Khedira acabó roto la final de la Copa del Rey disputada entre Real Madrid y Barcelona el pasado miércoles. De hecho, el germano tuvo que ser sustituido por Esteban Granero aepnas instantes después del gol de Cristiano.
Ayer, Khedira viajó a Múnich para ser examinado por el doctor Müller Wohlfart, un médico de su confianza. Y, aunque aún falta la confirmación oficial por parte del Real Madrid, su lesión en el bíceps femoral es más grave de lo esperado. Sin duda, un contratiempo para Mourinho, que tiene en el germano-tunecino un hombre de su plena confianza.
El propio jugador, tras salir de la clínica en la que fue examinado, mostró su pesimismo. "Estoy muy frustrado. Es un palo muy duro para mí", dijo, en declaraciones recogidas por Sports Chau.