Una cohorte de raulistas encendidos tirándose al cuello del único que, tímidamente, había osado cuestionar el papel del 7 en este Real Madrid. De un lado los Roncero, Elías Israel, Julio Pulido, Lobo Carrasco e Iñaki Cano y del otro Damián González.
La "yihad" raulista ha vuelto con mas fuerza que nunca, arropada por 3 cabezazos marrados (2 de ellos ocasiones cantadas de gol) y una nueva filtración interesada del tito Ginés con la supuesta oferta americana.
Hemos pasado de la tímida aceptación de su suplencia, al "Raúl puede aportar muchísimo a este equipo". Están de nuevo sacando la cabeza y no pararán hasta ver a su protegido de nuevo arrastrando los pies por el terreno de juego.
La excusa ahora es el supuesto maltrato al que se está sometiendo al jugador, una especie de santo varón que por el hecho de aceptar (al menos de momento) una merecidísima suplencia, parece que ya tiene el cielo ganado y permanece en el club por amor al arte (vamos que los 6 kilos limpios que se lleva por temporada son secundarios). La nueva cantinela es que se ha ganado el derecho a decidir su futuro (en eso, por desgracia no creo que haya mucha discusión, lo firmado es lo firmado), pero ya no decidir si se va o se queda a final de temporada sino a darle la potestad de ampliar su contrato un año mas, hasta 2012.
Otra estupidez del descerebrado de Roncero es comparar la edad de Raúl con la de Giggs, que sigue jugando en el Manchester y parece que ha renovado con 35 años. Pero vamos a ver tont....que tendrá que ver un jugador con otro. Giggs ha sido siempre un velocista, un tipo capaz de quitarle las pegatinas al lateral. Este jugador, aún con la evidente pérdida de facultades con la edad, sigue siendo mas rápido que Raúl con 20 años (ojo, no digo que Raúl a esa edad fuera malo, todo lo contrario). Maldini, que jugó hasta los 40, era un superdotado físicamente además de ser tan buen o mas profesional que el 7. Me saca de quicio el argumento de comparar jugadores por edad, cuando físicamente se pueden parecer como un huevo a una castaña.
Resumiendo, han vuelto. De nuevo los que anteponen el beneficio de uno a la prosperidad del club, vuelven a ladrar. No os extrañe que en los próximos días, nos vendan como imprescindible la experiencia, la garra y el sudor del 7 para superar al Lyon. Siempre se ha hablado del entorno culé como algo que no dejaba respirar a ese club. Ya tenemos nuestro entorno y no parará hasta conseguir su objetivo: meter a Raúl de nuevo en el once.