Sin embargo muchos de nosotros permanecemos constantemente en el pasado, unos admirando a exjugadores como Raúl, otros pidiendo la renovación de grandes futbolistas como VN que ya no están para muchos trotes, otros llevándose las manos a la cabeza cuando se les habla de trasladar el estadio y construir otro mucho mejor (Bernabeu ya lo quiso hacer en los setenta)...¿por qué somos así?¿no nos damos cuenta de que lo que realmente vale es nuestro escudo, los jugadores son solo partícipes de nuestra grandeza, son pasajeros de este tren de lujo que se llama Real Madrid pero no tienen que ser eternos ni tienen que estar por delante de los beneficios del club.
Con el estadio pasa igual, es solo un edificio, todos le tenemos cariño pero su fin llegará y no hay que tomarlo como algo traumático sino como un acicate para escribir nuevas páginas gloriosas en el nuevo.
No madridistas, ese no es el camino, renovarse o morir.