Nadie podía toser al Madrid en los inicios de la Copa de Europa. El pentacampeón iniciaba su andadura en la edición 1960-61 como claro favorito... hasta que Evaristo y los árbitros Ellis y Leafe se cruzaron en su camino. Los dos trencillas estaban considerados como los mejores del mundo. En varias ocasiones habían dirigido al Real Madrid sin perjudicarle. Sin embargo, sus actuaciones fueron determinantes... Cinco Copas de Europa ya eran bastantes. Hasta la Prensa europea criticó el arbitraje. El Madrid ofreció un gran espectáculo en el Bernabéu (ida). A dos minutos del final ganaba por 2-1. Pero un pase de Evaristo sobre Kocsis es señalado por el linier como fuera de juego. Ellis pasó de su asistente. El húngaro prosiguió y Vicente le derribó antes del área. Y encima, el ártbitro señaló penalti. Luis Suárez lo transformó... Empate. En el partido del Camp Nou se vio un inmenso e igualado duelo. El colegiado Leafe anuló al Madrid cuatro goles legales. Sí valieron los de Vergés y Evaristo, que remató a la red de cabeza un centro haciendo un escorzo que dejó todo su cuerpo paralelo al suelo en el momento del remate. El de Canario en el 86' sirvió para poco.
La Vanguardia fue testigo de la entrada de los trencillas a la caseta: "En la mesa, las actas del partido, té, limonada y caramelos. 'No estoy fatifado', dice Leafe, 'ha sido un encuentro fácil por la gran labor de estos dos colegas (sus líneas)". No pensó igual el Madrid