por Tanis Vie Dic 04, 2009 8:27 pm
TOMAS RONCERO hoy desvela porque se le premia:
El Palacio de Congresos se rindió al Príncipe del Fútbol. Cristiano no consiguió el Balón de Oro de France Football, pero sí se ha ganado el Premio AS, que lleva camino de tener más prestigio que el de la publicación francesa. El mejor jugador del planeta (para mí lo es, pese a quién pese) apareció en escena como un ángel, con una sonrisa diáfana y sincera, que denotaba una salud de hierro, un tobillo a prueba de bombas y un estado de ánimo inmejorable para empezar a responder a esas expectativas que mantienen a medio mundo girando alrededor de cada paso que da. El portugués es mucho más que un futbolista. Es un ilusionista, una ventana abierta a la esperanza, un ejemplo de superación. En los barrios humildes de Funchal creció un genio, que se pulió en el frío de Manchester y alcanzará su punto de ebullición en Madrid, la ciudad de la que ya se ha enamorado.
Por eso los lectores de AS le han votado. No consiste en valorar sólo los títulos que gane con sus clubes o las conquistas individuales. En los Premios AS se identifica al deportista que representa los valores del Madrid de siempre, el compromiso y el culto a la ambición indisimulada, al depredador de la gloria que cada mañana se levanta pensando que será un poco mejor que el día anterior.
*En resumen: fue votado por su prepotencia, por más prepotencia y por creerse el más guapo del mundo.
Resultó especialmente emotivo, en el momento cumbre de la Gala, que Alejandro Sanz le diera por sorpresa el premio a su amigo-ídolo Cristiano. El cantante universal (gaditano de Moratalaz) se sintió como un niño con guitarra nueva cuando le entregó a Ronaldo su corazón de Mascaró. Dos talentos puros fundidos en una sola pieza. Dos trovadores que alegran nuestras vidas. Música y fútbol. La vida es bella. Me consta que el portugués tararea por las mañanas en su casa de 'La Finca' el Looking for paradise de Alejandro Sanz y Alicia Keys. Cristiano está más cerca de alcanzar su sueño. Su Paraíso está aquí al lado. El Bernabéu le espera...