13/11/10 - 10:18.
Manuel Preciado, a fuerza de trabajo, se ha convertido en un clásico del fútbol español. Ha forjado su carrera como entrenador desde abajo, se ha hecho querer allá donde ha ido y, lo más importante, ha conseguido resultados para sus equipos con ascensos y permanencias que hay que valorar en su justa medida. A Preciado no se le pueden exigir títulos con el Sporting, el Racing o el Levante pero sí ha dado a esos clubes un resultado por encima de su potencial.
A estos logros añade una peculiar manera de ser y de expresarse. A medio camino entre el casticismo y la sencillez, sus entrevistas y ruedas de prensa las entiende todo el mundo porque cuenta el fútbol con el lenguaje de la calle.
Preciado, sin embargo, cruzó ayer la frontera que separa el populismo del insulto y la incitación a la violencia. Puede entenderse que le molestaran las palabras de Mourinho insinuando que el Sporting no fue con todo su potencial a Barcelona. Es comprensible que a Preciado no le gusten algunas de las cosas que hace y dice el técnico portugués, pero de ahí a llamarle “canalla” y a instar que vea el partido con los ultras media un peligroso abismo.
El técnico tenía recursos de sobra para haber despachado la rueda de prensa sin caer en la descalificación personal y, desde luego, sin caldear el ambiente de una forma desmedida. Si, por cualquier circunstancia, el partido de El Molinón derivara en situaciones antideportivas, todas las miradas se volverán sobre Preciado.
La responsabilidad de un entrenador no está sólo en su equipo sino en las cuestiones que lo rodean. Y Manuel Preciado no ha sabido manejar esa responsabilidad. Sería bueno que la excelente afición del Sporting corrigiera, con un comportamiento ejemplar, los excesos cometidos por su técnico.
Siguiendo con la polémica de ayer.
Por primera vez tengo que decir que estoy de acuerdo con una editorial del Marca. (¿Me habrá lobotomizado Inda?)
Creo que es un editorial comedida y necesaria después de lo que pasó ayer.
Culés y antimadridistas os podéis poner como queráis y atacar a Mourinho, justificar a Preciado y demás. Lo de ayer fue lo que fue y espero que sea mañana el Molinón quien corrija en primer lugar a su entrenador con su comportamiento. De momento yo tengo dudas sobre cuál será el recibimiento; espero equivocarme y seré el primero en aplaudir a la afición del Sporting si no hay incidentes.