Pensando con más frialdad lo que pasó ayer noche creo que el resultado de lo que vimos no puede ser más perfecto. Me explico, lo de ayer es como poner a Raúl sólo en el campo, delante de 80000 personas y bajarle los calzones para que se le vieran las vergüenzas.
Hasta el raulista más forofo se tuvo que tapar los ojos para no ver como su ídolo era una lacra para el equipo. No tiene velocidad para iniciar un contragolpe, no tiene regate, no sabe proteger el balón y jugar de espaldas para esperar la incorporación de sus compañeros.... Si alguien quería dejar en evidencia las miserias de este jugador ayer lo hizo, queriendo o si querer, pero las miserias quedaron al descubierto.
Rincón estuvo ayer pletórico en la SER hablando de como el cambio OBLIGADO para sacar a Raúl había perjudicado al equipo. Ya nos habíamos quedado con uno menos antes de la expulsión de Ramos. Entre la entrada de Raúl, la expulsión del lateral y la recomposición desastrosa de la defensa cambiando a Arbeloa de lateral y poniendo a Marcelo en la izquierda, el Madrid se deshizo. Sólo con sacar a Diarrá o Gago por uno de los delanteros y pasar a Lass al lateral derecho la cosa habría pintado de otra manera.
Pellegrini estuvo valiente con el once inicial y cobarde en los cambios. La cuestión es que confío en Pellegrini, ya ha dado más pasos para sentar al 7 que cualquier otro entrenador en los últimos años. Ha encontrado un once que funciona a falta de Cristiano aunque siga sintiendo cierto vértigo a la hora de decidirse a no sacar unos minutos a Raúl en un equipo como este.
El partido de ayer ha debido de abrir los ojos a más de uno en el club por mucho que parte de la prensa trate de tapar la vergüenza de partido que ayer se marcó Raulito. Inconcebible lo que hace la edición impresa de AS (la que he leído por el momento) cuando no habla nada de lo inoportuno de sacarlo, o no habla o sólo lo hace de soslayo para no nombrarlo. Demasiado miedo y poca vergüenza veo yo.
Sinceramente, a pesar del sufrimiento para ganar estoy muy contento con lo que pasó ayer. Aunque pocos se atrevan a decirlo en el mundillo periodístico, ayer se vieron las luces y las sombras del equipo, todo quedó claro. Quedó claro el camino a seguir y el camino a no seguir y, ante todo, quedó más que claro que la principal sombra de este equipo tiene cara, ojos, nombre y apellidos: RAÚL GONZÁLEZ BLANCO.
Hasta el raulista más forofo se tuvo que tapar los ojos para no ver como su ídolo era una lacra para el equipo. No tiene velocidad para iniciar un contragolpe, no tiene regate, no sabe proteger el balón y jugar de espaldas para esperar la incorporación de sus compañeros.... Si alguien quería dejar en evidencia las miserias de este jugador ayer lo hizo, queriendo o si querer, pero las miserias quedaron al descubierto.
Rincón estuvo ayer pletórico en la SER hablando de como el cambio OBLIGADO para sacar a Raúl había perjudicado al equipo. Ya nos habíamos quedado con uno menos antes de la expulsión de Ramos. Entre la entrada de Raúl, la expulsión del lateral y la recomposición desastrosa de la defensa cambiando a Arbeloa de lateral y poniendo a Marcelo en la izquierda, el Madrid se deshizo. Sólo con sacar a Diarrá o Gago por uno de los delanteros y pasar a Lass al lateral derecho la cosa habría pintado de otra manera.
Pellegrini estuvo valiente con el once inicial y cobarde en los cambios. La cuestión es que confío en Pellegrini, ya ha dado más pasos para sentar al 7 que cualquier otro entrenador en los últimos años. Ha encontrado un once que funciona a falta de Cristiano aunque siga sintiendo cierto vértigo a la hora de decidirse a no sacar unos minutos a Raúl en un equipo como este.
El partido de ayer ha debido de abrir los ojos a más de uno en el club por mucho que parte de la prensa trate de tapar la vergüenza de partido que ayer se marcó Raulito. Inconcebible lo que hace la edición impresa de AS (la que he leído por el momento) cuando no habla nada de lo inoportuno de sacarlo, o no habla o sólo lo hace de soslayo para no nombrarlo. Demasiado miedo y poca vergüenza veo yo.
Sinceramente, a pesar del sufrimiento para ganar estoy muy contento con lo que pasó ayer. Aunque pocos se atrevan a decirlo en el mundillo periodístico, ayer se vieron las luces y las sombras del equipo, todo quedó claro. Quedó claro el camino a seguir y el camino a no seguir y, ante todo, quedó más que claro que la principal sombra de este equipo tiene cara, ojos, nombre y apellidos: RAÚL GONZÁLEZ BLANCO.