ES LO QUE HAY. No me parece de recibo que un día sí y otro también se lancen puyas desde la prensa de la Capital para poner a caldo al estamento arbitral por las supuestas ayudas arbitrales que recibe el Barcelona. No es de buen perdedor que el Real Madrid, quien durante muchos años fue el equipo del régimen, lleve últimamente quejándose por las actuaciones arbitrales e incluso que en numerosas ocasiones, alguien de la plantilla o de la directiva haya insinuado que existe algo parecido a un complot para que el beneficiado acabe siendo el Barça. No me parece lógico que ahora mismo se asegure que: “El Barça venció en Málaga porque la justicia arbitral fue injusta con alevosía, premeditación y nocturnidad (los dos tantos visitantes se consumaron tras sendas acciones ilegales), que les regalaron dos puntos ante el Espanyol tras un penalty inexistente que sólo vio Iturralde” y hasta se lance a los cuatro vientos “los dos penalties que González Vázquez no sancionó al Barça en su encuentro ante el Villarreal”. ¡Manda huevos! Ahora va a resultar que al Barça le han regalado los seis títulos consecutivos logrados en el 2009, porque ha ‘comprado’ a todos los colegiados (nacionales y extranjeros) y que nada tiene que ver el fútbol arte, talentoso, al primer toque y una velocidad endiablada que acostumbra a practicar en la mayoría de los partidos. ¡Manda narices! Ahora resultará también que los árbitros han sido la causa de que el Madrid haya sido apeado de la Copa y del empate en Pamplona.
No hay árbitros bajo sospecha, sino malos colegiados. ¿A quién acaban beneficiando? Madrid y Barcelona (por igual) son los que menos pueden quejarse. Esa es la realidad.
No hay árbitros bajo sospecha, sino malos colegiados. ¿A quién acaban beneficiando? Madrid y Barcelona (por igual) son los que menos pueden quejarse. Esa es la realidad.