por cristobal Jue Ene 19, 2012 8:40 pm
Pepe no puede seguir manchando esa camiseta
miércoles, 18 enero 2012, 23:52
El comportamiento de Pepe en el Clásico, y en otros muchos partidos que constituyen para él un auténtico historial delictivo, es intolerable. Sólo la providencia evita que cada uno de estos encuentros se convierta en una carnicería.
El Real Madrid, en la persona de Florentino Pérez, debe valorar muy seriamente la posibilidad de deshacerse de un jugador que es una vergüenza para el Real Madrid, que no está ni a la altura de la historia del club, ni a la altura de sus compañeros ni de la profesión de futbolista. El mercado de invierno sería una buena oportunidad para sacar algún dinerillo y evitar que Pepe vuelva a vestir la camiseta blanca. Si queda un mínimo de cordura en el club, éste ha debido ser su último encuentro.
Hubo un caso, el de Juanito, en el que el jugador tomó la decisión voluntariamente. Juanito pisoteó la cabeza de Matthaus y, a los pocos días, decidió que abandonaría la disciplina del club por decisión propia tras lo vergonzoso de su acción. Pero estamos hablando de Juanito, tras cuyo corazón caliente se escondía un tipo de una pieza.
No parece que Pepe vaya a tomar la misma decisión de Juanito tras la exhibición de salvajadas ofrecida ante el Barcelona. Seguramente, optará por quedarse en el club, a la sopa boba, escondido tras la falsa identidad de ser el abanderado de la causa madridista y protegido por el clan que parece ha tomado las riendas de la entidad, traicionando cualquier vinculo con la tradición del equipo tanto en lo futbolístico como en el comportamiento deportivo.
Del partido del Real Madrid, del partido de Mourinho, ¿qué se puede decir? Planteó el mismo encuentro que plantearía el capitán del Costa Concordia si se hubiera sentado en el banquillo. Un encuentro cagón. Falta por ver si tomará la misma decisión que el tristemente célebre capitán y abandonará el barco antes de tiempo. Mourinho ha estrellado un trasatlántico contra las rocas. Lo increíble es que el Bernabéu lo siga amparando.
ROBERTO PALOMAR.