De nada sirvieron sus victorias, pues el coste de las mismas había diezmado sus tropas, y la de sus aliados, hasta el punto de ser irrisorias las anteriores batallas. Fue el comienzo del término "victoria pírrica", que fuera común, siglos más tarde para catalogar aquel triunfo que a la larga supone una derrota.
Los partidos que gana el Madrid, bajo el mandato dictatorial de Mourinho, le están haciendo un flaco favor al Real Madrid. Más allá del estrépito en Levante, el verdadero daño tiene su raíz en los aparentes triunfos del Real Moudrid, con la corte de generales, en este caso periodistas o aficionados que, como le ocurría a Pirro con los suyos, son incapaces de ver más allá de la inmediata victoria, de su coste y por supuesto de las consecuencias. Porque el problema, al contrario de o que mucha piensan, no es perder contra el Levante, ofreciendo una imagen lamentable; lo realmente preocupante es ganar al Dinamo de Zagreb llorando o creerse campeones de Liga por meterle media docena de goles a un candidato al descenso.
Tras dos años de mourinhismo el Madrid sigue anclado en los mismos vicios. Dos temporadas en las que se ha hecho absolutamente todo lo que deseaba, ansiaba, demandaba y exhortaba el entrenador sin que haya resultados palpables. El Madrid sigue teniendo agujeros insondables en el centro del campo, sigue sin dominar los partidos, sin generar juego y lo peor, sigue sin saber cuál es el rumbo más allá de las galopadas de Ronaldo o los chispazos de Ozil.
No se han corregido, ni puesto empeño parece, ninguna de las carencias del año pasado. Y más allá de hacerlo, el Madrid opta por despilfarrar dinero en jugadores que no necesita, vuelven las portadas del eterno Pelé perdido o no encontrado y sobre todo vuelve a mirar para otro lado. Las excusas, las negaciones, las pamplinas. Todo vale. Todo menos reconocer la verdad. El Madrid no juega a nada.
Sin embargo la gran tragedia del Real Madrid es que a buen seguro el próximo partido ganará -o tal vez no- e incluso podrá golear, quién sabe. Y entonces, solo entonces, volverá como las oscuras golondrinas las portadas malintencionadas, las medias verdades,los gurús que ostentan el madridismo cual azote de infieles y sobre todo la ceguera. Pero lo peor no es esto. Lo peor, para el Madrid nuevamente, son todos sus generales pelotas que jalean o aplauden los desmanes sin que haya un puñetero Pirro capaz de decirles a cada uno de ellos "Sí, otra victoria y estamos perdidos".
Buenas noches.
Última edición por Sniper el Lun Sep 19, 2011 9:10 am, editado 1 vez