Jorge García es un minero de 42 años oriundo de Laciana, una comarca leonesa integrada en el valle del mismo nombre. Lleva dedicándose toda su vida al mundo del carbón, primero trabajando unos años en un lavadero de este mineral y después, pasando 17 años en la mina. Su historia es un buen ejemplo que ilustra la vida de esos mineros que llevan casi veinte días caminando en la columna norte para llegar hasta Madrid.
Con caras cansadas y morenas por el sol, pero sin perder el gesto de ilusión, Jorge y sus compañeros afrontan un día más de caminata. Así, 'la marcha negra' afronta su recta final hacia la capital. Las ampollas no son las únicas compañeras de viaje, ya que muchos simpatizantes se suman en algunos tramos de la caminata. En una parada para el avituallamiento en el pinar de las Rozas, Jorge accede amablemente a contestar unas preguntas para nuestro diario, y afrontamos un pequeño tramo del camino junto a él.
Jorge actúa como la voz de los mineros de su comarca, aunque él asegura que no es ningún protagonista, sólo "uno más de la marcha". No obstante, nos explica con sus palabras cuáles son las reivindicaciones del colectivo: "No nos quejamos por los recortes. Entendemos que se está recortando de otros sectores, y es algo que se viene haciendo en el carbón desde hace años. El problema es que no se está respetando lo firmado en el 'Plan del Carbón' del 2006".
Así, de aplicarse las medidas propuestas, los recortes en las subvenciones a este sector pasarían de un 10-15 por ciento a un 63 por ciento, nivel que no debía alcanzarse hasta 2017. Jorge asegura que con un descenso tan brusco de las aportaciones, las empresas dejarían de ser competentes y tendrían que cerrar. "Pero es un drama porque la cosa no se queda ahí, sino que muchos pueblos de las cuencas mineras desaparecerían". Incluso su propia comarca, Laciana, lleva varios años despoblándose.
"El trabajo es duro, pero es la única opción que tenemos donde vivimos, y queremos seguir ahí". Así Jorge da a entender que no sólo están intentando defender sus puestos de trabajo, sino sus orígenes y un estilo de vida que se ha repetido durante generaciones y ahora mismo está en peligro.
'Si cierran las empresas desaparecerán muchos pueblos'
Las familias de los mineros también participan, a su manera, en la lucha. Jorge nos ha explicado que en su casa le respaldan totalmente y le dan su apoyo. Asegura que todos los días habla con su mujer y su hijo de 12 años e incluso le han visitado en varias ocasiones durante la marcha. Tienen pensado encontrarse el próximo miércoles en Madrid, por el fin de esta peculiar peregrinación pero también para celebrar el cumpleaños de Jorge, que hoy cumple 42 años en la carretera.
Cabría pensar que para gente acostumbrada a soportar condiciones durísimas de trabajo, caminar varios cientos de kilómetros no debería suponer mayor desafío. Jorge asegura que cada cosa es dura a su manera, pero que caminar es más cansado porque ellos no quieren estar ahí. "Nosotros queremos estar en nuestras casas y nuestros trabajos", pero añade que "hay que luchar por lo que es de uno". Después, explica que es injusto y da rabia que desde algunos medios e instituciones les tachen de terroristas y violentos. "Se creen que hacemos 'kale borroka'. Sólo queremos defender nuestros orígenes y nuestro estilo de vida".
Y es que no todo son simpatías con la 'marcha negra', hay gente que asegura que los mineros son 'privilegiados' que cobran sueldos muy altos y se prejubilan jóvenes. Jorge tacha esta idea de ridícula y añade: "¿Privilegios? No existen tales privilegios. Lo normal es que un minero cobre entre 1000 y 1300 euros al mes por un trabajo de 9 horas en condiciones durísimas, ¿te parece privilegiado?" y respecto a las prejubilaciones, explica: "Lo de prejubilarse a los 40 ó 45 años tiene un sentido, es que el cuerpo no aguanta más".
De cualquier forma, es complicado encontrar alternativas a largo plazo a esta situación. Jorge y sus compañeros argumentan, que el futuro del carbón pasa por la investigación. "Si se consigue lograr la captación del CO2, el carbón pasaría a ser una energía limpia". Además, aseguran que no somos conscientes de la importancia estratégica de este recurso, que es "la única fuente de energía autóctona de España". Asimismo, una de las mayores dificultades sería la reubicación o reconversión de los puestos de trabajo del sector. Jorge asegura que si a estas alturas se planteara cambiar de profesión sería "un parado de larga duración más", ya que "a estas alturas sería muy difícil buscarme un nuevo oficio".
La columna norte se unirá hoy a la columna aragonesa en una marcha nocturna desde Ciudad Universitaria. El miércoles, participarán en una protesta y manifestación que se espera que sea multitudinaria. "El recibimiento de la gente ha sido espectacular, incluso en Madrid, dónde no esperábamos tanto respaldo" explicaba Jorge, "pero es que hay mucha gente descontenta". ¿El objetivo? El Ministerio de Industria, Energía y, ahora más que nunca, Minería.
Es increible como un trabajo tan duro, del que tanto se despotrica tanto se defiende, no ya para ti, sino también para tus hijos.
No tiene explicación, no conozco caso similar. Ninguna profesión tan "odiada" es pedida para tus hijos.
La realidad es que un minero gana entre 2500-3000 euros al mes. Trabajan 17-20 años y tienen derecho a prejubilarse con 45 años y una pensión de por vida entre 2000-2400 euros. Esto debido a la dureza de la mina, que hace que cada año trabajado contabilize como más.
Hasta ahora ningún problema, si ese trabajo tan duro da dinero para que los mineros ganen esos sueldos y se jubilen con 45 años, pues perfecto, pero la realidad es que no, es un trabajo improductivo. No genera ningún beneficio.
La minería en España es un fábrica enorme de perder dinero, esta subvencionada a niveles brutales, son miles de millones los perdidos en los últimos 10/15 años.
En los 80 había 40.000 mineros ahora quedan poco más de 4.000, que quieren continuar con sus privilegios para ellos y para sus hijos.
Yo no lo veo bien, y no me da pena. Parece que tienen derechos que otras personas no tienen por ser mineros.
¿Tipos que dicen que van a tener que emigrar de sus pueblos a buscar trabajos?
¿Tipos que con 40 años dicen que no se pueden dedicar a otra cosa?
¿Tipos que dicen que la mina es muy dura y una desgracia para ellos, pero desean fervientemente que sus hijos tengan la oportunidad de ser mineros?
¿Tipos que defiende sus privilegios a lo bestia?
En fin, que si, que hay que subvencionar a los mineros y a sus hijos por toda la eternidad.