David Gistau
"El tránsito hacia otra parte en que está sumido el Madrí deja una sensación extraña. Lo viejo no acaba de morir, y por lo viejo entendemos a Raúl y al recién incorporado a los exquisitos decadentes: Casillas. El portero sigue prodigándose en cantadas que obligan a preguntarse si está para que se le encomiende el Mundial. Y, por otro lado, lo nuevo no acaba de nacer, pero llena el futuro de presagios. Entre medias, el Real Madrid alterna partidazos con gatillazos y aún no es capaz de morder al Barsa al olerle la primera sangre."