Ejemplo de un subnormal que deberia ser ajusticiado:
¡Madrid se quema, se quema Madrid...! Tiene que ser irritante o si lo prefieren desesperante para la afición madridista que a ocho jornadas del final de la temporada, tu maldito rival te saque ocho puntos de ventaja, que al final puede ser nueve por el 'gol average' (el Barça le ganó en el Camp Nou por 5-0). Y además, que el actual campeón y el que mejor fútbol practica del mundo, tenga aún que visitarte en tu feudo, en un Santiago Bernabéu, donde el 'Pep Team' no conoce la derrota. Lo que ya puede acabar en una auténtica tragedia.
Tiene que ser decepcionante o si lo prefieren horroroso, que el autor del gol de tu máximo competidor el pasado sábado en el Madrigal (sirvió para lograr la victoria) lo marcara Piqué, el novio de Shakira, la misma que han prohibido que entonara desde hace una semana su waka waka por la megafonía del Santiago Bernabéu.
Y para mayor 'inri', tiene que ser muy duro que el Real Madrid, de quien se dice que es el mejor del Siglo XXI, cayera en su feudo con el equipo de Preciado, con un rival que llegaba con siete bajas. La realidad es que, por más que la 'caverna mediática' (con Punto Pelota a la cabeza) es la mayor culpable de que se haya pasado casi toda la temporada dorando la píldora tanto a Florentino Pérez como a José Mourinho y no se haya dado cuenta de que un equipo no es cosa de seres superiores y menos si actúan a golpe de cartera. En el fútbol quien se cree un Dios se equivoca. Los únicos dioses en el fútbol son los futbolistas, los auténticos cracks. Son ellos los que ganan. Florentino en la presidencia, y Mourinho en el banquillo han pensado que con su sola presencia más la del musculoso-culturista de Cristiano Ronaldo todo lo tenían ganado y al final puede salir trasquilados o con los huevos por corbata si al final por tercer año consecutivo no se llevan un título a la boca.
¡Madrid se quema, se quema Madrid...! Tiene que ser irritante o si lo prefieren desesperante para la afición madridista que a ocho jornadas del final de la temporada, tu maldito rival te saque ocho puntos de ventaja, que al final puede ser nueve por el 'gol average' (el Barça le ganó en el Camp Nou por 5-0). Y además, que el actual campeón y el que mejor fútbol practica del mundo, tenga aún que visitarte en tu feudo, en un Santiago Bernabéu, donde el 'Pep Team' no conoce la derrota. Lo que ya puede acabar en una auténtica tragedia.
Tiene que ser decepcionante o si lo prefieren horroroso, que el autor del gol de tu máximo competidor el pasado sábado en el Madrigal (sirvió para lograr la victoria) lo marcara Piqué, el novio de Shakira, la misma que han prohibido que entonara desde hace una semana su waka waka por la megafonía del Santiago Bernabéu.
Y para mayor 'inri', tiene que ser muy duro que el Real Madrid, de quien se dice que es el mejor del Siglo XXI, cayera en su feudo con el equipo de Preciado, con un rival que llegaba con siete bajas. La realidad es que, por más que la 'caverna mediática' (con Punto Pelota a la cabeza) es la mayor culpable de que se haya pasado casi toda la temporada dorando la píldora tanto a Florentino Pérez como a José Mourinho y no se haya dado cuenta de que un equipo no es cosa de seres superiores y menos si actúan a golpe de cartera. En el fútbol quien se cree un Dios se equivoca. Los únicos dioses en el fútbol son los futbolistas, los auténticos cracks. Son ellos los que ganan. Florentino en la presidencia, y Mourinho en el banquillo han pensado que con su sola presencia más la del musculoso-culturista de Cristiano Ronaldo todo lo tenían ganado y al final puede salir trasquilados o con los huevos por corbata si al final por tercer año consecutivo no se llevan un título a la boca.