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El 7 de noviembre Raúl se desengañó por última vez. Ahí, en el Calderón, su segundo estadio, antes del derby, supo que no sería titular. Fue la primera vez que se enteró de que no jugaría sin tener un soplo previo. Desde esa noche, el capitán del Madrid ha comenzado a perder poder y protagonismo dentro y fuera del campo. Si el curso pasado fue el jugador del Madrid que más minutos disputó, esta temporada su progresión va en franco declive. En la Liga, sus minutos disputados por partido desde la primera jornada esconden una cuenta regresiva: 63, 18, 59, 28, 94, 96, 83, 93, 16, 29, 33, 20 y 0. En la Champions es igual: 97, 16, 94, 18 y 69. Si la tendencia persiste, hoy, en el Velódromo, el capitán podría limitarse a calentar en la banda. Como dijo ayer su entrenador, Manuel Pellegrini: "Raúl es un tema muy hablado". A este paso, pronto no habrá más que decir.
"Es un líder cuando le toca comenzar los partidos y cuando no", dice Pellegrini
El máximo responsable deportivo del Madrid, Jorge Valdano, es también quien promocionó a Raúl y lanzó su carrera en 1994. Ahora asiste desde la barrera a lo que parece el ocaso de un mito: "El protagonismo lo decide el entrenador. [Si Raúl no juega tanto como hace dos meses] es una decisión puramente deportiva. Y él ha asumido su nuevo papel con una madurez impresionante. El ejemplo más palpable fue el último partido, contra el Almería. El entrenador le mandó a calentar y decidió que finalmente no hacía el cambio. Raúl volvió al banquillo y reaccionó como un meritorio".
Hasta junio, Raúl controló gran parte de la política deportiva del Madrid. La dejación de funciones de Pedja Mijatovic y los embrollos que acabaron con la presidencia de Ramón Calderón hicieron del capitán el factótum del club.
Hoy, su rol es secundario. Él lo ha asumido con aparente entereza. Pero por dentro se siente víctima de una encerrona. Así se lo confiesa a sus amigos. Cree que Florentino Pérez, el presidente, conspira para acabar prematuramente con su carrera. No le faltan indicios a los que aferrarse. El presidente del Madrid echa cuentas. Calcula que, jugando tan poco, a este paso el año que viene su presencia en el equipo será testimonial. Pérez espera que Raúl se apiade de la economía del club y renuncie al año de contrato que le queda. Gracias a Calderón, el capitán tiene firmados 14 millones de euros brutos por temporada hasta junio de 2011. Hasta el momento, y para disgusto del presidente, no ha dado señales de renuncia. Al contrario. "Me siento muy importante", declaró en Radio Marca hace dos semanas, "y pienso cumplir mi contrato".
Valdano no se sorprende ante la conducta disciplinada y cordial que caracteriza al capitán en las últimas semanas. "Siempre admiré a Raúl por su inteligencia", dice el dirigente; "por eso confié en que sabría responder a todas las situaciones. Él sigue teniendo el mismo peso. Es la autoridad que te da el tiempo. Conoce como nadie el club. Ahora tendrá que compartir parte de su responsabilidad con Casillas. Y Casillas deberá asumir más responsabilidades que hasta ahora".
Lass, que ha observado cómo Raúl va cediendo terreno a Casillas en las labores de la capitanía, emitió ayer su opinión con mucho respeto: "Raúl ha cumplido su papel de capitán muy bien. Quizá esté pasando por un momento muy difícil. No hace falta enumerar sus méritos. Pero es el entrenador el que decide. Las razones que han hecho que esté jugando tan poco habría que preguntárselas a Pellegrini".
Tras darle 20 minutos contra el Barça, Pellegrini resolvió que en la última jornada de Liga, contra el Almería, jugase Van der Vaart, un jugador defenestrado, antes que el capitán. Raúl se quedó sin jugar por primera vez en el campeonato. Preguntado ayer por la escasa participación del jugador más emblemático del club, el entrenador se encogió de hombros: "El tema de Raúl es un tema conversado. Siempre es un jugador importante. Es un líder tanto cuando le toca comenzar los partidos como cuando no. Su papel sigue siendo el mismo. Para mí, sigue siendo un jugador muy importante dentro del plantel".
Como si sospechase la suerte que le espera, Raúl fue ayer el primero en abandonar el entrenamiento en el Velódromo. El resto de los delanteros se quedaron practicando tiros a puerta diez minutos más.
"Es un líder cuando le toca comenzar los partidos y cuando no", dice Pellegrini
El máximo responsable deportivo del Madrid, Jorge Valdano, es también quien promocionó a Raúl y lanzó su carrera en 1994. Ahora asiste desde la barrera a lo que parece el ocaso de un mito: "El protagonismo lo decide el entrenador. [Si Raúl no juega tanto como hace dos meses] es una decisión puramente deportiva. Y él ha asumido su nuevo papel con una madurez impresionante. El ejemplo más palpable fue el último partido, contra el Almería. El entrenador le mandó a calentar y decidió que finalmente no hacía el cambio. Raúl volvió al banquillo y reaccionó como un meritorio".
Hasta junio, Raúl controló gran parte de la política deportiva del Madrid. La dejación de funciones de Pedja Mijatovic y los embrollos que acabaron con la presidencia de Ramón Calderón hicieron del capitán el factótum del club.
Hoy, su rol es secundario. Él lo ha asumido con aparente entereza. Pero por dentro se siente víctima de una encerrona. Así se lo confiesa a sus amigos. Cree que Florentino Pérez, el presidente, conspira para acabar prematuramente con su carrera. No le faltan indicios a los que aferrarse. El presidente del Madrid echa cuentas. Calcula que, jugando tan poco, a este paso el año que viene su presencia en el equipo será testimonial. Pérez espera que Raúl se apiade de la economía del club y renuncie al año de contrato que le queda. Gracias a Calderón, el capitán tiene firmados 14 millones de euros brutos por temporada hasta junio de 2011. Hasta el momento, y para disgusto del presidente, no ha dado señales de renuncia. Al contrario. "Me siento muy importante", declaró en Radio Marca hace dos semanas, "y pienso cumplir mi contrato".
Valdano no se sorprende ante la conducta disciplinada y cordial que caracteriza al capitán en las últimas semanas. "Siempre admiré a Raúl por su inteligencia", dice el dirigente; "por eso confié en que sabría responder a todas las situaciones. Él sigue teniendo el mismo peso. Es la autoridad que te da el tiempo. Conoce como nadie el club. Ahora tendrá que compartir parte de su responsabilidad con Casillas. Y Casillas deberá asumir más responsabilidades que hasta ahora".
Lass, que ha observado cómo Raúl va cediendo terreno a Casillas en las labores de la capitanía, emitió ayer su opinión con mucho respeto: "Raúl ha cumplido su papel de capitán muy bien. Quizá esté pasando por un momento muy difícil. No hace falta enumerar sus méritos. Pero es el entrenador el que decide. Las razones que han hecho que esté jugando tan poco habría que preguntárselas a Pellegrini".
Tras darle 20 minutos contra el Barça, Pellegrini resolvió que en la última jornada de Liga, contra el Almería, jugase Van der Vaart, un jugador defenestrado, antes que el capitán. Raúl se quedó sin jugar por primera vez en el campeonato. Preguntado ayer por la escasa participación del jugador más emblemático del club, el entrenador se encogió de hombros: "El tema de Raúl es un tema conversado. Siempre es un jugador importante. Es un líder tanto cuando le toca comenzar los partidos como cuando no. Su papel sigue siendo el mismo. Para mí, sigue siendo un jugador muy importante dentro del plantel".
Como si sospechase la suerte que le espera, Raúl fue ayer el primero en abandonar el entrenamiento en el Velódromo. El resto de los delanteros se quedaron practicando tiros a puerta diez minutos más.
