Ayer fui al estadio de Butarque a ver el Leganés-At. Madrid B. Estaba el campo lleno, el club optó por poner entrada gratis a todo el que viviese en Leganés. Así que aproveché y me fui con mi padre y mi hija a ver el partido. 5-2 y el Leganés matemáticamente salvado, después de una temporada lamentable.
Pero el caso es que había un grupo de aficionados que sacó una pancarta con el siguiente lema: "Rajoy prepárate, en Junio 25 parados más".
Sin duda una pancarta áltamente peligrosa y nociva, hecha por cuatro piojosos, terroristas y abiertamente hijos de puta. Eso debió pensar el cenutrio que dirige a la policía nacional de Leganés, o bien (espero equivocarme) el flamante alcalde popular salido de las urnas (afortunadamente con mayoría simple) en las pasadas elecciones. Por que en menos que canta un gallo se presentaron un grupo de 7 u 8 nacionales, todos bien provistos de sus pipas y sus porras para identificar a los salvajes de la pancarta, valientes cabrones están hechos, vergüenza ajena, merecen el paro y la guillotina si fuese el caso.
En definitiva, lograron que se fuesen del estadio, entiendo que por indignación ante un manifiesto acoso policial, y con ellos muchos de los que estábamos allí, hartos de semejante ignominia.
La sensación que tuve de indefensión fue brutal, sin duda no vivimos en un país democrático, la democracia se ha disfrazado del más pueril y bajo caciquismo. Deleznable.
Pero el caso es que había un grupo de aficionados que sacó una pancarta con el siguiente lema: "Rajoy prepárate, en Junio 25 parados más".
Sin duda una pancarta áltamente peligrosa y nociva, hecha por cuatro piojosos, terroristas y abiertamente hijos de puta. Eso debió pensar el cenutrio que dirige a la policía nacional de Leganés, o bien (espero equivocarme) el flamante alcalde popular salido de las urnas (afortunadamente con mayoría simple) en las pasadas elecciones. Por que en menos que canta un gallo se presentaron un grupo de 7 u 8 nacionales, todos bien provistos de sus pipas y sus porras para identificar a los salvajes de la pancarta, valientes cabrones están hechos, vergüenza ajena, merecen el paro y la guillotina si fuese el caso.
En definitiva, lograron que se fuesen del estadio, entiendo que por indignación ante un manifiesto acoso policial, y con ellos muchos de los que estábamos allí, hartos de semejante ignominia.
La sensación que tuve de indefensión fue brutal, sin duda no vivimos en un país democrático, la democracia se ha disfrazado del más pueril y bajo caciquismo. Deleznable.