Si ayer el Barça en vez de golear al Zaragoza, pierde, pongamos 0-1, el Madrid estaría líder con el nada despreciable balance de 21 goles a favor y 6 en contra en 8 jornadas , y todos los que se han levantado con el hacha para cortar cabezas en la mano, dando por perdida la temporada y echando mierda hasta a los últimos 20 años de nuestra historia, estarían tan contentos, presumiendo de la mejor plantilla de Europa y elevando hasta a nuestros suplentes a la altura de futuribles balones de oro.
Pero como el Barça juega bien y golea ya hay un montón de gente enterrando este proyecto a las 8 jornadas y pidiendo uno nuevo, a ver si nos dura por lo menos otras 8.
Esto, aunque me pese, solo tiene un nombre. Barcelonitis. Y gran parte de la afición blanca está cayendo presa de esta epidemia. Estamos convirtiendo los triunfos del Barcelona en derrotas del Madrid. A este paso me veo justificando temporadas con ganarles, como les pasaba a ellos hace años
Pero tampoco hay que preocuparse mucho porque tiene fácil solución.
Solo hay que dejar de mirar con envidia al vecino de enfrente, que tiene un equipo hecho, que juega de memoria desde hace por lo menos 5 o 6 años y que, gracias a la paciencia y a la confianza, ha llegado a conseguir un equipo, como mínimo, a la altura del mejor de su historia, y haciendo acopio de esa misma receta darle la suficiente confianza a nuestro plantel para que llegue a ofrecernos un fútbol y unos resultados acorde a la categoría que todos sabemos que tienen.
Mimbres hay de sobra, a no ser que todos los futbolistas que nos parecían fantásticos este verano se hayan vuelto mediocres por el solo hecho de vestir la elástica blanca. El único ingrediente que falta para la fórmula mágica es que los aficionados hagamos un esfuerzo por ser pacientes y que, por culpa de la inmediatez en la que, desconozco el motivo, hemos aprendido a vivir en los últimos tiempos no nos carguemos con nuestra impaciencia el proyecto antes casi de haber nacido.
Y por favor, no me uséis la excusa de Raúl.
Raúl es un problema, pero no podemos usarlo como excusa para todo. De hecho cuando Raúl no ha estado en el 11 el equipo ha jugado exactamente igual, lo cual demuestra que el problema va más allá. La única solución que tenemos en este tema es que el equipo rompa a jugar al nivel de sus individualidades y, o Raúl se pone a su nivel, o evidenciará sus vergüenzas hasta el punto de hacer insostenible la mentira de sus últimas 5 o 6 temporadas, en cualquier caso el Madrid gana.
Pero todo parte de un mismo principio, y es que los aficionados no nos convirtamos en parte del problema.