es el leitmotiv que recorre toda la obra de Sorel, desde El Porvenir socialista de los sindicatos hasta Descomposición del Marxismo y las Reflexiones sobre la violencia.
El marxismo revolucionario alemán
1. Hacia finales de siglo, una corriente de izquierdas se desarrolla dentro de la socialdemocracia alemana. Sin embargo, su primera afirmación teórica la hace en respuesta a Bernstein. En 1899, Rosa Luxemburg publica Reforma o Revolución, donde preconiza la caída violenta del sistema capitalista y rechaza la "teoría de la adaptación al capitalismo". Según ella, sólo la lucha de clases, junto al desarrollo de las contradicciones internas del sistema podrán desembocar en la "crisis general" y facilitar así el "paso al socialismo" por medio de una revolución. Resumiendo su teoría, retoma la famosa frase de Bernstein y la pone al revés : "El movimiento no es nada, la meta final lo es todo."
2. Es esa corriente "luxemburguista" que tras la noche del 4 de agosto de 1914 y después de la adhesión de la socialdemocracia alemana al programa de guerra del Segundo Reich, levanta la bandera del "internacionalismo proletario" y lucha por levantar a la clase obrera. Rosa Luxemburg, Clara Zetkin, Karl Liebknecht y Franz Mehring crean con ciertos grupos revolucionarios alemanes el "Spartakusbund" (Liga Espartaquista) y apelan a que se constituya el poder de los consejos obreros y de los soldados, proclamando que la revolución proletaria sólo puede resultar de "la acción de las grandes masas que están llamadas por millones a cumplir su misión histórica y a transformar la necesidad histórica en realidad."
3. Fiel a su idea de la autoemancipación de los trabajadores, Rosa Luxemburg, después de haber criticado duramente la concepción "ultracentralista" de la organización leninista, saluda a la Revolución rusa de 1917, pero sometiéndola a la crítica (La Revolución rusa, 1918). Unos cuantos meses más tarde, es víctima junto a Liebknecht de la represión socialdemócrata dirigida por Noske contra los espartaquistas insurrectos en Berlín en enero de 1919. Pero esas tendencias en el seno del proletariado alemán no serán aniquiladas, y el "marxismo revolucionario alemán" reaparece ya en los años 20.
El marxismo revolucionario ruso
1. En 1902, con ¿ Qué hacer ?, Lenin abre un importante debate en el seno de la socialdemocracia rusa, debate que acaba en 1903 en una escisión del POSDR en dos fracciones : los bolcheviques (mayoritarios) dirigidos por Lenin, y los mencheviques (minoritarios) dirigidos por Plekhanov y Martov. A pesar de que dicha escisión se haya producido acerca de "la cuestión de la organización", las dos tendencias van a discrepar cada vez más sobre el sentido mismo de la revolución en Rusia y sobre la interpretación del marxismo. Su separación es definitiva cuando estalla la guerra de 1914.
2. En paralelo a la corriente de izquierda alemana, se desarrolla en Rusia una corriente hostil al reformismo y a los compromisos con la burguesía liberal. A pesar de la indecisión de Lenin, Trotsky defiende las tesis de la "revolución permanente". Según él, los obreros son los únicos que pueden llevar a cabo un levantamiento revolucionario en Rusia. Al ser la burguesía rusa demasiado débil, le corresponde al proletariado dirigir el movimiento contra la autocracia zarista. "La idea que la dictadura proletaria depende en algún modo automáticamente de las fuerzas y medios técnicos de un país, es un prejuicio de un materialismo económico simplificado al extremo. Tal idea no tiene nada en común con el marxismo" (Trotsky, Resultados y Perspectivas).
3. Lenin se limitó a retomar esas tesis cuando en abril de 1917 proclama : "Todo el poder a los Soviets." Después de recordar los análisis marxistas sobre la cuestión primordial del Estado contra lo que él considera como deformaciones oportunistas de los jefes de la Segunda Internacional, el autor de El Estado y la Revolución, olvidándose de su teoría del partido, emprende la lucha por la conquista del poder a través de los consejos obreros y campesinos. Pero, ya en 1918, Lenin vuelve a la primacía del partido sobre la clase, y le toca a la "oposición" el seguir defendiendo el principio de la autonomía obrera (que estará en el centro de todas las nuevas corrientes marxistas no ortodoxas, mientras que la ortodoxia marxista-leninista se desarrolla como ideología oficial de la internacional comunista dirigida desde entonces por Stalin).
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- Mensaje n°7
Re: MARXISMOS : IDEOLOGIAS Y REVOLUCION
III. El marxismo-leninismo
Antes del estalinismo
1. Al ser la primera revolución triunfante, la Revolución rusa produce un efecto excepcional sobre el movimiento obrero internacional. Saludada con entusiasmo por los revolucionarios de todo el planeta, se convierte en ejemplo a seguir para el conjunto del proletariado mundial del cual constituye la "vanguardia". A partir de 1918, los bolcheviques viven expectantes de la revolución en Occidente ; los signos de descomposición del capitalismo, entrado en su última fase de "putrefacción imperialista", son visibles en todas partes.
2. La revolución soviética húngara, dirigida por Bela Kun (1918), encuentra su mejor teórico en la persona del joven filósofo Georg Lukacs (nacido en 1885). A través de una serie de artículos publicados entre 1919 y 1923, Lukacs se convierte uno de los principales portavoces del marxismo revolucionario en la Tercera Internacional. La publicación en 1924 de su obra Historia y Conciencia de Clase produce el efecto de una bomba. Condenado por la nueva ortodoxia comunista como revisionista, Lukacs inaugura su carrera de pensador "marxista-leninista", caracterizada por una serie de autocríticas, y rechaza su propia obra. Y es que la idea fundamental de Historia y Conciencia de Clase contradice en todos los aspectos el mecanismo filosófico de Materialismo y Empiriocriticismo de Lenin.
3. Paralelamente, en Italia del Norte, el movimiento de los consejos y de las ocupaciones de fábricas en Turín tiene a Antonio Gramsci como principal teórico, fundador del Partido comunista italiano. Lector ferviente de Maquiavelo, Gramsci descubre en el partido revolucionario al "Príncipe" de los tiempos modernos, y en los consejos obreros la forma adecuada para realizar el poder proletario. El partido es el medio por el cual la clase obrera accede a la conciencia de sus tareas, y el marxismo no es una ciencia teórica neutra (para explicar la economía y la sociedad), sino la "filosofía de la praxis" que hay que realizar. El partido revolucionario se limita a decir la verdad de la clase, pero esa verdad sólo puede afirmarse de forma práctica en los consejos, "donde todos son, al mismo tiempo, maestros y discípulos".
4. Según Gramsci, preparar la clase obrera para que alcance su meta histórica significa efectivamente "organizar al proletariado en clase dominante". El descubrimiento de los consejos obreros por el proletariado revolucionario es el hecho principal de las revoluciones del siglo XX. El consejo obrero es "el órgano más adecuado que el proletariado haya conseguido expresar desde la experiencia viva y fecunda de la comunidad del trabajo". Es el fundamento del "Ordine Nuovo".
El estalinismo
1. Las metamorfosis de la Revolución rusa y el desarrollo de la burocracia como nueva clase dirigente van a transformar la teoría revolucionaria de Marx en una ideología utilizada para justificar el sistema político instaurado en Rusia. El marxismo-leninismo ortodoxo y dogmático tuvo sus sacerdotes y sus fieles. Jdanov, en nombre del Partido comunista de la URSS, legisla para todo el movimiento comunista internacional en materia de doctrina, arte, ciencia y filosofía. El "diamante" (materialismo dialéctico) y el "realismo socialista" constituyen la "ciencia fabulosa" que reducen a la nada todos los descubrimientos "burgueses, cosmopolíticos y objetivistas" (como el psicoanálisis, la teoría relativista de Einstein, la pintura impresionista, etc.).
2. Dos ejemplos franceses pueden ilustrar ese modelo de marxismo ortodoxo ; se trata de Roger Garaudy y de Louis Althusser. El primero sigue un itinerario político e ideológico más o menos fiel a la evolución del Partido comunista francés (PCF) del que fue dirigente entre 1945 y 1969. Su primer trabajo filosófico es su tesis doctoral presentada en 1953 en la Sorbonne. La Teoría materialista del conocimiento se inscribe dentro de la ortodoxia jdanovista que define al marxismo como una "filosofía" científica. Partidario del dogmatismo ideológico contra las tendencias críticas que se amplifican tras la muerte de Stalin, Garaudy tan sólo se convirtió al liberalismo muchos años después. Autor de Humanismo y Marxismo, de la Moral marxista y de un importante trabajo sobre Hegel, Dios ha muerto, se convierte en director del "Centro de estudios y de investigaciones marxistas" y organiza las "Semanas del pensamiento marxista". En Realismo sin orillas, se abre al arte "burgués" y sale en defensa de Kafka, de Saint-John Perse y de Picasso. Al mismo tiempo, entabla un gran diálogo con los cristianos y participa en varios debates con teólogos católicos y protestantes, en búsqueda de un entendimiento y de una convergencia. Partidario de un "socialismo abierto y humanista", Garaudy defiende la causa de Dubcek en Checoslovaquia y condena duramente la intervención rusa, por lo que es amonestado por su partido.
3. Louis Althusser, sin acceder a la jerarquía del partido, ha desarrollado en una relativa independencia una nueva interpretación de la obra de Marx. Profesor en l'Ecole normale supérieure, donde se juntan numerosos discípulos, apela a la gran tradición filosófica del "socialismo científico" : "Marx - Engels - Lenin - Stalin - Mao." Althusser, miembro del partido, proclama que "Stalin es uno de los filósofos más importantes de nuestro tiempo". En sus dos libros La Revolución teórica de Marx y Para leer el Capital, intenta fundar una "filosofía marxista", completando la teoría científica de la historia descubierta por los fundadores. Con ese propósito, toma prestados de filósofos modernos, generalmente estructuralistas (como Claude Levi-Strauss, Jacques Lacan e incluso Gaston Bachelard) conceptos nuevos para ilustrar una nueva lectura de Marx.
4. Según Althusser, todas las obras de juventud de Marx no son todavía "marxistas" y siguen influenciadas bien por Hegel, bien por Feuerbach. Así ocurre con el concepto fundamental de "alienación". La obra científica y específicamente "marxista" de Marx empieza con El Capital, es decir, después de 1867. Negando cualquier aspecto humanista en el pensamiento de Marx e insistiendo sobre su carácter científico, Althusser opera un regreso a la antigua ortodoxia, a través de la fidelidad al estalinismo ideológico. Su influencia en el seno de una fracción de la juventud estudiantil y de los medios intelectuales de izquierdas le vale una cierta tolerancia por parte de la dirección del PCF que puede temer el fortalecimiento de corrientes pro-chinas, dentro y fuera del partido.
El revisionismo postestalinista
1. La muerte de Stalin primero y luego el "Informe Kruschev" en el XX Congreso del PCUS desencadenan una inmensa campaña de crítica a través de todo el movimiento comunista internacional. Pero es sobre todo la insurrección de Budapest (1956) que marca la época del "deshielo". Los intelectuales de los países del Este van a proporcionar la mejor introducción a los temas fundamentales del pensamiento marxista a través de la amplia crítica desarrollada por esos autores "revisionistas" de los años 1956-1957. Mediante su crítica al totalitarismo estalinista, preparan las armas que utilizarán los insurrectos de Polonia y Hungría en su lucha contra la dictadura burocrática. Según esa crítica, todas las alienaciones analizadas por Marx se encuentran en la sociedad socialista y denunciadas como tales. La lucha por la "desalienación" total de la humanidad parece entrar en una nueva fase histórica.
2. El aplastamiento de la insurrección húngara provoca una profunda crisis de conciencia en los intelectuales comunistas de Europa. Muchos abandonan el partido y descubren el "aire puro de la crítica". En Francia, todos los animadores de la revista Arguments viven la experiencia estalinista y el drama de la desestalinización. Arguments quiere ser la tribuna de un "nuevo marxismo", abierto, humanista y antidogmático. Poniéndolo todo en duda, se especializa en el "cuestionamiento". Sus principales redactores : Kostas Axelos, Edgar Morin, Jean Duvignaud, Fougerollas, F. Chatelet, L. Goldmann, G. Lapassade y Henri Lefebvre. Todos van a contribuir en la elaboración de ese nuevo marxismo "desdogmatizado" y ampliamente "revisado".
3. Henri Lefebvre, antiguo miembro del PCF, es para muchos especialistas el pensador más brillante de esa escuela. Operando una especie de regreso a los orígenes a partir de Problemas actuales del marxismo (1958), escribe una autobiografía crítica, La Suma y el Resto, en la cual pone al día los temas esbozados en sus primeros libros (La Conciencia engañada y Crítica de la vida cotidiana). Insistiendo sobre la importancia del concepto de alienación en el pensamiento de Marx y para la crítica del mundo moderno, Henri Lefebvre declara la guerra al dogmatismo y analiza el fenómeno estalinista. El conjunto de su obra le hace considerar por los "ortodoxos" como el "jefe de filas del revisionismo internacional". La obra de Lefebvre, cuyos ejes principales son la crítica de la sociedad moderna y el restablecimiento de la teoría marxiana en su verdad original. Sin embargo, tiene el defecto, según algunos de sus alumnos, de hacer algunas concesiones a los pensadores a la moda, en particular en los ámbitos sociológicos y lingüisticos.
Antes del estalinismo
1. Al ser la primera revolución triunfante, la Revolución rusa produce un efecto excepcional sobre el movimiento obrero internacional. Saludada con entusiasmo por los revolucionarios de todo el planeta, se convierte en ejemplo a seguir para el conjunto del proletariado mundial del cual constituye la "vanguardia". A partir de 1918, los bolcheviques viven expectantes de la revolución en Occidente ; los signos de descomposición del capitalismo, entrado en su última fase de "putrefacción imperialista", son visibles en todas partes.
2. La revolución soviética húngara, dirigida por Bela Kun (1918), encuentra su mejor teórico en la persona del joven filósofo Georg Lukacs (nacido en 1885). A través de una serie de artículos publicados entre 1919 y 1923, Lukacs se convierte uno de los principales portavoces del marxismo revolucionario en la Tercera Internacional. La publicación en 1924 de su obra Historia y Conciencia de Clase produce el efecto de una bomba. Condenado por la nueva ortodoxia comunista como revisionista, Lukacs inaugura su carrera de pensador "marxista-leninista", caracterizada por una serie de autocríticas, y rechaza su propia obra. Y es que la idea fundamental de Historia y Conciencia de Clase contradice en todos los aspectos el mecanismo filosófico de Materialismo y Empiriocriticismo de Lenin.
3. Paralelamente, en Italia del Norte, el movimiento de los consejos y de las ocupaciones de fábricas en Turín tiene a Antonio Gramsci como principal teórico, fundador del Partido comunista italiano. Lector ferviente de Maquiavelo, Gramsci descubre en el partido revolucionario al "Príncipe" de los tiempos modernos, y en los consejos obreros la forma adecuada para realizar el poder proletario. El partido es el medio por el cual la clase obrera accede a la conciencia de sus tareas, y el marxismo no es una ciencia teórica neutra (para explicar la economía y la sociedad), sino la "filosofía de la praxis" que hay que realizar. El partido revolucionario se limita a decir la verdad de la clase, pero esa verdad sólo puede afirmarse de forma práctica en los consejos, "donde todos son, al mismo tiempo, maestros y discípulos".
4. Según Gramsci, preparar la clase obrera para que alcance su meta histórica significa efectivamente "organizar al proletariado en clase dominante". El descubrimiento de los consejos obreros por el proletariado revolucionario es el hecho principal de las revoluciones del siglo XX. El consejo obrero es "el órgano más adecuado que el proletariado haya conseguido expresar desde la experiencia viva y fecunda de la comunidad del trabajo". Es el fundamento del "Ordine Nuovo".
El estalinismo
1. Las metamorfosis de la Revolución rusa y el desarrollo de la burocracia como nueva clase dirigente van a transformar la teoría revolucionaria de Marx en una ideología utilizada para justificar el sistema político instaurado en Rusia. El marxismo-leninismo ortodoxo y dogmático tuvo sus sacerdotes y sus fieles. Jdanov, en nombre del Partido comunista de la URSS, legisla para todo el movimiento comunista internacional en materia de doctrina, arte, ciencia y filosofía. El "diamante" (materialismo dialéctico) y el "realismo socialista" constituyen la "ciencia fabulosa" que reducen a la nada todos los descubrimientos "burgueses, cosmopolíticos y objetivistas" (como el psicoanálisis, la teoría relativista de Einstein, la pintura impresionista, etc.).
2. Dos ejemplos franceses pueden ilustrar ese modelo de marxismo ortodoxo ; se trata de Roger Garaudy y de Louis Althusser. El primero sigue un itinerario político e ideológico más o menos fiel a la evolución del Partido comunista francés (PCF) del que fue dirigente entre 1945 y 1969. Su primer trabajo filosófico es su tesis doctoral presentada en 1953 en la Sorbonne. La Teoría materialista del conocimiento se inscribe dentro de la ortodoxia jdanovista que define al marxismo como una "filosofía" científica. Partidario del dogmatismo ideológico contra las tendencias críticas que se amplifican tras la muerte de Stalin, Garaudy tan sólo se convirtió al liberalismo muchos años después. Autor de Humanismo y Marxismo, de la Moral marxista y de un importante trabajo sobre Hegel, Dios ha muerto, se convierte en director del "Centro de estudios y de investigaciones marxistas" y organiza las "Semanas del pensamiento marxista". En Realismo sin orillas, se abre al arte "burgués" y sale en defensa de Kafka, de Saint-John Perse y de Picasso. Al mismo tiempo, entabla un gran diálogo con los cristianos y participa en varios debates con teólogos católicos y protestantes, en búsqueda de un entendimiento y de una convergencia. Partidario de un "socialismo abierto y humanista", Garaudy defiende la causa de Dubcek en Checoslovaquia y condena duramente la intervención rusa, por lo que es amonestado por su partido.
3. Louis Althusser, sin acceder a la jerarquía del partido, ha desarrollado en una relativa independencia una nueva interpretación de la obra de Marx. Profesor en l'Ecole normale supérieure, donde se juntan numerosos discípulos, apela a la gran tradición filosófica del "socialismo científico" : "Marx - Engels - Lenin - Stalin - Mao." Althusser, miembro del partido, proclama que "Stalin es uno de los filósofos más importantes de nuestro tiempo". En sus dos libros La Revolución teórica de Marx y Para leer el Capital, intenta fundar una "filosofía marxista", completando la teoría científica de la historia descubierta por los fundadores. Con ese propósito, toma prestados de filósofos modernos, generalmente estructuralistas (como Claude Levi-Strauss, Jacques Lacan e incluso Gaston Bachelard) conceptos nuevos para ilustrar una nueva lectura de Marx.
4. Según Althusser, todas las obras de juventud de Marx no son todavía "marxistas" y siguen influenciadas bien por Hegel, bien por Feuerbach. Así ocurre con el concepto fundamental de "alienación". La obra científica y específicamente "marxista" de Marx empieza con El Capital, es decir, después de 1867. Negando cualquier aspecto humanista en el pensamiento de Marx e insistiendo sobre su carácter científico, Althusser opera un regreso a la antigua ortodoxia, a través de la fidelidad al estalinismo ideológico. Su influencia en el seno de una fracción de la juventud estudiantil y de los medios intelectuales de izquierdas le vale una cierta tolerancia por parte de la dirección del PCF que puede temer el fortalecimiento de corrientes pro-chinas, dentro y fuera del partido.
El revisionismo postestalinista
1. La muerte de Stalin primero y luego el "Informe Kruschev" en el XX Congreso del PCUS desencadenan una inmensa campaña de crítica a través de todo el movimiento comunista internacional. Pero es sobre todo la insurrección de Budapest (1956) que marca la época del "deshielo". Los intelectuales de los países del Este van a proporcionar la mejor introducción a los temas fundamentales del pensamiento marxista a través de la amplia crítica desarrollada por esos autores "revisionistas" de los años 1956-1957. Mediante su crítica al totalitarismo estalinista, preparan las armas que utilizarán los insurrectos de Polonia y Hungría en su lucha contra la dictadura burocrática. Según esa crítica, todas las alienaciones analizadas por Marx se encuentran en la sociedad socialista y denunciadas como tales. La lucha por la "desalienación" total de la humanidad parece entrar en una nueva fase histórica.
2. El aplastamiento de la insurrección húngara provoca una profunda crisis de conciencia en los intelectuales comunistas de Europa. Muchos abandonan el partido y descubren el "aire puro de la crítica". En Francia, todos los animadores de la revista Arguments viven la experiencia estalinista y el drama de la desestalinización. Arguments quiere ser la tribuna de un "nuevo marxismo", abierto, humanista y antidogmático. Poniéndolo todo en duda, se especializa en el "cuestionamiento". Sus principales redactores : Kostas Axelos, Edgar Morin, Jean Duvignaud, Fougerollas, F. Chatelet, L. Goldmann, G. Lapassade y Henri Lefebvre. Todos van a contribuir en la elaboración de ese nuevo marxismo "desdogmatizado" y ampliamente "revisado".
3. Henri Lefebvre, antiguo miembro del PCF, es para muchos especialistas el pensador más brillante de esa escuela. Operando una especie de regreso a los orígenes a partir de Problemas actuales del marxismo (1958), escribe una autobiografía crítica, La Suma y el Resto, en la cual pone al día los temas esbozados en sus primeros libros (La Conciencia engañada y Crítica de la vida cotidiana). Insistiendo sobre la importancia del concepto de alienación en el pensamiento de Marx y para la crítica del mundo moderno, Henri Lefebvre declara la guerra al dogmatismo y analiza el fenómeno estalinista. El conjunto de su obra le hace considerar por los "ortodoxos" como el "jefe de filas del revisionismo internacional". La obra de Lefebvre, cuyos ejes principales son la crítica de la sociedad moderna y el restablecimiento de la teoría marxiana en su verdad original. Sin embargo, tiene el defecto, según algunos de sus alumnos, de hacer algunas concesiones a los pensadores a la moda, en particular en los ámbitos sociológicos y lingüisticos.
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Re: MARXISMOS : IDEOLOGIAS Y REVOLUCION
IV. El marxismo alemán
La izquierda alemana
1. La ola revolucionaria que se propaga por Europa después de la Primera guerra mundial empieza a refluir a partir de 1921. La contrarrevolución en Occidente repercute inevitablemente sobre la Revolución rusa, transformada a su vez en "restauración del capitalismo" bajo su forma burocrática. Los revolucionarios alemanes, herederos directos de Rosa Luxemburg y de Liebknecht, son los primeros en percatarse con amargura del nuevo curso de la historia. La escisión del Partido comunista alemán pocos meses después de su fundación en dos fracciones permite a la "izquierda" organizarse en un nuevo partido : el KAPD (Partido comunista obrero). Sus teóricos y partidarios extranjeros intentarán renovar el marxismo revolucionario, reactualizando su núcleo "crítico y revolucionario".
2. Tomando como punto de partida el lema "Todo el poder para los consejos obreros", la crítica de izquierda dirigió sus ataques hacia el bolchevismo leninista considerado como el heredero de la ortodoxia socialdemócrata y de su reformismo. Es esa corriente que Lenin critica en La Enfermedad infantil del comunismo bajo la etiqueta de "ultraizquierda". Los "comunistas de consejos" piensan que el hecho de subordinar el Movimiento comunista internacional a las necesidades nacionales de Rusia - es decir a su Estado -, la Tercera Internacional repite la historia de la Segunda porque "renuncia al internacionalismo proletario por el imperialismo nacional".
3. El teórico más destacado de la escuela alemana fue Karl Korsch (1886-1961). Cuando en 1923 publica su ensayo Marxismo y filosofía, se enfrenta tanto a Kautsky y a sus discípulos que a los ideólogos del bolchevismo triunfante. La desaprobación común que se eleva contra Korsch y su libro puede hacer pensar que el movimiento leninista es todavía parte integrante de la ortodoxia de Kautsky. Denunciado como herejía "revisionista", Marxismo y filosofía tenía la ambición de restablecer la relación dialéctica que existe entre el movimiento revolucionario real y su expresión teórica que está más allá de la ciencia y de la filosofía burguesa. Elevar al "materialismo dialéctico" en ley invariable del proceso histórico y cósmico - como lo han hecho Engels y Lenin - es, según Korsch, contrario al pensamiento de Marx. Ahí yace la raíz de la transformación de la teoría de la revolución proletaria en "Weltanschauung", sin vínculo con la lucha de clases.
El freudomarxismo
1. En paralelo al desarrollo de la contrarrevolución, un prodigioso movimiento intelectual aparece en la República de Weimar. De la confrontación del marxismo con el psicoanálisis nace un nuevo pensamiento generalmente conocido con el nombre de Escuela de Fráncfort, cuyo antepasado es Wilhelm Reich.
2. Psicoanalista herético y miembro no ortodoxo del Partido comunista, Reich ve como sus libros son quemados simultáneamente en la URSS, en la Alemania hitleriana y en los Estados Unidos. Su obra es considerada por Herbert Marcuse como "la tentativa más radical para desarrollar la teoría social implícita en Freud". Reich milita durante varios años al mismo tiempo en el Círculo Psicoanalítico de Viena y en las Juventudes comunistas de Berlín. Acaba siendo excluido de ambos grupos. Según el autor de La Revolución Sexual, tan sólo una transformación radical de la sociedad podría acabar con las neurosis : el futuro del psicoanálisis no es la clínica, sino la revolución social. Marxismo y psicoanálisis tienen un único y mismo fin, concluye Reich en sus escritos de 1930 a 1933, en particular en La Lucha sexual de los jóvenes.
3. Esas ideas son retomadas y desarrolladas, a la luz de la filosofía alemana (principalmente el hegelianismo) y de las ciencias humanas emergentes, por los promotores del Instituto de Investigación Social de Fráncfort : Adorno, Horkheimer, Marcuse y Fromm. La "autoridad y la familia" proporcionan los temas de sus primeras investigaciones que continúan después en Estados Unidos con la publicación de Estudios sobre la personalidad y la familia. En 1947, Adorno y Horkheimer publican Dialéctica de la Ilustración, estudio consagrado principalmente a Hegel, filósofo de la revolución burguesa. Adorno denuncia la "mistificación filosófica" de Heidegger, "heredero de la decadencia nacional-socialista", y ataca todas las formas de totalitarismo, entre las cuales sitúa al marxismo estalinista.
4. Es a partir de una reflexión sobre Hegel que Herbert Marcuse inaugura su obra. Publica La Ontología de Hegel en 1932 y contribuye junto a Adorno y Horkheimer en profundizar los vínculos entre Marx y Freud. En 1941, publica una interpretación marxista de Hegel, Razón y Revolución. Procede a un ajuste de cuentas con el marxismo oficial en El Marxismo Soviético (1958), definiéndolo como la "superestructura ideológica" de una sociedad represiva, dominada por la burocracia estalinista. "Aunque haya una diferencia fundamental entre las sociedades occidentales y la soviética, hay en paralelo una fuerte corriente hacia la equiparación", escribe Marcuse. Pero el libro que le otorga una celebridad mundial es Eros y Civilización donde critica el pesimismo de Freud sobre el porvenir de la cultura y ataca con violencia el culturalismo de Erich Fromm, al que acusa de predicar en favor de la adaptación a la opresión. El Hombre Unidimensional describe de forma desesperada las estructuras totalitarias de la sociedad moderna, sin oposición ni perspectivas revolucionarias.
La izquierda alemana
1. La ola revolucionaria que se propaga por Europa después de la Primera guerra mundial empieza a refluir a partir de 1921. La contrarrevolución en Occidente repercute inevitablemente sobre la Revolución rusa, transformada a su vez en "restauración del capitalismo" bajo su forma burocrática. Los revolucionarios alemanes, herederos directos de Rosa Luxemburg y de Liebknecht, son los primeros en percatarse con amargura del nuevo curso de la historia. La escisión del Partido comunista alemán pocos meses después de su fundación en dos fracciones permite a la "izquierda" organizarse en un nuevo partido : el KAPD (Partido comunista obrero). Sus teóricos y partidarios extranjeros intentarán renovar el marxismo revolucionario, reactualizando su núcleo "crítico y revolucionario".
2. Tomando como punto de partida el lema "Todo el poder para los consejos obreros", la crítica de izquierda dirigió sus ataques hacia el bolchevismo leninista considerado como el heredero de la ortodoxia socialdemócrata y de su reformismo. Es esa corriente que Lenin critica en La Enfermedad infantil del comunismo bajo la etiqueta de "ultraizquierda". Los "comunistas de consejos" piensan que el hecho de subordinar el Movimiento comunista internacional a las necesidades nacionales de Rusia - es decir a su Estado -, la Tercera Internacional repite la historia de la Segunda porque "renuncia al internacionalismo proletario por el imperialismo nacional".
3. El teórico más destacado de la escuela alemana fue Karl Korsch (1886-1961). Cuando en 1923 publica su ensayo Marxismo y filosofía, se enfrenta tanto a Kautsky y a sus discípulos que a los ideólogos del bolchevismo triunfante. La desaprobación común que se eleva contra Korsch y su libro puede hacer pensar que el movimiento leninista es todavía parte integrante de la ortodoxia de Kautsky. Denunciado como herejía "revisionista", Marxismo y filosofía tenía la ambición de restablecer la relación dialéctica que existe entre el movimiento revolucionario real y su expresión teórica que está más allá de la ciencia y de la filosofía burguesa. Elevar al "materialismo dialéctico" en ley invariable del proceso histórico y cósmico - como lo han hecho Engels y Lenin - es, según Korsch, contrario al pensamiento de Marx. Ahí yace la raíz de la transformación de la teoría de la revolución proletaria en "Weltanschauung", sin vínculo con la lucha de clases.
El freudomarxismo
1. En paralelo al desarrollo de la contrarrevolución, un prodigioso movimiento intelectual aparece en la República de Weimar. De la confrontación del marxismo con el psicoanálisis nace un nuevo pensamiento generalmente conocido con el nombre de Escuela de Fráncfort, cuyo antepasado es Wilhelm Reich.
2. Psicoanalista herético y miembro no ortodoxo del Partido comunista, Reich ve como sus libros son quemados simultáneamente en la URSS, en la Alemania hitleriana y en los Estados Unidos. Su obra es considerada por Herbert Marcuse como "la tentativa más radical para desarrollar la teoría social implícita en Freud". Reich milita durante varios años al mismo tiempo en el Círculo Psicoanalítico de Viena y en las Juventudes comunistas de Berlín. Acaba siendo excluido de ambos grupos. Según el autor de La Revolución Sexual, tan sólo una transformación radical de la sociedad podría acabar con las neurosis : el futuro del psicoanálisis no es la clínica, sino la revolución social. Marxismo y psicoanálisis tienen un único y mismo fin, concluye Reich en sus escritos de 1930 a 1933, en particular en La Lucha sexual de los jóvenes.
3. Esas ideas son retomadas y desarrolladas, a la luz de la filosofía alemana (principalmente el hegelianismo) y de las ciencias humanas emergentes, por los promotores del Instituto de Investigación Social de Fráncfort : Adorno, Horkheimer, Marcuse y Fromm. La "autoridad y la familia" proporcionan los temas de sus primeras investigaciones que continúan después en Estados Unidos con la publicación de Estudios sobre la personalidad y la familia. En 1947, Adorno y Horkheimer publican Dialéctica de la Ilustración, estudio consagrado principalmente a Hegel, filósofo de la revolución burguesa. Adorno denuncia la "mistificación filosófica" de Heidegger, "heredero de la decadencia nacional-socialista", y ataca todas las formas de totalitarismo, entre las cuales sitúa al marxismo estalinista.
4. Es a partir de una reflexión sobre Hegel que Herbert Marcuse inaugura su obra. Publica La Ontología de Hegel en 1932 y contribuye junto a Adorno y Horkheimer en profundizar los vínculos entre Marx y Freud. En 1941, publica una interpretación marxista de Hegel, Razón y Revolución. Procede a un ajuste de cuentas con el marxismo oficial en El Marxismo Soviético (1958), definiéndolo como la "superestructura ideológica" de una sociedad represiva, dominada por la burocracia estalinista. "Aunque haya una diferencia fundamental entre las sociedades occidentales y la soviética, hay en paralelo una fuerte corriente hacia la equiparación", escribe Marcuse. Pero el libro que le otorga una celebridad mundial es Eros y Civilización donde critica el pesimismo de Freud sobre el porvenir de la cultura y ataca con violencia el culturalismo de Erich Fromm, al que acusa de predicar en favor de la adaptación a la opresión. El Hombre Unidimensional describe de forma desesperada las estructuras totalitarias de la sociedad moderna, sin oposición ni perspectivas revolucionarias.
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Re: MARXISMOS : IDEOLOGIAS Y REVOLUCION
V. Los situacionistas
1. Creada en 1957 por un grupo internacional de artistas revolucionarios, la Internacional Situacionista se ha convertido a partir de los años 60, tras varias exclusiones, en "un grupo internacional de teóricos" que se reclaman del dadaismo y del surrealismo, pero sobre todo del pensamiento histórico de Hegel y de Marx. Retomando ciertos temas fundamentales de la crítica de Marx, desarrollan una crítica unitaria del mundo contemporáneo, a la vez geográfico - denunciando todos los poderes que existen en el mundo como opresivos - e históricos - a través de la crítica de todas las "alienaciones" desarrolladas por el capitalismo moderno, burgués en el Oeste y burocrático en el Este.
2. El tema central desarrollado en La Sociedad del Espectáculo de Guy Debord es la crítica objetiva del mundo capitalista actual, concebido como "espectáculo". La teoría del espectáculo retoma el análisis de la mercancía en el primer capítulo del Capital. En el espectáculo, todo está al revés, lo real se convierte en ideología, y esta, "materializada", se ha convertido en algo real, en el sentido que invade todos los ámbitos de la vida social e individual. La ausencia de vida real es el modo de existencia dominante en la sociedad moderna. El espectáculo sólo es en realidad un momento del desarrollo de la producción mercantil en el cual "lo verdadero es un momento de lo falso". De igual forma que la religión, el espectáculo separa al humano de su ser, y le hace moverse en el mundo irreal de la imagen.
3. Después de haber hecho la crítica del urbanismo, de la cultura y de la ideología, Debord evoca la perspectiva de liberación en el movimiento revolucionario del proletariado asaltando de nuevo la sociedad capitalista. Tan sólo una revolución proletaria, conciente de sus metas, podrá acabar con las alienaciones que dominan la vida de todos ; una revolución de ese tipo debe de tener como programa la realización del poder absoluto de los consejos obreros, la abolición de todas las separaciones : Estado, clases, familia, religión e ideología, etc.
4. Publicado a finales de 1967, el libro de Raoul Vaneigem, Tratado de saber vivir para nuevas generaciones, se convierte en una de las referencias de los jóvenes insurrectos de Mayo de 1968. Partiendo de una crítica global del viejo mundo, Raoul Vaneigem se centra en sacar a luz de la tradición del rechazo y de la contestación contemporánea, las nuevas oportunidades revolucionarias. Mientras que Debord parte de la crítica fría del espectáculo, Vaneigem denuncia, desde la "subjetividad radical", la supervivencia que opone a la vida auténtica, y que todo el mundo experimenta en el mundo de la opresión. Pero ambos convergen en el rechazo radical de todo lo que existe independientemente del ser humano y en ahondar en el proyecto del hombre total. El sujeto de la "autogestión generalizada" (que es el fin y el medio para la realización de tal proyecto) es el proletariado, es decir todos aquellos que "no tienen ningún poder sobre sus vidas y que lo saben".
1. Creada en 1957 por un grupo internacional de artistas revolucionarios, la Internacional Situacionista se ha convertido a partir de los años 60, tras varias exclusiones, en "un grupo internacional de teóricos" que se reclaman del dadaismo y del surrealismo, pero sobre todo del pensamiento histórico de Hegel y de Marx. Retomando ciertos temas fundamentales de la crítica de Marx, desarrollan una crítica unitaria del mundo contemporáneo, a la vez geográfico - denunciando todos los poderes que existen en el mundo como opresivos - e históricos - a través de la crítica de todas las "alienaciones" desarrolladas por el capitalismo moderno, burgués en el Oeste y burocrático en el Este.
2. El tema central desarrollado en La Sociedad del Espectáculo de Guy Debord es la crítica objetiva del mundo capitalista actual, concebido como "espectáculo". La teoría del espectáculo retoma el análisis de la mercancía en el primer capítulo del Capital. En el espectáculo, todo está al revés, lo real se convierte en ideología, y esta, "materializada", se ha convertido en algo real, en el sentido que invade todos los ámbitos de la vida social e individual. La ausencia de vida real es el modo de existencia dominante en la sociedad moderna. El espectáculo sólo es en realidad un momento del desarrollo de la producción mercantil en el cual "lo verdadero es un momento de lo falso". De igual forma que la religión, el espectáculo separa al humano de su ser, y le hace moverse en el mundo irreal de la imagen.
3. Después de haber hecho la crítica del urbanismo, de la cultura y de la ideología, Debord evoca la perspectiva de liberación en el movimiento revolucionario del proletariado asaltando de nuevo la sociedad capitalista. Tan sólo una revolución proletaria, conciente de sus metas, podrá acabar con las alienaciones que dominan la vida de todos ; una revolución de ese tipo debe de tener como programa la realización del poder absoluto de los consejos obreros, la abolición de todas las separaciones : Estado, clases, familia, religión e ideología, etc.
4. Publicado a finales de 1967, el libro de Raoul Vaneigem, Tratado de saber vivir para nuevas generaciones, se convierte en una de las referencias de los jóvenes insurrectos de Mayo de 1968. Partiendo de una crítica global del viejo mundo, Raoul Vaneigem se centra en sacar a luz de la tradición del rechazo y de la contestación contemporánea, las nuevas oportunidades revolucionarias. Mientras que Debord parte de la crítica fría del espectáculo, Vaneigem denuncia, desde la "subjetividad radical", la supervivencia que opone a la vida auténtica, y que todo el mundo experimenta en el mundo de la opresión. Pero ambos convergen en el rechazo radical de todo lo que existe independientemente del ser humano y en ahondar en el proyecto del hombre total. El sujeto de la "autogestión generalizada" (que es el fin y el medio para la realización de tal proyecto) es el proletariado, es decir todos aquellos que "no tienen ningún poder sobre sus vidas y que lo saben".
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Re: MARXISMOS : IDEOLOGIAS Y REVOLUCION
Bien.
Es interesante ver como la burguesía de izquierdas se ha apoderado de las ideas de Marx para sus propios fines.
Es interesante ver como la burguesía de izquierdas se ha apoderado de las ideas de Marx para sus propios fines.
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Re: MARXISMOS : IDEOLOGIAS Y REVOLUCION
para un análisis más pormenorizado, véase el capítulo 4 de la sociedad del espectáculo : http://www.observacionesfilosoficas.net/download/sociedadDebord.pdf
tesis 98 :
Lenin no ha sido, como pensador marxista, sino el kautskista fiel y consecuente que aplicaba la ideología revolucionaria de este "marxismo ortodoxo" en las condiciones rusas, condiciones que no permitían la práctica reformista que la II Internacional llevaba consigo en contrapartida.
La dirección exterior del proletariado, actuando por medio de un partido clandestino disciplinado, sometido a los intelectuales convertidos en "revolucionarios
profesionales", constituye aquí una profesión que no quiere pactar con ninguna
profesión dirigente de la sociedad capitalista (el régimen político zarista era por
otra parte incapaz de ofrecer tal apertura que se basa en un estado avanzado
del poder de la burguesía). Se convierte pues en la profesión de la dirección
absoluta de la sociedad.
tesis 98 :
Lenin no ha sido, como pensador marxista, sino el kautskista fiel y consecuente que aplicaba la ideología revolucionaria de este "marxismo ortodoxo" en las condiciones rusas, condiciones que no permitían la práctica reformista que la II Internacional llevaba consigo en contrapartida.
La dirección exterior del proletariado, actuando por medio de un partido clandestino disciplinado, sometido a los intelectuales convertidos en "revolucionarios
profesionales", constituye aquí una profesión que no quiere pactar con ninguna
profesión dirigente de la sociedad capitalista (el régimen político zarista era por
otra parte incapaz de ofrecer tal apertura que se basa en un estado avanzado
del poder de la burguesía). Se convierte pues en la profesión de la dirección
absoluta de la sociedad.
» La contra-revolución no fue sólo obra del fascismo sino también de la llamada "república democrática y popular", que impidió llevar a cabo la revolución social
» guerra civil española : revolución y contrarrevolución
» Dictadura o Revolucion?
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» Es la hora de la revolucion?
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