link:"Laporta pactó con los Boixos Nois"
Paco Gasó nos cuenta en primera persona sus vivencias como chófer y guardaespaldas del presidente culé en sus primeros meses y de sus tratos con Boixos, políticos, Cruyff, peñistas...
Conocí a Laporta a través de Armand Carabén, que tenía el despacho junto a mi padre. Me dijo que cuidara de Laporta como si fuera un hijo y fui con él desde el Elefant Blau. Ahí trabamos amistad y a partir de entonces comenzó a llamarme cuando me necesitaba.
En las elecciones de 2000 yo estuve con Bassat y Laporta, ya que no me gustaba Gaspart como presidente. Después de esas elecciones Bassat tenía problemas para ir a ver los partidos y mi trabajo consistió en acompañarle y vigilar que nadie se metiera con él.
BOIXOS
La movida con los Boixos empieza cuando dice que este grupo le pide dinero. Y eso no es exactamente así. La reunión la mantuvieron con Santos e Iglesias y lo que le exigieron fue que cumpliese con el pacto que habían hecho la hermana de Laporta y su marido con miembros de los Boixos.
"En las elecciones no le molestarían y él les daría ciertos privilegios después"
Los Boixos habían querido dar el apoyo a Bassat a través de un ex directivo del Barcelona, pero Bassat no había consentido. Entonces se vieron con la candidatura de Laporta, con su hermana y su actual marido, y pactaron que los Boixos les ayudarían a través de firmas y votos.
Yo entonces estaba con Bassat y, cada vez que salía con él, los Boixos se nos echaban encima. Tuve un enfrentamiento con Santos, el enlace de los Boixos con el club, y casi llegamos a las manos, ya que cuando salía Bassat se metían con él y, en cambio, cuando salía Laporta casi le hacían de escolta. Yo preguntaba a Laporta: “¿Qué es lo que pasa?”. Él me guiñaba el ojo.
Luego me enteré de que habían pactado con anterioridad para que le dejaran tranquilo durante las elecciones y nadie se metiera con él. No hace falta recordar que Laporta había sido muy duro con Núñez y con Pulido, que eran los protectores de los Boixos y les ayudaban. Pactaron que no le pasaría nada a Laporta y que de cara a la temporada ya hablarían de varios temas. Uno de ellos fue que les conservaran el cuarto de los Boixos en el Camp Nou, donde guardaban pancartas, banderas y cosas de este tipo. Esto lo sé, dicho por Santos y ratificado por Laporta cuando se lo pregunté. Laporta me dijo: “Eso fue para salir del paso, pero yo no los quiero ver en el campo”.
FICHAJES
Rustu había sido fichado hacía tiempo. La negociación de Márquez fue sencilla y la llevó Sandro. Con el tema del fichaje de Ronaldinho la gente comenzó a ponerse más nerviosa. Había llamadas cada dos por tres por este asunto. Un día le pasaron a Sandro Rosell una llamada. Era Jordi Pujol, que le dijo: “Tráetelo, por favor, Cataluña lo necesita”.
"Pujol dijo un día a Rosell: ‘Tráete a Ronaldinho, Cataluña lo necesita"
Otro día Sandro se puso en contacto con Laporta, que estaba con Ronaldinho en el aeropuerto a punto de subirse a un avión. Lo que no sabía era si coger el avión con destino a Manchester o a Barcelona. Pero al final vino a la Ciudad Condal por la relación que tenía con Sandro, que le había ayudado cuando no era nadie, y a pesar de que la oferta del Manchester United triplicaba la del Barça. Yo fui a recogerlo, pero entonces todavía había nervios porque no sabían cómo harían para pagarlo.
PUYOL
Se llegó a hablar de vender a Puyol por 30 millones de euros. Puyol acababa de renovar con Gaspart, que le había ofrecido un cheque en blanco. La nueva Directiva quería modificar los contratos de algunos jugadores. Puyol no quería bajarse el sueldo. Al igual que Saviola, Kluivert o Cocu, tuvo que aceptar una renovación a la baja. Lo que se barajó entonces fue la posibilidad de vender a Puyol al Milan. Incluso llegó una oferta, pero no se atrevieron a venderle.
"Se planteó seriamente la posibilidad de vender al capitán"
Todos estaban muy contentos con la llegada de Frank Rijkaard. Yo le pregunté un día a Laporta si era el primero en la lista y me dijo que no, pero que Cruyff lo había recomendado. Y eso era más que suficiente. Yo le comenté el currículo de Rijkaard, que no había hecho nada ni en la selección holandesa, ni en los clubes en los que había estado hasta ese momento. “Te la estás jugando”, le dije. Me repitió que Cruyff lo veía bien.
PEÑAS
Otra muy fuerte tuvo lugar en Mallorca, con la peña Idolatría. Laporta se pasó todo el día con políticos independentistas y gente ilustre de Mallorca. De ahí fuimos al hotel y después al acto, al que llegamos dos horas tarde. La gente estaba muy quemada y le recibieron a gritos. Le decían que no tenían vergüenza por llegar tan tarde a la cena.
"Casi llega a las manos con el presidente de la peña de Santpedor"
Laporta se encaró entonces con Josep Maldonado, un político ilustre y muy culé, que había organizado el acto: “O haces que se callen o no me quedo ni a la cena”. Maldonado capeó el temporal y la cena acabó bien.