El Madrid aún gana en títulos al Barça
Con ocasión de la victoria del Barça ante el Oporto ha corrido mucho el error de que ya habría adelantado al Madrid en títulos oficiales. No es verdad. La cuenta que daría 74 al Barça se basa en un error: el de considerar como tales las tres Copas de Ferias que ganó. No lo eran, las dos primeras ni siquiera fueron estrictamente campeonatos de clubes, sino de ciudades, y la UEFA de hecho no las registra en su web como torneos oficiales ni se las apunta al Barça en el palmarés. El error viene de que el Barça siempre las vendió como torneos 'de verdad' y esa mixtificación ha ido colando hasta hoy.
La primera Copa de Ferias nació en paralelo a la Copa de Europa, que enfrentaba a los campeones de los países. Nació como una alternativa un poco miedosa, de quienes creían que L'Equipe y los clubes por sí solos no podrían con una empresa así. La idea se basaba en que los ayuntamientos de ciudades en feria tendrían interés en apoyar económicamente este torneo. Y en la primera edición se concurrió 'por ciudades'. Aunque el Barça no dio cabida a ningún jugador del Espanyol, la mayoría de ciudades presentó combinados de varios equipos. El nombre real era 'Copa de Ciudades en Feria'.
La primera la ganó el Barça con el escudo de la ciudad. Enfrente tuvo al XI Londres, combinado que en el curso del torneo (que tardó tres años en completarse) utilizó 54 jugadores de 11 clubes. Progresivamente se fue dando entrada a más clubes y olvidando la intención inicial de ser 'de ciudades' ("la copa de los pueblos" la llamó Bernabéu despectivamente), pero sin méritos previos para acudir, sólo por invitación. Hasta que en 1971, sobre esa base, la UEFA creó la Copa de la UEFA, a la que concurrían los mejores clubes de cada país, descontados campeón de Liga y Copa. Sólo desde entonces es oficial.
El Real Madrid continúa manteniendo una ventaja de dos títulos sobre el Barcelona, 73 frente a 71, porque la Copa de Ferias, que el club azulgrana conquistó en 1958, 1960 y 1966 y que incluye en su palmarés, nunca ha tenido la consideración de competición oficial para la UEFA. Su origen estuvo vinculado a la FIFA y, en cierto modo, se vio apadrinada por una UEFA recién nacida y que recelaba del proyecto de Copa de Europa lanzado por el diario francés L'Equipe (al que acabó subiéndose), pero nunca obtuvo un reconocimiento formal, fundamentalmente porque no nació ni tuvo un primer desarrollo como competición entre clubes, sino entre combinados de ciudades.
Ernst B. Thommen, gerente de las apuestas suizas y vicepresidente de la FIFA, fue el padre de la criatura. En 1950, cuatro años antes del nacimiento de UEFA, ya manejó la posibilidad de emparentar dos fenómenos de gran pujanza en la Europa de la posguerra: las ferias comerciales y el fútbol.
Cinco años después, y con el apoyo del presidente de la Federación Italiana, Ottorino Barrasi, y del secretario general de la Federación Inglesa, Stanley Rous, años después presidente de la FIFA, lanzó el torneo llamado Copa de Ciudades en Feria.
El debate. La UEFA vio con simpatía el alumbramiento, hasta el punto de que en su congreso constituyente, celebrado en Viena, se debatió sobre esta competición y no sobre la Copa de Europa que promovía el diario L'Equipe, cuyo editor, Gabriel Hanot, había lanzado el desafío de discutir en una gran competición si el Wolverhampton era de verdad el mejor equipo del mundo, tal y como le había proclamado la Prensa inglesa tras sus victorias sobre Spartak de Moscú y Honved de Budapest.
La UEFA, tras sus reticencias iniciales, acabó asumiendo la organización de la Copa de Europa, reservada a clubes, y la Copa de Ferias pasó a segundo plano para cumplir con su objetivo fundacional: la disputarían equipos formados por jugadores de clubes de una misma ciudad. Los ayuntamientos patrocinaron generosamente el torneo. El hecho de hacer coincidir los encuentros con las fechas en las que se celebraban ferias en las localidades elegidas lo alargó terriblemente.
La primera edición de la anárquica competición duró tres años y la jugaron equipos de Basilea, Copenhague, Francfort, Leipzig, Londres, Zagreb, Barcelona, Lausana, Birmingham y Milán. Estos cuatro últimos presentaron jugadores de un solo club. Barcelona, a la postre campeón, sólo tiró del Barça, pero sus futbolistas no lucieron el uniforme azulgrana (debutaron de blanco ante Copenhague y vistieron de azul en la final ante Londres XI) ni llevaron el escudo del club, sino el de la ciudad (salvo en el caso del meta Ramallets en el estreno y del masajista Ángel Mur, en la final). El combinado de la capital inglesa utilizó durante los ocho partidos disputados 54 futbolistas pertenecientes a once clubes: Tottenham, Chelsea, Arsenal, QPR, West Ham, Fulham, Charlton Athletic, Millwall, Leyton Orient, Brentford y Crystal Palace.
Barcelona también sufrió una notable mutación durante el larguísimo y caótico torneo, que dividió a los equipos en cuatro grupos. Sólo doce jugadores de la plantilla que inició la competición seguían en el Barça cuando concluyó. La duración del torneo dio hasta para construir un estadio: el campeón comenzó jugando en el viejo Les Corts y acabó haciéndolo en el Camp Nou.
El Barcelona ganó también la segunda edición (16 equipos), ya bianual, con su escudo y uniforme, pero Belgrado, Copenhague, Colonia, Leipzig, Basilea o Zagreb siguieron presentando combinados de los equipos de sus ciudades. Este hecho se repitió en las dos ediciones posteriores (16 y 28 participantes, respectivamente), con un formato de torneo anual. Hasta la quinta edición, la Copa no quedó circunscrita exclusivamente a los clubes.
La octava edición (1966) volvería a tener color blaugrana, con triunfo sobre el Zaragoza en la final, y la Copa acabaría siendo de su propiedad cuando la UEFA, en 1971, decidió suprimir el torneo y crear una tercera competición oficial, la Copa de la UEFA, y entregar la Copa de Ferias al ganador de un duelo entre el primer campeón, Barcelona, y el último, Leeds. A partido único se impusieron los culés por 2-1. Otros dos clubes españoles incluyen el trofeo en su palmarés: el Valencia, que lo conquistó en el 62 y el 63, y el Zaragoza, vencedor en el 64. La UEFA, naturalmente, tampoco los reconoce.
La Copa de la UEFA la jugaron los equipos mejor clasificados en sus ligas domésticas que no hubieran conquistado la Liga (jugaban la Copa de Europa, instituida en 1955) o la Copa (la Recopa nació en 1960). La Copa de Ferias nunca atendió a los méritos deportivos. En sus primeras ediciones sólo podían acceder ciudades por invitación y en las últimas se hicieron guiños a los mejor clasificados en competiciones nacionales, pero siempre primaron las localidades con feria.
Barcelona y Real Madrid están, pues, empatados a títulos nacionales, 58, pero los blancos suman 15 internacionales por 13 de los culés.