Mucha gente tiene una opinión errónea de Cristiano porque se deja llevar por su impactante imagen y ese físico que parece sacado de la factoría Marvel. A su edad (24 años), siendo soltero y con dinero a espuertas, cualquier chaval en su pellejo estaría de fiesta en fiesta paseando el palmito en busca de la París Hilton de turno para protagonizar cada día un desayuno con diamantes. Pero el portugués tiene otro vicio que no esconde y que proclama cada vez que le han entrevistado. "Mi mayor vicio es hacer abdominales". No lo dice por quedar bien. El algodón no engaña. Basta ver la foto de la izquierda para entender que ese cuerpo, como dice sabiamente Valdano, "no se hace en las discotecas".
Estamos ante un caso muy poco frecuente: el del futbolista fanático con el cuidado de su cuerpo. Raúl es uno de los pocos casos que ya constaban en acta. De hecho, el capitán y Cristiano hicieron muy buenas migas desde la pretemporada en Irlanda porque coincidían a menudo echando horas extras con las pesas y en el gimnasio. Cristiano es un espejo para la juventud y es bueno que se conozca esta faceta del crack. Cuida a su familia como a la pelota, atiende a todos sus fans cuando le reclaman un autógrafo o una fotografía y jamás elige la lírica antes que la física. Estamos ante un Supermán hecho a sí mismo. Un cuerpo 10.
Se supone que es un artículo para hablar bien de Cristiano Ronaldo y resulta que se tira más de la mitad del artículo hablando de lo genial y atlético que es Baúl.
saludos