Fernando Alonso desató la locura entre los más de 30.000 aficionados congregados en el circuito de la Comunitat Valenciana, en Cheste, durante la visita del asturiano en el último día de las Finales Mundiales de Ferrari, con cuya escudería de Fórmula 1 correrá el próximo año.
Es la primera vez que Alonso, cuyo contrato con Renault F1 vence el 31 de diciembre, se deja ver públicamente con su nueva escudería. El fichaje estelar de Ferrari de cara a 2010 llegó poco después de las 10.00 horas y se dirigió a los boxes para departir con Luca di Montezemolo (presidente de Ferrari), Stefano Domenicali (director de la escudería), Felipe Massa, Marc Gené, Giancarlo Fisichella y Luca Badoer.
Posteriormente, el asturiano se trasladó a la carpa donde están expuestos algunos de los coches emblemáticos de Ferrari que habitualmente se encuentran en la sede de la firma italiana de Maranello, y, sobre todo, por antiguos monoplazas de F-1 de la escudería transalpina, en especial, por el que utilizó Alain Prost en 1990. Sin embargo, enseguida se corrió la voz entre los aficionados de su presencia en Cheste, lo que propició carreras de éstos para ver al bicampeón del mundo.
Antes, Alonso y Massa iniciaron una vuelta al circuito a bordo de un Ferrari California descapotable rojo conducido por Montezemolo y con los dos pilotos subidos en la parte superior de los respaldos traseros.
Tras ellos iba otro Ferrari, del mismo modelo pero de color azul, y conducido por el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y acompañado por la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.
La anécdota del día la protagonizó Montezemolo, ya que antes de superar la recta principal del circuito el presidente de Ferrari se metió en la escapatoria de la curva de final de recta para saludar a las aficionados pero el coche quedó atrapado en la grava.
Ante esta situación, Montezemolo, Alonso y Massa abandonaron el coche y se subieron en la parte trasera del que conducía Camps y con Rita Barberá en el asiento delantero de la derecha hasta completa la vuelta al trazado valenciano.
http://www.marca.com/2009/11/15/motor/formula1/1258283018.html
Es la primera vez que Alonso, cuyo contrato con Renault F1 vence el 31 de diciembre, se deja ver públicamente con su nueva escudería. El fichaje estelar de Ferrari de cara a 2010 llegó poco después de las 10.00 horas y se dirigió a los boxes para departir con Luca di Montezemolo (presidente de Ferrari), Stefano Domenicali (director de la escudería), Felipe Massa, Marc Gené, Giancarlo Fisichella y Luca Badoer.
Posteriormente, el asturiano se trasladó a la carpa donde están expuestos algunos de los coches emblemáticos de Ferrari que habitualmente se encuentran en la sede de la firma italiana de Maranello, y, sobre todo, por antiguos monoplazas de F-1 de la escudería transalpina, en especial, por el que utilizó Alain Prost en 1990. Sin embargo, enseguida se corrió la voz entre los aficionados de su presencia en Cheste, lo que propició carreras de éstos para ver al bicampeón del mundo.
Antes, Alonso y Massa iniciaron una vuelta al circuito a bordo de un Ferrari California descapotable rojo conducido por Montezemolo y con los dos pilotos subidos en la parte superior de los respaldos traseros.
Tras ellos iba otro Ferrari, del mismo modelo pero de color azul, y conducido por el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y acompañado por la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.
La anécdota del día la protagonizó Montezemolo, ya que antes de superar la recta principal del circuito el presidente de Ferrari se metió en la escapatoria de la curva de final de recta para saludar a las aficionados pero el coche quedó atrapado en la grava.
Ante esta situación, Montezemolo, Alonso y Massa abandonaron el coche y se subieron en la parte trasera del que conducía Camps y con Rita Barberá en el asiento delantero de la derecha hasta completa la vuelta al trazado valenciano.
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