Nadie sabe qué hubiera pasado con Essien a la derecha, Nacho a la izquierda y la pareja titular de centrales. Lo que sabemos es que la 'solución Mourinho' no fue solución. Pero eso ya está escondido tras la tinta de calamar de sus declaraciones. Primero, la larga lista en la que basureaba la cantera, omitiendo los nombres de los buenos jugadores que han salido de ahí. Y luego atizando insistentemente a Toril. Nacho es 'dos', dice, pero él mismo lo utilizó de 'tres' hace dos temporadas. Y además el clan ha colado a Fabinho para el puesto de 'dos', llegado por la misma vía que aquel Mendes que jugó contra el Ajax.
Ahora coge la bandera de José Rodríguez. Elevado del juvenil al Castilla, ha jugado un tercio del tiempo. Va entrando poco a poco en relevo de Álex (el mismo que Mourinho prefirió para el primer tiempo en Alcoy) o de Mosquera. Menos le preocupa que se quede sin jugar Morata día sí, día no, para llevárselo al banquillo o a la grada. Este verano incorporó a su cuadro técnico a Luis Campos, entrenador de recorrido en Portugal, con años de experiencia en la zona modesta de Primera. ¿Para qué lo traería? Al clan Mourinho le estorba Toril. Bueno, al menos les sirve para tirar tinta de calamar