Desde luego, antes que tenerlo aqui cazando moscas como el año pasado mejor cedido, ya ha perdido un año. Es lo mejor que se podria hacer con el.
El tapón de canteranos que se ha formado entre el Barça B y el primer equipo está provocando un excedente de futbolistas con nivel de sobras para jugar en el Camp Nou, pero que hoy no tienen sitio. El club cuenta con ellos y la prueba es que con la mayoría incluyeron una cláusula de ascenso obligatorio. En solo dos años han pasado del filial a la primera plantilla hombres como Montoya, Bartra, Tello, Cuenca, Deulofeu, Rafinha, Fontàs o Muniesa. Y no caben todos. A ellos se suman otros futbolistas cuyos préstamos a otros clubs acaban y se suman al listado, como Bojan o Afellay, aunque este último no surja del fútbol base.
Las cesiones han servido en el pasado para más bien poco y el objetivo es acabar con este déficit histórico. La idea es estudiar bien cada caso, buscando la manera de obtener un rendimiento a medio o largo plazo. Y para ello el Barça quiere tener la última palabra y apostará por clubs que ofrezcan las mejores prestaciones para sus jugadores. Solo valen clubs amigos. De la misma manera que no todos los grandes futbolistas encajarían en el Barça, tampoco todos los equipos están preparados para acoger el excedente que surge del Camp Nou. De hecho, son más bien escasos los que reúnen las condiciones que la entidad blaugrana ha pensado para ceder a sus futbolistas.
El mejor ejemplo, a día de hoy, es el Celta. La llegada de Luis Enrique al banquillo de Balaídos ha convertido al conjunto gallego en un destino idóneo para que hombres que hoy no tienen sitio en el Barça no se aburran junto a los suplentes y puedan seguir creciendo para, llegado el momento, regresar a casa. Son básicamente tres los requisitos que exige el club blaugrana. El primero de ellos es que el estilo de juego se adecue a las características de los jugadores. Se entiende que habiendo crecido la mayoría de ellos en La Masia, su adaptación al fútbol profesional será más plácida en equipos que apuesten por una apuesta ofensiva. También interviene el factor económico, puesto que el Barça no está dispuesto a asumir las fichas de futbolistas que defenderán, aunque sea temporalmente, otra camiseta. Desde el Camp Nou se pide un esfuerzo a los clubs de destino y, si no se hacen responsables del total de la ficha, sí lo hagan en su práctica totalidad. El tercer punto depende, exclusivamente, del jugador, que será quien tenga la última palabra a la hora de aceptar una propuesta. No se obligará ni presionará a nadie para que se marche a un club que no desee.
Son estos tres motivos los que convierten al Celta en un club ideal. Mucho más tras la llegada del técnico asturiano que, además, conoce a la perfección a los canteranos del Barça. De momento, Fontàs ya se ha unido al proyecto gallego, donde coincidirá con Nolito, que también pasó por la cantera del Barça pese a no estar ya vinculado contractualmente. Rafinha lo hará en breve y Luis Enrique también se ha interesado por hombres que pasaron por el Mini Estadi como Oriol Romeu, Jonathan Soriano o Abraham Minero.
Rafinha es, en parte, responsable de que el club se plantee potenciar la figura de las cesiones y que estas dejen de ser una manera de sacarse de encima jugadores con los que no se cuenta. Lo es junto a Deulofeu. Ambos acaban de renovar uniendo su futuro al del club blaugrana, pero han pedido marcharse en préstamo para asegurarse un papel importante en el equipo que los acoja. El menor de los Alcántara jugará en Vigo, mientras que Deulofeu apunta al extranjero. También podría seguir sus pasos Bartra, tras una temporada difícil en el primer equipo. Clubs como Tottenham, Dortmund, Everton, Girona, Ajax, PSV, Feyenoord, Swansea o Betis cumplen en mayor o menor medida con los requisitos. Triunfar en el Barça, a partir de ahora, no pasa solo por armarse de paciencia desde el banquillo del Camp Nou.
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Yo es que no he visto a Marquinhos jugar. Pero he visto a Bartra, y este chaval a poco que le den minutos demostrara que vale. 
