clara_mercury escribió:habéis caído era pa ver que decías jana, si ya sabes que amo a tu hermano
Me parece bien, me caes bien
clara_mercury escribió:habéis caído era pa ver que decías jana, si ya sabes que amo a tu hermano
Janita Opción B escribió:clara_mercury escribió:habéis caído era pa ver que decías jana, si ya sabes que amo a tu hermano
Me parece bien, me caes bien
clara_mercury escribió:Janita Opción B escribió:clara_mercury escribió:habéis caído era pa ver que decías jana, si ya sabes que amo a tu hermano
Me parece bien, me caes bien
Lo se me hago querer
Lucho21 escribió:No si al final saldré escaldado, pero de q iba la novela??? tanto desviar como profesionales por aquí
PD: si si, partidazo como diria el amigo Felix, si ya gana el madrid no os preocupeis, pa' q animar más
Janita Opción B escribió:... entre todos?
Vaaaaaale, sé que soy "la loca de los libros" (no puedo evitarlo) pero... ¿alguien se atreve? ¿Qué tal si intentáramos entre todos hacer un ejercicio de ingenio escribiendo un relato? Imaginemos un título o, mejor, veamos cómo se desarrolla para ponerle uno adecuado
Podría empezar más o menos así:
"Todos buscamos una ilusión. Todos queremos ilusionarnos de alguna manera aunque no sepamos muy bien con qué. Es algo que necesitamos para seguir adelante cuando el camino se nos hace largo y hace mucho tiempo que lo sentimos polvoriento y solitario. No se trata de un amor de película, ni de un enamoramiento… es algo menos y, a la vez, más bonito: la ilusión es esperanza, la ilusión es espera e incertidumbre ante lo que puede pasar… lo que puede o no llegar; es bonita porque no nos decepciona, porque está en nuestra mente y la sentimos como algo irreal pero gratificante. Seguramente cuando la perdamos nos dejará un regusto amargo pero mientras permanezca en nuestro corazón… nos hará felices. Por eso, a veces, dilatamos el encuentro, por eso nos negamos a creer que exista o dejamos de creer en ella… decimos: “yo ya no tengo ilusión por nada” y, en lugar de decírselo a los demás, nos lo estamos gritando a nosotros mismos porque pretendemos que nos resuene en el alma para mentalizarnos de que es cierto. Cuando la encontramos, tememos perderla y eso nos vuelve cautelosos… recelamos de hacer o decir algo por si esa ilusión se desvanece y volvemos a desear otra o incluso que vuelva la misma y mientras tanto estamos insatisfechos. A veces damos tumbos y no conseguimos centrarnos en la ilusión que se nos presenta porque hay tantas cosas a nuestro alrededor que nos impiden ver con claridad lo verdaderamente importante. Otras veces es cierto que no tenemos ilusión… que nos sentimos vacíos y todo nos parece hueco, nos parece igual, seguimos actuando como autómatas en este mundo que se nos antoja terrible (a pesar de que es maravilloso)."
Si alguien quiere seguir... adelante
Janita Opción B escribió:... entre todos?
Vaaaaaale, sé que soy "la loca de los libros" (no puedo evitarlo) pero... ¿alguien se atreve? ¿Qué tal si intentáramos entre todos hacer un ejercicio de ingenio escribiendo un relato? Imaginemos un título o, mejor, veamos cómo se desarrolla para ponerle uno adecuado
Podría empezar más o menos así:
"Todos buscamos una ilusión. Todos queremos ilusionarnos de alguna manera aunque no sepamos muy bien con qué. Es algo que necesitamos para seguir adelante cuando el camino se nos hace largo y hace mucho tiempo que lo sentimos polvoriento y solitario. No se trata de un amor de película, ni de un enamoramiento… es algo menos y, a la vez, más bonito: la ilusión es esperanza, la ilusión es espera e incertidumbre ante lo que puede pasar… lo que puede o no llegar; es bonita porque no nos decepciona, porque está en nuestra mente y la sentimos como algo irreal pero gratificante. Seguramente cuando la perdamos nos dejará un regusto amargo pero mientras permanezca en nuestro corazón… nos hará felices. Por eso, a veces, dilatamos el encuentro, por eso nos negamos a creer que exista o dejamos de creer en ella… decimos: “yo ya no tengo ilusión por nada” y, en lugar de decírselo a los demás, nos lo estamos gritando a nosotros mismos porque pretendemos que nos resuene en el alma para mentalizarnos de que es cierto. Cuando la encontramos, tememos perderla y eso nos vuelve cautelosos… recelamos de hacer o decir algo por si esa ilusión se desvanece y volvemos a desear otra o incluso que vuelva la misma y mientras tanto estamos insatisfechos. A veces damos tumbos y no conseguimos centrarnos en la ilusión que se nos presenta porque hay tantas cosas a nuestro alrededor que nos impiden ver con claridad lo verdaderamente importante. Otras veces es cierto que no tenemos ilusión… que nos sentimos vacíos y todo nos parece hueco, nos parece igual, seguimos actuando como autómatas en este mundo que se nos antoja terrible (a pesar de que es maravilloso)."
Si alguien quiere seguir... adelante
Shearer escribió:Bueno, en que quedamos?? O seguimos una novela o la otra, que me hago la picha un lio...
Janita Opción B escribió:Shearer escribió:Bueno, en que quedamos?? O seguimos una novela o la otra, que me hago la picha un lio...
Yo te estaba siguiendo a tí, pero es que Hell ha venido en plan reflexión, más que novela
También estoy un tanto confusa, lo reconozco
HELL escribió:Janita Opción B escribió:Shearer escribió:Bueno, en que quedamos?? O seguimos una novela o la otra, que me hago la picha un lio...
Yo te estaba siguiendo a tí, pero es que Hell ha venido en plan reflexión, más que novela
También estoy un tanto confusa, lo reconozco
No confundamos, de reflexion nada, ENSAYO, podeis seguir con vuestra novela, lo mio era solo para hacer publicidad a la cruzada contra los "hombres paloma".
Janita Opción B escribió:Gracias, Shearer...
sigamos:
"... sucesos que servían para escribir una novela de terror y que ahora, como flashes, cruzaban por su mente. ¿A dónde lo llevaría todo eso? - se preguntaba - ¿Era justo acabar así? En realidad él también había sido una víctima... una víctima de sus deseos, de su desenfreno, de aquellos ojos que se habían encontrado con los suyos tantas veces... pero efectivamente, el destino es caprichoso. Es cruel a veces y se burla de nosotros. Nos maneja a su antojo como si se tratara de un dios que nos cosió hilos en la espalda y nos mueve como a títeres.
Su destino... ¿cuál era en realidad? Hasta hace diez días pensaba que se llamaba Lucía. Pero ahora todo había dado un vuelco inesperado. Era irónico: había pasado de ser un escéptico total a creer en algo que ahora estaba muerto. Y por eso, no tenía ilusión."
dav-7 escribió:lo intente pero....