A Juanito Lapuerta se le ha ido definitivamente la cabeza. El presidente del Barcelona, al que su afición al champán parece estar limitando sus facultades mentales, reveló, en un documental sobre Guardiola emitido en TVE el pasado fin de semana, que el fichaje del actual entrenador fue gracias a una revelación divina.
El bueno de Juanito sigue exagerando sus triunfos con el Barcelona pensando así en su futura carrera como político. El máximo mandatario culé se atrevió a mentir (sí, mentir) sin ningun pudor en el documental 'En torno a Pepe' emitido por la televisión pública estatal el pasado sábado, al decir que la elección de Guardiola fue gracias a la mediación de un factor sobrenatural. Y nosotros nos preguntamos: ¿la directiva del Barcelona considera a Mourinho como alguien fuera de lo normal? Porque la única razón por la que Guardiola fue designado entrenador del Barcelona es porque fue el único que se ofreció a entrenar a esa banda de borrachuzos mujeriegos que era por aquel entonces la plantilla del Barcelona.
¿A quién se cree que puede engañar este tipo? Dejando a un lado los éxitos deportivos del Barcelona en su mandato (árbitros mediante), analizando el mandato de Lapuerta definitivamente se llega a la conclusión de que el presidente no es, como él mismo quiere hacerse ver, una divinidad. Para empezar, los seres divinos no necesita acostarse con brasileñas y marroquíes de dudosa condición para presumir delante de los amiguetes. Ni tampoco necesita realizar operaciones inmobiliarias al margen de la legalidad, como venta de terrenos o fichajes extraños como el de Chygrynskiy. Porque alguien que tiene revelaciones es porque ha sido elegido para cumplir algún cometido util para la humanidad, no para hacer el bobo, que es lo único que hace él. Y lo único histórico que ha hecho Laporta es cogerse una borrachera de tres pares de narices el día que se ganó al Madrid en el Campo Nuevo... ¡Toma divinidad!
Estos de defensa central que salidas tienen