quien es mejor,
Pase en largo: Xabi Alonso
Pase en corto: Redondo
Control y dominio de balon: Redondo
Disparo: Xabi Alonso
Juego aereo: Redondo
Regate: Redondo
Defensa: Redondo
y vosotros me quereis hacer creer a mi que Xabi Alonso es muy bueno
Es extraño cómo cambian los tiempos. Defendí a Redondo cuando llegó al Madrid y defiendo a Xabi Alonso, al que considero tan bueno o mejor que el futbolista argentino. Redondo fue un gran jugador, pero fue uno de los más criticados por la prensa y en el Bernabéu en sus primeras temporadas. Todo comenzó con su fichaje. Lo recomendó Jorge Valdano, contratado por Ramón Mendoza tras sus magníficas temporadas en el Tenerife, donde había dirigido al jugador argentino. Desde el principio se escuchó una fuerte oposición. Ramón Mendoza, por ejemplo, prefería a Diego Simeone, hasta el punto de producirse un momento dramático que nunca se publicó en la prensa. Redondo llegó con su representante, Ricardo Luri, para firmar el contrato. El agente se reunió con Mendoza para cerrar el contrato, pero a última hora Mendoza alegó una excusa de carácter económico para retirarse de la negociación. Quería a Simeone como fuera. La alarma fue de tal calibre que Valdano le dijo al presidente que no dirigiría al equipo si no fichaban a Redondo. La tensión se alargó durante horas, ante la desolación del futbolista y de Luri, que no entendían el comportamiento de Mendoza. En el entorno del presidente eran mayoría los que no querían a Redondo. Lorenzo Sanz puede dar fe de todo lo que ocurrió. Finalmente, Mendoza sopesó el efecto de una crisis colosal después de los dos fiascos del Madrid en las temporadas 92-93 y 93-94. Cedió a la presión de Valdano y contrató a Redondo a regañadientes. En su primera temporada en el Madrid, Redondo fue sometido al debate más duro que he observado en el Bernabéu. Un amplísimo sector de la prensa le criticó con saña. Buena parte de los aficionados hicieron lo mismo. La polémica estuvo a punto de desestabilizar al equipo, que finalmente ganó la Liga. Los críticos de Redondo, muy numerosos, aunque ahora parezca que aquello no sucedió nunca, le calificaban de lento, pesado, incapaz de dar un pase de más de cinco metros, débil en el juego aéreo y sin gol. La virulencia de las críticas se apagó por la lesión del jugador argentino, que estuvo algunos meses sin jugar y regresó a falta de cuatro o cinco partidos para el final de la temporada. Sus detractores preferían a Milla, otro excelente centrocampista perjudicado por una polémica excesiva. En la siguiente temporada las críticas se acrecentaron porque muchos periodistas y aficionados unieron la figura de Redondo a la de Valdano, despedido en enero de 1996. El Madrid no se clasificó por primera vez en su historia para una competición europea. No fueron pocos los que achacaron el fracaso a Redondo, que demostró una personalidad inmensa para imponerse a los prejuicios, incluidos los de Capello, que albergaba muchas dudas con respecto al centrocampista. Redondo venció a los críticos y superó las críticas del técnico italiano, que terminó por inclinarse ante la presencia, la personalidad y el liderazgo del futbolista. Estuve en Old Trafford y en el Westphalen con ocasión de los dos célebres partidos de Redondo, y es verdad que fue capital en aquellas eliminatorias. Era un gran jugador, pero no olvido que en sus tres primeros años contó con muy poco apoyo en el periodismo. En cuanto a su historial, ganó dos Ligas -con Valdano y Capello- y dos Copas de Europa. Es curioso, pero ahora se mitifica su figura como si siempre hubiera pertenecido al santoral del Madrid. No es verdad. Redondo pasó momentos durísimos, injustos casi siempre. No sólo no fui un detractor, sino que figuré entre los pocos que le defendieron incondicionalmente. Ahí están las hemerotecas. Dicho esto, considero a Xabi Alonso igual o superior a Redondo, digan lo que digan las encuestas, las mismas que despreciaban al argentino en los años 94 y 95.
pasoShearer escribió:Como olvidamos algunos.
Empapate:
Es extraño cómo cambian los tiempos. Defendí a Redondo cuando llegó al Madrid y defiendo a Xabi Alonso, al que considero tan bueno o mejor que el futbolista argentino. Redondo fue un gran jugador, pero fue uno de los más criticados por la prensa y en el Bernabéu en sus primeras temporadas. Todo comenzó con su fichaje. Lo recomendó Jorge Valdano, contratado por Ramón Mendoza tras sus magníficas temporadas en el Tenerife, donde había dirigido al jugador argentino. Desde el principio se escuchó una fuerte oposición. Ramón Mendoza, por ejemplo, prefería a Diego Simeone, hasta el punto de producirse un momento dramático que nunca se publicó en la prensa. Redondo llegó con su representante, Ricardo Luri, para firmar el contrato. El agente se reunió con Mendoza para cerrar el contrato, pero a última hora Mendoza alegó una excusa de carácter económico para retirarse de la negociación. Quería a Simeone como fuera. La alarma fue de tal calibre que Valdano le dijo al presidente que no dirigiría al equipo si no fichaban a Redondo. La tensión se alargó durante horas, ante la desolación del futbolista y de Luri, que no entendían el comportamiento de Mendoza. En el entorno del presidente eran mayoría los que no querían a Redondo. Lorenzo Sanz puede dar fe de todo lo que ocurrió. Finalmente, Mendoza sopesó el efecto de una crisis colosal después de los dos fiascos del Madrid en las temporadas 92-93 y 93-94. Cedió a la presión de Valdano y contrató a Redondo a regañadientes. En su primera temporada en el Madrid, Redondo fue sometido al debate más duro que he observado en el Bernabéu. Un amplísimo sector de la prensa le criticó con saña. Buena parte de los aficionados hicieron lo mismo. La polémica estuvo a punto de desestabilizar al equipo, que finalmente ganó la Liga. Los críticos de Redondo, muy numerosos, aunque ahora parezca que aquello no sucedió nunca, le calificaban de lento, pesado, incapaz de dar un pase de más de cinco metros, débil en el juego aéreo y sin gol. La virulencia de las críticas se apagó por la lesión del jugador argentino, que estuvo algunos meses sin jugar y regresó a falta de cuatro o cinco partidos para el final de la temporada. Sus detractores preferían a Milla, otro excelente centrocampista perjudicado por una polémica excesiva. En la siguiente temporada las críticas se acrecentaron porque muchos periodistas y aficionados unieron la figura de Redondo a la de Valdano, despedido en enero de 1996. El Madrid no se clasificó por primera vez en su historia para una competición europea. No fueron pocos los que achacaron el fracaso a Redondo, que demostró una personalidad inmensa para imponerse a los prejuicios, incluidos los de Capello, que albergaba muchas dudas con respecto al centrocampista. Redondo venció a los críticos y superó las críticas del técnico italiano, que terminó por inclinarse ante la presencia, la personalidad y el liderazgo del futbolista. Estuve en Old Trafford y en el Westphalen con ocasión de los dos célebres partidos de Redondo, y es verdad que fue capital en aquellas eliminatorias. Era un gran jugador, pero no olvido que en sus tres primeros años contó con muy poco apoyo en el periodismo. En cuanto a su historial, ganó dos Ligas -con Valdano y Capello- y dos Copas de Europa. Es curioso, pero ahora se mitifica su figura como si siempre hubiera pertenecido al santoral del Madrid. No es verdad. Redondo pasó momentos durísimos, injustos casi siempre. No sólo no fui un detractor, sino que figuré entre los pocos que le defendieron incondicionalmente. Ahí están las hemerotecas. Dicho esto, considero a Xabi Alonso igual o superior a Redondo, digan lo que digan las encuestas, las mismas que despreciaban al argentino en los años 94 y 95.
lagarto escribió:pasoShearer escribió:Como olvidamos algunos.
Empapate:
Es extraño cómo cambian los tiempos. Defendí a Redondo cuando llegó al Madrid y defiendo a Xabi Alonso, al que considero tan bueno o mejor que el futbolista argentino. Redondo fue un gran jugador, pero fue uno de los más criticados por la prensa y en el Bernabéu en sus primeras temporadas. Todo comenzó con su fichaje. Lo recomendó Jorge Valdano, contratado por Ramón Mendoza tras sus magníficas temporadas en el Tenerife, donde había dirigido al jugador argentino. Desde el principio se escuchó una fuerte oposición. Ramón Mendoza, por ejemplo, prefería a Diego Simeone, hasta el punto de producirse un momento dramático que nunca se publicó en la prensa. Redondo llegó con su representante, Ricardo Luri, para firmar el contrato. El agente se reunió con Mendoza para cerrar el contrato, pero a última hora Mendoza alegó una excusa de carácter económico para retirarse de la negociación. Quería a Simeone como fuera. La alarma fue de tal calibre que Valdano le dijo al presidente que no dirigiría al equipo si no fichaban a Redondo. La tensión se alargó durante horas, ante la desolación del futbolista y de Luri, que no entendían el comportamiento de Mendoza. En el entorno del presidente eran mayoría los que no querían a Redondo. Lorenzo Sanz puede dar fe de todo lo que ocurrió. Finalmente, Mendoza sopesó el efecto de una crisis colosal después de los dos fiascos del Madrid en las temporadas 92-93 y 93-94. Cedió a la presión de Valdano y contrató a Redondo a regañadientes. En su primera temporada en el Madrid, Redondo fue sometido al debate más duro que he observado en el Bernabéu. Un amplísimo sector de la prensa le criticó con saña. Buena parte de los aficionados hicieron lo mismo. La polémica estuvo a punto de desestabilizar al equipo, que finalmente ganó la Liga. Los críticos de Redondo, muy numerosos, aunque ahora parezca que aquello no sucedió nunca, le calificaban de lento, pesado, incapaz de dar un pase de más de cinco metros, débil en el juego aéreo y sin gol. La virulencia de las críticas se apagó por la lesión del jugador argentino, que estuvo algunos meses sin jugar y regresó a falta de cuatro o cinco partidos para el final de la temporada. Sus detractores preferían a Milla, otro excelente centrocampista perjudicado por una polémica excesiva. En la siguiente temporada las críticas se acrecentaron porque muchos periodistas y aficionados unieron la figura de Redondo a la de Valdano, despedido en enero de 1996. El Madrid no se clasificó por primera vez en su historia para una competición europea. No fueron pocos los que achacaron el fracaso a Redondo, que demostró una personalidad inmensa para imponerse a los prejuicios, incluidos los de Capello, que albergaba muchas dudas con respecto al centrocampista. Redondo venció a los críticos y superó las críticas del técnico italiano, que terminó por inclinarse ante la presencia, la personalidad y el liderazgo del futbolista. Estuve en Old Trafford y en el Westphalen con ocasión de los dos célebres partidos de Redondo, y es verdad que fue capital en aquellas eliminatorias. Era un gran jugador, pero no olvido que en sus tres primeros años contó con muy poco apoyo en el periodismo. En cuanto a su historial, ganó dos Ligas -con Valdano y Capello- y dos Copas de Europa. Es curioso, pero ahora se mitifica su figura como si siempre hubiera pertenecido al santoral del Madrid. No es verdad. Redondo pasó momentos durísimos, injustos casi siempre. No sólo no fui un detractor, sino que figuré entre los pocos que le defendieron incondicionalmente. Ahí están las hemerotecas. Dicho esto, considero a Xabi Alonso igual o superior a Redondo, digan lo que digan las encuestas, las mismas que despreciaban al argentino en los años 94 y 95.
Shearer escribió:lagarto escribió:pasoShearer escribió:Como olvidamos algunos.
Empapate:
Es extraño cómo cambian los tiempos. Defendí a Redondo cuando llegó al Madrid y defiendo a Xabi Alonso, al que considero tan bueno o mejor que el futbolista argentino. Redondo fue un gran jugador, pero fue uno de los más criticados por la prensa y en el Bernabéu en sus primeras temporadas. Todo comenzó con su fichaje. Lo recomendó Jorge Valdano, contratado por Ramón Mendoza tras sus magníficas temporadas en el Tenerife, donde había dirigido al jugador argentino. Desde el principio se escuchó una fuerte oposición. Ramón Mendoza, por ejemplo, prefería a Diego Simeone, hasta el punto de producirse un momento dramático que nunca se publicó en la prensa. Redondo llegó con su representante, Ricardo Luri, para firmar el contrato. El agente se reunió con Mendoza para cerrar el contrato, pero a última hora Mendoza alegó una excusa de carácter económico para retirarse de la negociación. Quería a Simeone como fuera. La alarma fue de tal calibre que Valdano le dijo al presidente que no dirigiría al equipo si no fichaban a Redondo. La tensión se alargó durante horas, ante la desolación del futbolista y de Luri, que no entendían el comportamiento de Mendoza. En el entorno del presidente eran mayoría los que no querían a Redondo. Lorenzo Sanz puede dar fe de todo lo que ocurrió. Finalmente, Mendoza sopesó el efecto de una crisis colosal después de los dos fiascos del Madrid en las temporadas 92-93 y 93-94. Cedió a la presión de Valdano y contrató a Redondo a regañadientes. En su primera temporada en el Madrid, Redondo fue sometido al debate más duro que he observado en el Bernabéu. Un amplísimo sector de la prensa le criticó con saña. Buena parte de los aficionados hicieron lo mismo. La polémica estuvo a punto de desestabilizar al equipo, que finalmente ganó la Liga. Los críticos de Redondo, muy numerosos, aunque ahora parezca que aquello no sucedió nunca, le calificaban de lento, pesado, incapaz de dar un pase de más de cinco metros, débil en el juego aéreo y sin gol. La virulencia de las críticas se apagó por la lesión del jugador argentino, que estuvo algunos meses sin jugar y regresó a falta de cuatro o cinco partidos para el final de la temporada. Sus detractores preferían a Milla, otro excelente centrocampista perjudicado por una polémica excesiva. En la siguiente temporada las críticas se acrecentaron porque muchos periodistas y aficionados unieron la figura de Redondo a la de Valdano, despedido en enero de 1996. El Madrid no se clasificó por primera vez en su historia para una competición europea. No fueron pocos los que achacaron el fracaso a Redondo, que demostró una personalidad inmensa para imponerse a los prejuicios, incluidos los de Capello, que albergaba muchas dudas con respecto al centrocampista. Redondo venció a los críticos y superó las críticas del técnico italiano, que terminó por inclinarse ante la presencia, la personalidad y el liderazgo del futbolista. Estuve en Old Trafford y en el Westphalen con ocasión de los dos célebres partidos de Redondo, y es verdad que fue capital en aquellas eliminatorias. Era un gran jugador, pero no olvido que en sus tres primeros años contó con muy poco apoyo en el periodismo. En cuanto a su historial, ganó dos Ligas -con Valdano y Capello- y dos Copas de Europa. Es curioso, pero ahora se mitifica su figura como si siempre hubiera pertenecido al santoral del Madrid. No es verdad. Redondo pasó momentos durísimos, injustos casi siempre. No sólo no fui un detractor, sino que figuré entre los pocos que le defendieron incondicionalmente. Ahí están las hemerotecas. Dicho esto, considero a Xabi Alonso igual o superior a Redondo, digan lo que digan las encuestas, las mismas que despreciaban al argentino en los años 94 y 95.
Asi nunca aprenderas...
Tu mismo...
lagarto escribió:Shearer escribió:lagarto escribió:pasoShearer escribió:Como olvidamos algunos.
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Es extraño cómo cambian los tiempos. Defendí a Redondo cuando llegó al Madrid y defiendo a Xabi Alonso, al que considero tan bueno o mejor que el futbolista argentino. Redondo fue un gran jugador, pero fue uno de los más criticados por la prensa y en el Bernabéu en sus primeras temporadas. Todo comenzó con su fichaje. Lo recomendó Jorge Valdano, contratado por Ramón Mendoza tras sus magníficas temporadas en el Tenerife, donde había dirigido al jugador argentino. Desde el principio se escuchó una fuerte oposición. Ramón Mendoza, por ejemplo, prefería a Diego Simeone, hasta el punto de producirse un momento dramático que nunca se publicó en la prensa. Redondo llegó con su representante, Ricardo Luri, para firmar el contrato. El agente se reunió con Mendoza para cerrar el contrato, pero a última hora Mendoza alegó una excusa de carácter económico para retirarse de la negociación. Quería a Simeone como fuera. La alarma fue de tal calibre que Valdano le dijo al presidente que no dirigiría al equipo si no fichaban a Redondo. La tensión se alargó durante horas, ante la desolación del futbolista y de Luri, que no entendían el comportamiento de Mendoza. En el entorno del presidente eran mayoría los que no querían a Redondo. Lorenzo Sanz puede dar fe de todo lo que ocurrió. Finalmente, Mendoza sopesó el efecto de una crisis colosal después de los dos fiascos del Madrid en las temporadas 92-93 y 93-94. Cedió a la presión de Valdano y contrató a Redondo a regañadientes. En su primera temporada en el Madrid, Redondo fue sometido al debate más duro que he observado en el Bernabéu. Un amplísimo sector de la prensa le criticó con saña. Buena parte de los aficionados hicieron lo mismo. La polémica estuvo a punto de desestabilizar al equipo, que finalmente ganó la Liga. Los críticos de Redondo, muy numerosos, aunque ahora parezca que aquello no sucedió nunca, le calificaban de lento, pesado, incapaz de dar un pase de más de cinco metros, débil en el juego aéreo y sin gol. La virulencia de las críticas se apagó por la lesión del jugador argentino, que estuvo algunos meses sin jugar y regresó a falta de cuatro o cinco partidos para el final de la temporada. Sus detractores preferían a Milla, otro excelente centrocampista perjudicado por una polémica excesiva. En la siguiente temporada las críticas se acrecentaron porque muchos periodistas y aficionados unieron la figura de Redondo a la de Valdano, despedido en enero de 1996. El Madrid no se clasificó por primera vez en su historia para una competición europea. No fueron pocos los que achacaron el fracaso a Redondo, que demostró una personalidad inmensa para imponerse a los prejuicios, incluidos los de Capello, que albergaba muchas dudas con respecto al centrocampista. Redondo venció a los críticos y superó las críticas del técnico italiano, que terminó por inclinarse ante la presencia, la personalidad y el liderazgo del futbolista. Estuve en Old Trafford y en el Westphalen con ocasión de los dos célebres partidos de Redondo, y es verdad que fue capital en aquellas eliminatorias. Era un gran jugador, pero no olvido que en sus tres primeros años contó con muy poco apoyo en el periodismo. En cuanto a su historial, ganó dos Ligas -con Valdano y Capello- y dos Copas de Europa. Es curioso, pero ahora se mitifica su figura como si siempre hubiera pertenecido al santoral del Madrid. No es verdad. Redondo pasó momentos durísimos, injustos casi siempre. No sólo no fui un detractor, sino que figuré entre los pocos que le defendieron incondicionalmente. Ahí están las hemerotecas. Dicho esto, considero a Xabi Alonso igual o superior a Redondo, digan lo que digan las encuestas, las mismas que despreciaban al argentino en los años 94 y 95.
Asi nunca aprenderas...
Tu mismo...
para poner tonterias, no entres en mis temas, si tienes algo que debatir, argumenta, pero no me copies y pegues ladrillos absurdos
lagarto escribió:Shearer escribió:lagarto escribió:pasoShearer escribió:Como olvidamos algunos.
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Es extraño cómo cambian los tiempos. Defendí a Redondo cuando llegó al Madrid y defiendo a Xabi Alonso, al que considero tan bueno o mejor que el futbolista argentino. Redondo fue un gran jugador, pero fue uno de los más criticados por la prensa y en el Bernabéu en sus primeras temporadas. Todo comenzó con su fichaje. Lo recomendó Jorge Valdano, contratado por Ramón Mendoza tras sus magníficas temporadas en el Tenerife, donde había dirigido al jugador argentino. Desde el principio se escuchó una fuerte oposición. Ramón Mendoza, por ejemplo, prefería a Diego Simeone, hasta el punto de producirse un momento dramático que nunca se publicó en la prensa. Redondo llegó con su representante, Ricardo Luri, para firmar el contrato. El agente se reunió con Mendoza para cerrar el contrato, pero a última hora Mendoza alegó una excusa de carácter económico para retirarse de la negociación. Quería a Simeone como fuera. La alarma fue de tal calibre que Valdano le dijo al presidente que no dirigiría al equipo si no fichaban a Redondo. La tensión se alargó durante horas, ante la desolación del futbolista y de Luri, que no entendían el comportamiento de Mendoza. En el entorno del presidente eran mayoría los que no querían a Redondo. Lorenzo Sanz puede dar fe de todo lo que ocurrió. Finalmente, Mendoza sopesó el efecto de una crisis colosal después de los dos fiascos del Madrid en las temporadas 92-93 y 93-94. Cedió a la presión de Valdano y contrató a Redondo a regañadientes. En su primera temporada en el Madrid, Redondo fue sometido al debate más duro que he observado en el Bernabéu. Un amplísimo sector de la prensa le criticó con saña. Buena parte de los aficionados hicieron lo mismo. La polémica estuvo a punto de desestabilizar al equipo, que finalmente ganó la Liga. Los críticos de Redondo, muy numerosos, aunque ahora parezca que aquello no sucedió nunca, le calificaban de lento, pesado, incapaz de dar un pase de más de cinco metros, débil en el juego aéreo y sin gol. La virulencia de las críticas se apagó por la lesión del jugador argentino, que estuvo algunos meses sin jugar y regresó a falta de cuatro o cinco partidos para el final de la temporada. Sus detractores preferían a Milla, otro excelente centrocampista perjudicado por una polémica excesiva. En la siguiente temporada las críticas se acrecentaron porque muchos periodistas y aficionados unieron la figura de Redondo a la de Valdano, despedido en enero de 1996. El Madrid no se clasificó por primera vez en su historia para una competición europea. No fueron pocos los que achacaron el fracaso a Redondo, que demostró una personalidad inmensa para imponerse a los prejuicios, incluidos los de Capello, que albergaba muchas dudas con respecto al centrocampista. Redondo venció a los críticos y superó las críticas del técnico italiano, que terminó por inclinarse ante la presencia, la personalidad y el liderazgo del futbolista. Estuve en Old Trafford y en el Westphalen con ocasión de los dos célebres partidos de Redondo, y es verdad que fue capital en aquellas eliminatorias. Era un gran jugador, pero no olvido que en sus tres primeros años contó con muy poco apoyo en el periodismo. En cuanto a su historial, ganó dos Ligas -con Valdano y Capello- y dos Copas de Europa. Es curioso, pero ahora se mitifica su figura como si siempre hubiera pertenecido al santoral del Madrid. No es verdad. Redondo pasó momentos durísimos, injustos casi siempre. No sólo no fui un detractor, sino que figuré entre los pocos que le defendieron incondicionalmente. Ahí están las hemerotecas. Dicho esto, considero a Xabi Alonso igual o superior a Redondo, digan lo que digan las encuestas, las mismas que despreciaban al argentino en los años 94 y 95.
Asi nunca aprenderas...
Tu mismo...
para poner tonterias, no entres en mis temas, si tienes algo que debatir, argumenta, pero no me copies y pegues ladrillos absurdos
Creo que la cuestion esta en que hemos visto a Redondo jugando mucho o poco tiempo en el Madrid y Alonso recien lo tenemos.lagarto escribió:Shearer escribió:lagarto escribió:pasoShearer escribió:Como olvidamos algunos.
Empapate:
Es extraño cómo cambian los tiempos. Defendí a Redondo cuando llegó al Madrid y defiendo a Xabi Alonso, al que considero tan bueno o mejor que el futbolista argentino. Redondo fue un gran jugador, pero fue uno de los más criticados por la prensa y en el Bernabéu en sus primeras temporadas. Todo comenzó con su fichaje. Lo recomendó Jorge Valdano, contratado por Ramón Mendoza tras sus magníficas temporadas en el Tenerife, donde había dirigido al jugador argentino. Desde el principio se escuchó una fuerte oposición. Ramón Mendoza, por ejemplo, prefería a Diego Simeone, hasta el punto de producirse un momento dramático que nunca se publicó en la prensa. Redondo llegó con su representante, Ricardo Luri, para firmar el contrato. El agente se reunió con Mendoza para cerrar el contrato, pero a última hora Mendoza alegó una excusa de carácter económico para retirarse de la negociación. Quería a Simeone como fuera. La alarma fue de tal calibre que Valdano le dijo al presidente que no dirigiría al equipo si no fichaban a Redondo. La tensión se alargó durante horas, ante la desolación del futbolista y de Luri, que no entendían el comportamiento de Mendoza. En el entorno del presidente eran mayoría los que no querían a Redondo. Lorenzo Sanz puede dar fe de todo lo que ocurrió. Finalmente, Mendoza sopesó el efecto de una crisis colosal después de los dos fiascos del Madrid en las temporadas 92-93 y 93-94. Cedió a la presión de Valdano y contrató a Redondo a regañadientes. En su primera temporada en el Madrid, Redondo fue sometido al debate más duro que he observado en el Bernabéu. Un amplísimo sector de la prensa le criticó con saña. Buena parte de los aficionados hicieron lo mismo. La polémica estuvo a punto de desestabilizar al equipo, que finalmente ganó la Liga. Los críticos de Redondo, muy numerosos, aunque ahora parezca que aquello no sucedió nunca, le calificaban de lento, pesado, incapaz de dar un pase de más de cinco metros, débil en el juego aéreo y sin gol. La virulencia de las críticas se apagó por la lesión del jugador argentino, que estuvo algunos meses sin jugar y regresó a falta de cuatro o cinco partidos para el final de la temporada. Sus detractores preferían a Milla, otro excelente centrocampista perjudicado por una polémica excesiva. En la siguiente temporada las críticas se acrecentaron porque muchos periodistas y aficionados unieron la figura de Redondo a la de Valdano, despedido en enero de 1996. El Madrid no se clasificó por primera vez en su historia para una competición europea. No fueron pocos los que achacaron el fracaso a Redondo, que demostró una personalidad inmensa para imponerse a los prejuicios, incluidos los de Capello, que albergaba muchas dudas con respecto al centrocampista. Redondo venció a los críticos y superó las críticas del técnico italiano, que terminó por inclinarse ante la presencia, la personalidad y el liderazgo del futbolista. Estuve en Old Trafford y en el Westphalen con ocasión de los dos célebres partidos de Redondo, y es verdad que fue capital en aquellas eliminatorias. Era un gran jugador, pero no olvido que en sus tres primeros años contó con muy poco apoyo en el periodismo. En cuanto a su historial, ganó dos Ligas -con Valdano y Capello- y dos Copas de Europa. Es curioso, pero ahora se mitifica su figura como si siempre hubiera pertenecido al santoral del Madrid. No es verdad. Redondo pasó momentos durísimos, injustos casi siempre. No sólo no fui un detractor, sino que figuré entre los pocos que le defendieron incondicionalmente. Ahí están las hemerotecas. Dicho esto, considero a Xabi Alonso igual o superior a Redondo, digan lo que digan las encuestas, las mismas que despreciaban al argentino en los años 94 y 95.
Asi nunca aprenderas...
Tu mismo...
para poner tonterias, no entres en mis temas, si tienes algo que debatir, argumenta, pero no me copies y pegues ladrillos absurdos
Azote escribió:
Creo que la cuestion esta en que hemos visto a Redondo jugando mucho o poco tiempo en el Madrid y Alonso recien lo tenemos.
Hace unos dias comente que el gran pecado de Alonso - de momento- es no marcar la diferencia, precisamente para eso fue fichado, todo hay que decirlo.
Ojala y por el bien del equipo que lo haga, aunque lo dudo mucho y ojala me equivoque
No lo veo con pinta de cuajar en este equipo, y ota cosita, Redondo fue mucho Redondo, para quienes tuvimos la suerte de verlo jugar no son comparables,ni de cerca ni de lejos.
Titofloren escribió:Azote escribió:
Creo que la cuestion esta en que hemos visto a Redondo jugando mucho o poco tiempo en el Madrid y Alonso recien lo tenemos.
Hace unos dias comente que el gran pecado de Alonso - de momento- es no marcar la diferencia, precisamente para eso fue fichado, todo hay que decirlo.
Ojala y por el bien del equipo que lo haga, aunque lo dudo mucho y ojala me equivoque
No lo veo con pinta de cuajar en este equipo, y ota cosita, Redondo fue mucho Redondo, para quienes tuvimos la suerte de verlo jugar no son comparables,ni de cerca ni de lejos.
Azote, Redondo fue un jugador bestial, pero en sus primeros años recibió críticas feroces del madridismo (no solo de la prensa), yo he visto como el Bernabeu le pitaba y pedían a Milla un día sí y otro también. Lo que ocurre es que cuando Fernando empezó a deslumbrar todos se subieron al carro de la victoria y ahora muchos de los que le quisieron hundir lo elevan a los altares.
Redondo fue un super crack, pero si analizamos su primera temporada en el Madrid y la comparamos con la de Alonso nos podríamos llevar muchas sorpresas, pero claro, la memoria es débil
Titofloren escribió:Azote escribió:
Creo que la cuestion esta en que hemos visto a Redondo jugando mucho o poco tiempo en el Madrid y Alonso recien lo tenemos.
Hace unos dias comente que el gran pecado de Alonso - de momento- es no marcar la diferencia, precisamente para eso fue fichado, todo hay que decirlo.
Ojala y por el bien del equipo que lo haga, aunque lo dudo mucho y ojala me equivoque
No lo veo con pinta de cuajar en este equipo, y ota cosita, Redondo fue mucho Redondo, para quienes tuvimos la suerte de verlo jugar no son comparables,ni de cerca ni de lejos.
Azote, Redondo fue un jugador bestial, pero en sus primeros años recibió críticas feroces del madridismo (no solo de la prensa), yo he visto como el Bernabeu le pitaba y pedían a Milla un día sí y otro también. Lo que ocurre es que cuando Fernando empezó a deslumbrar todos se subieron al carro de la victoria y ahora muchos de los que le quisieron hundir lo elevan a los altares.
Redondo fue un super crack, pero si analizamos su primera temporada en el Madrid y la comparamos con la de Alonso nos podríamos llevar muchas sorpresas, pero claro, la memoria es débil
Titofloren escribió:lagarto escribió:Shearer escribió:lagarto escribió:pasoShearer escribió:Como olvidamos algunos.
Empapate:
Es extraño cómo cambian los tiempos. Defendí a Redondo cuando llegó al Madrid y defiendo a Xabi Alonso, al que considero tan bueno o mejor que el futbolista argentino. Redondo fue un gran jugador, pero fue uno de los más criticados por la prensa y en el Bernabéu en sus primeras temporadas. Todo comenzó con su fichaje. Lo recomendó Jorge Valdano, contratado por Ramón Mendoza tras sus magníficas temporadas en el Tenerife, donde había dirigido al jugador argentino. Desde el principio se escuchó una fuerte oposición. Ramón Mendoza, por ejemplo, prefería a Diego Simeone, hasta el punto de producirse un momento dramático que nunca se publicó en la prensa. Redondo llegó con su representante, Ricardo Luri, para firmar el contrato. El agente se reunió con Mendoza para cerrar el contrato, pero a última hora Mendoza alegó una excusa de carácter económico para retirarse de la negociación. Quería a Simeone como fuera. La alarma fue de tal calibre que Valdano le dijo al presidente que no dirigiría al equipo si no fichaban a Redondo. La tensión se alargó durante horas, ante la desolación del futbolista y de Luri, que no entendían el comportamiento de Mendoza. En el entorno del presidente eran mayoría los que no querían a Redondo. Lorenzo Sanz puede dar fe de todo lo que ocurrió. Finalmente, Mendoza sopesó el efecto de una crisis colosal después de los dos fiascos del Madrid en las temporadas 92-93 y 93-94. Cedió a la presión de Valdano y contrató a Redondo a regañadientes. En su primera temporada en el Madrid, Redondo fue sometido al debate más duro que he observado en el Bernabéu. Un amplísimo sector de la prensa le criticó con saña. Buena parte de los aficionados hicieron lo mismo. La polémica estuvo a punto de desestabilizar al equipo, que finalmente ganó la Liga. Los críticos de Redondo, muy numerosos, aunque ahora parezca que aquello no sucedió nunca, le calificaban de lento, pesado, incapaz de dar un pase de más de cinco metros, débil en el juego aéreo y sin gol. La virulencia de las críticas se apagó por la lesión del jugador argentino, que estuvo algunos meses sin jugar y regresó a falta de cuatro o cinco partidos para el final de la temporada. Sus detractores preferían a Milla, otro excelente centrocampista perjudicado por una polémica excesiva. En la siguiente temporada las críticas se acrecentaron porque muchos periodistas y aficionados unieron la figura de Redondo a la de Valdano, despedido en enero de 1996. El Madrid no se clasificó por primera vez en su historia para una competición europea. No fueron pocos los que achacaron el fracaso a Redondo, que demostró una personalidad inmensa para imponerse a los prejuicios, incluidos los de Capello, que albergaba muchas dudas con respecto al centrocampista. Redondo venció a los críticos y superó las críticas del técnico italiano, que terminó por inclinarse ante la presencia, la personalidad y el liderazgo del futbolista. Estuve en Old Trafford y en el Westphalen con ocasión de los dos célebres partidos de Redondo, y es verdad que fue capital en aquellas eliminatorias. Era un gran jugador, pero no olvido que en sus tres primeros años contó con muy poco apoyo en el periodismo. En cuanto a su historial, ganó dos Ligas -con Valdano y Capello- y dos Copas de Europa. Es curioso, pero ahora se mitifica su figura como si siempre hubiera pertenecido al santoral del Madrid. No es verdad. Redondo pasó momentos durísimos, injustos casi siempre. No sólo no fui un detractor, sino que figuré entre los pocos que le defendieron incondicionalmente. Ahí están las hemerotecas. Dicho esto, considero a Xabi Alonso igual o superior a Redondo, digan lo que digan las encuestas, las mismas que despreciaban al argentino en los años 94 y 95.
Asi nunca aprenderas...
Tu mismo...
para poner tonterias, no entres en mis temas, si tienes algo que debatir, argumenta, pero no me copies y pegues ladrillos absurdos
Si leyeses el "ladrillo" sabrías que el gran Fernando Redondo (jugador al que yo siempre defendí) tuvo críticas feroces entre el madridismo, se le tachó de las mismas cosas que ahora a Alonso e incluso se prefería a un jugador como Milla (mucho más limitado) que a él.
Shearer ha demostrado que en el Madrid existe la tendencia de machacar a los nuevos a los pocos meses de aterrizar, se hizo con Redondo, con Zidane y con otros muchos y ahora se continúa con Alonso, Kaká y Benzema.
Si de verdad quieres aprender algo de lo que es, ha sido y será la afición blanca deberías pedir disculpas a Shearer y leerte el artículo que te ha puesto. En caso contrario no entiendo para qué escribes en un foro...
Azote escribió:
Tito, pero eso no lo discuto, mi opinion iba encaminada a comparar a los dos, de momento a mi Alonso ni fu ni fa, ni ahora, ni en Inglaterra ni n la seleccion, que quieres que te diga
lagarto escribió:Titofloren escribió:lagarto escribió:Shearer escribió:lagarto escribió:pasoShearer escribió:Como olvidamos algunos.
Empapate:
Es extraño cómo cambian los tiempos. Defendí a Redondo cuando llegó al Madrid y defiendo a Xabi Alonso, al que considero tan bueno o mejor que el futbolista argentino. Redondo fue un gran jugador, pero fue uno de los más criticados por la prensa y en el Bernabéu en sus primeras temporadas. Todo comenzó con su fichaje. Lo recomendó Jorge Valdano, contratado por Ramón Mendoza tras sus magníficas temporadas en el Tenerife, donde había dirigido al jugador argentino. Desde el principio se escuchó una fuerte oposición. Ramón Mendoza, por ejemplo, prefería a Diego Simeone, hasta el punto de producirse un momento dramático que nunca se publicó en la prensa. Redondo llegó con su representante, Ricardo Luri, para firmar el contrato. El agente se reunió con Mendoza para cerrar el contrato, pero a última hora Mendoza alegó una excusa de carácter económico para retirarse de la negociación. Quería a Simeone como fuera. La alarma fue de tal calibre que Valdano le dijo al presidente que no dirigiría al equipo si no fichaban a Redondo. La tensión se alargó durante horas, ante la desolación del futbolista y de Luri, que no entendían el comportamiento de Mendoza. En el entorno del presidente eran mayoría los que no querían a Redondo. Lorenzo Sanz puede dar fe de todo lo que ocurrió. Finalmente, Mendoza sopesó el efecto de una crisis colosal después de los dos fiascos del Madrid en las temporadas 92-93 y 93-94. Cedió a la presión de Valdano y contrató a Redondo a regañadientes. En su primera temporada en el Madrid, Redondo fue sometido al debate más duro que he observado en el Bernabéu. Un amplísimo sector de la prensa le criticó con saña. Buena parte de los aficionados hicieron lo mismo. La polémica estuvo a punto de desestabilizar al equipo, que finalmente ganó la Liga. Los críticos de Redondo, muy numerosos, aunque ahora parezca que aquello no sucedió nunca, le calificaban de lento, pesado, incapaz de dar un pase de más de cinco metros, débil en el juego aéreo y sin gol. La virulencia de las críticas se apagó por la lesión del jugador argentino, que estuvo algunos meses sin jugar y regresó a falta de cuatro o cinco partidos para el final de la temporada. Sus detractores preferían a Milla, otro excelente centrocampista perjudicado por una polémica excesiva. En la siguiente temporada las críticas se acrecentaron porque muchos periodistas y aficionados unieron la figura de Redondo a la de Valdano, despedido en enero de 1996. El Madrid no se clasificó por primera vez en su historia para una competición europea. No fueron pocos los que achacaron el fracaso a Redondo, que demostró una personalidad inmensa para imponerse a los prejuicios, incluidos los de Capello, que albergaba muchas dudas con respecto al centrocampista. Redondo venció a los críticos y superó las críticas del técnico italiano, que terminó por inclinarse ante la presencia, la personalidad y el liderazgo del futbolista. Estuve en Old Trafford y en el Westphalen con ocasión de los dos célebres partidos de Redondo, y es verdad que fue capital en aquellas eliminatorias. Era un gran jugador, pero no olvido que en sus tres primeros años contó con muy poco apoyo en el periodismo. En cuanto a su historial, ganó dos Ligas -con Valdano y Capello- y dos Copas de Europa. Es curioso, pero ahora se mitifica su figura como si siempre hubiera pertenecido al santoral del Madrid. No es verdad. Redondo pasó momentos durísimos, injustos casi siempre. No sólo no fui un detractor, sino que figuré entre los pocos que le defendieron incondicionalmente. Ahí están las hemerotecas. Dicho esto, considero a Xabi Alonso igual o superior a Redondo, digan lo que digan las encuestas, las mismas que despreciaban al argentino en los años 94 y 95.
Asi nunca aprenderas...
Tu mismo...
para poner tonterias, no entres en mis temas, si tienes algo que debatir, argumenta, pero no me copies y pegues ladrillos absurdos
Si leyeses el "ladrillo" sabrías que el gran Fernando Redondo (jugador al que yo siempre defendí) tuvo críticas feroces entre el madridismo, se le tachó de las mismas cosas que ahora a Alonso e incluso se prefería a un jugador como Milla (mucho más limitado) que a él.
Shearer ha demostrado que en el Madrid existe la tendencia de machacar a los nuevos a los pocos meses de aterrizar, se hizo con Redondo, con Zidane y con otros muchos y ahora se continúa con Alonso, Kaká y Benzema.
Si de verdad quieres aprender algo de lo que es, ha sido y será la afición blanca deberías pedir disculpas a Shearer y leerte el artículo que te ha puesto. En caso contrario no entiendo para qué escribes en un foro...
no necesito leer ese ladrillo para saber que Redondo fue incluso pitado en el Bernabeu, sobre todo una vez que perdio un balon en medio campo que acabo en gol
no necesito leer ese ladrillo para saber como es la aficion del Madrid y el publico del Bernabeu
y no necesito leer ese ladrillo para tener mi propia opinion sobre Xabi Alonso
asi que para dartelas de listillo mejor no escribas en los foros
lagarto escribió:
no necesito leer ese ladrillo para saber que Redondo fue incluso pitado en el Bernabeu, sobre todo una vez que perdio un balon en medio campo que acabo en gol
no necesito leer ese ladrillo para saber como es la aficion del Madrid y el publico del Bernabeu
y no necesito leer ese ladrillo para tener mi propia opinion sobre Xabi Alonso
asi que para dartelas de listillo mejor no escribas en los foros
Titofloren escribió:lagarto escribió:
no necesito leer ese ladrillo para saber que Redondo fue incluso pitado en el Bernabeu, sobre todo una vez que perdio un balon en medio campo que acabo en gol
no necesito leer ese ladrillo para saber como es la aficion del Madrid y el publico del Bernabeu
y no necesito leer ese ladrillo para tener mi propia opinion sobre Xabi Alonso
asi que para dartelas de listillo mejor no escribas en los foros
Y soy yo el que me las doy de listillo
Tú mismo con tu propio mecanismo tio
Shearer escribió:Titofloren escribió:lagarto escribió:
no necesito leer ese ladrillo para saber que Redondo fue incluso pitado en el Bernabeu, sobre todo una vez que perdio un balon en medio campo que acabo en gol
no necesito leer ese ladrillo para saber como es la aficion del Madrid y el publico del Bernabeu
y no necesito leer ese ladrillo para tener mi propia opinion sobre Xabi Alonso
asi que para dartelas de listillo mejor no escribas en los foros
Y soy yo el que me las doy de listillo
Tú mismo con tu propio mecanismo tio
Ostia, que caracter tiene este macho!!!
XenXo escribió:dos goles no quieren decir nada, pero me parece patetico que se defienda a alonso diciendo que es mejor que redondo... si ni siquiera esta entre los 10 mejores centrocampistas del momento como va a ser mejor que el argentino?
XenXo escribió:dos goles no quieren decir nada, pero me parece patetico que se defienda a alonso diciendo que es mejor que redondo... si ni siquiera esta entre los 10 mejores centrocampistas del momento como va a ser mejor que el argentino?
clara_mercury escribió:repito alonso en la vida será jamás superior a Redondo
si no que lo diga almedrajense
O esto