Día 12 de junio, el Real Madrid continúa sin entrenador y la afición comienza a impacientarse. Primero, porque no se entiende cómo el banquillo de Chamartín es el único de los grandes clubes de Europa que todavía no tiene inquilino para la próxima campaña. Y segundo, porque si se sabe que Mourinho no iba a continuar desde hace más de un mes -como mínimo-, no se comprende que a estas alturas de la película, Ancelotti no se haya podido desvincular del PSG. Enfada más todavía al madridismo esta situación por el hecho de que el italiano no sea una de sus opciones favoritas.
Mientras Mourinho ha sido presentado por el Chelsea, Moyes ya trabaja en el Manchester United y Pellegrini lo tiene hecho con el City, la afición blanca está en un desvivir intentando sacar conclusiones de cada una de las frases de Florentino Pérez durante su gira 2013. Un día "buscamos un entrenador que conozca la casa", al siguiente que "Ancelotti quedaría muy bien en el banquillo del Real Madrid", otro que "Zidane podría ser perfectametente el entrenador", y por último "nos reuniremos con Zidane en los próximos días". Vamos, que mientras los demás rivales tienen su proyecto perfilado la afición merengue todavía no sabe ni qué puesto ocupará Zidane la próxima temporada. Si se sigue a este paso, no hay que descartar que Chendo sea el que dirija el primer entrenamiento de pretemporada allá por el 15 de julio.
Los aficionados no piden decisiones precipitadas, lo único que quieren es conocer un proyecto más allá del "conmigo jugarán los mejores jugadores del mundo", para luego soltar el revelador "tener dos cracks mundiales en un mismo puesto no es beneficioso y esta temporada lo hemos comprobado". Miedo, mucho miedo, es lo que siente el madridista de a pie al escuchar esta última contradicción del presidente. Con el mejor once del mundo se puede ganar la Champions, claro, pero cualquier imprevisto no solo te deja fuera de la máxima competición, sino también de la lucha por la Liga y la Copa. No queremos recordar aquella época en la que a pesar de tener al mejor once del mundo se perdieron Ligas y Copas ante rivales de la talla de Valencia, Dépor y Zaragoza, y todo esto coincidiendo con el ocaso de un Fútbol Club Barcelona que estaba herido de muerte. Bien dice el refrán que el hombre es el único animal capaz de tropezar dos veces seguidas con la misma piedra. Aunque es difícil imaginarse que Florentino sea de esos, más aún cuando ha sido el responsable de la mejor decisión del Real Madrid en la última década: fichar a José Mourinho.
Por tanto, más que un problema de fe en Florentino, que no lo es porque se sigue creyendo que es el mejor presidente para el Real Madrid, lo que se espera de él es que no caiga en esas contradicciones y sus gestiones para la próxima campaña comiencen a dar sus frutos. Seguro que alguna de ellas tiene un condicionante negociador con el PSG, pero es que la cosa no está para bromas después de la salida de Mourinho. Un Florentino que responde y es directo contra algunas de las injusticias que ha sufrido el Real Madrid en los últimos años, pero que no acaba de despegarse de la mítica frase: "(ponga aquí el equipo que desee) es un club amigo".
Y es que Florentino se ha convertido en el hombre del millón de amigos. Sin duda, una gran estrategia para cerrar algunas negociaciones que está llevando a cabo. Pero de la misma forma, el madridismo espera que si de verdad interesa Thiago, se pongan los 18 'kilos' más impuestos y se lo traiga a ritmo de chotis en autobús descapotable a la capital de España. Ayer un tuitero -@betomolina1- recordaba el caso Agüero -y/o Falcao- y preguntaba, muy acertado él, que qué iba a hacer el Atleti si se enfadaba, ¿fichar a Cristiano Ronaldo? Igual con un poco de suerte se confundían de jugador y fichaban al filtrador del vestuario. Amigos los del extranjero y todo aquel que no supure antimadridismo por los cuatro costados.
El Madrid también debe ser 'feo'
Lo de Disney Madrid está muy bien para generar ingresos, pero no hay que olvidar que sin parque familiar aún construido, el club blanco ya goza de varias atracciones como El Filtrador, El Topor Revolution o la tenebrosa Casa de los Valores. Quizá sean estas las que haya que destruir primero para reconstruir el nuevo Real Madrid. Es comprensible que Florentino quiera un #MadridBello, que dirían dos de las creadoras del #Matildismo tuitero -@Bellaca_RM y @mariana_hcan-, con Gareth Bale y su pinta de chico bueno como guinda del pastel. Pero el Real Madrid no solo es belleza y marketing, sino también entrega, competitividad y mala hostia. Y para eso, siempre hay que tener un 'feo' que asuste al rival y que reparta estopa cuando sea necesario. Al final, los títulos los ganan 25 jugadores, no solo los once mejores del mundo.
Para amenizar la espera del entrenador y los fichajes siempre quedará cantar la canción de Roberto Carlos -el cantante, no el jugador- junto a Florentino: "Yo quiero tener un millón de amigos y así más fuerte poder cantar". Y esto está muy bien presidente, pero el madridismo lo que de verdad quiere cantar es el "¡Hala Madrid!" y el "We are the Champions" en Cibeles con Cristiano levantando la 'Orejona' al cielo de la capital. Eso sí que sería un Madrid bello.
Jorge Calabrés
Mientras Mourinho ha sido presentado por el Chelsea, Moyes ya trabaja en el Manchester United y Pellegrini lo tiene hecho con el City, la afición blanca está en un desvivir intentando sacar conclusiones de cada una de las frases de Florentino Pérez durante su gira 2013. Un día "buscamos un entrenador que conozca la casa", al siguiente que "Ancelotti quedaría muy bien en el banquillo del Real Madrid", otro que "Zidane podría ser perfectametente el entrenador", y por último "nos reuniremos con Zidane en los próximos días". Vamos, que mientras los demás rivales tienen su proyecto perfilado la afición merengue todavía no sabe ni qué puesto ocupará Zidane la próxima temporada. Si se sigue a este paso, no hay que descartar que Chendo sea el que dirija el primer entrenamiento de pretemporada allá por el 15 de julio.
Los aficionados no piden decisiones precipitadas, lo único que quieren es conocer un proyecto más allá del "conmigo jugarán los mejores jugadores del mundo", para luego soltar el revelador "tener dos cracks mundiales en un mismo puesto no es beneficioso y esta temporada lo hemos comprobado". Miedo, mucho miedo, es lo que siente el madridista de a pie al escuchar esta última contradicción del presidente. Con el mejor once del mundo se puede ganar la Champions, claro, pero cualquier imprevisto no solo te deja fuera de la máxima competición, sino también de la lucha por la Liga y la Copa. No queremos recordar aquella época en la que a pesar de tener al mejor once del mundo se perdieron Ligas y Copas ante rivales de la talla de Valencia, Dépor y Zaragoza, y todo esto coincidiendo con el ocaso de un Fútbol Club Barcelona que estaba herido de muerte. Bien dice el refrán que el hombre es el único animal capaz de tropezar dos veces seguidas con la misma piedra. Aunque es difícil imaginarse que Florentino sea de esos, más aún cuando ha sido el responsable de la mejor decisión del Real Madrid en la última década: fichar a José Mourinho.
Por tanto, más que un problema de fe en Florentino, que no lo es porque se sigue creyendo que es el mejor presidente para el Real Madrid, lo que se espera de él es que no caiga en esas contradicciones y sus gestiones para la próxima campaña comiencen a dar sus frutos. Seguro que alguna de ellas tiene un condicionante negociador con el PSG, pero es que la cosa no está para bromas después de la salida de Mourinho. Un Florentino que responde y es directo contra algunas de las injusticias que ha sufrido el Real Madrid en los últimos años, pero que no acaba de despegarse de la mítica frase: "(ponga aquí el equipo que desee) es un club amigo".
Y es que Florentino se ha convertido en el hombre del millón de amigos. Sin duda, una gran estrategia para cerrar algunas negociaciones que está llevando a cabo. Pero de la misma forma, el madridismo espera que si de verdad interesa Thiago, se pongan los 18 'kilos' más impuestos y se lo traiga a ritmo de chotis en autobús descapotable a la capital de España. Ayer un tuitero -@betomolina1- recordaba el caso Agüero -y/o Falcao- y preguntaba, muy acertado él, que qué iba a hacer el Atleti si se enfadaba, ¿fichar a Cristiano Ronaldo? Igual con un poco de suerte se confundían de jugador y fichaban al filtrador del vestuario. Amigos los del extranjero y todo aquel que no supure antimadridismo por los cuatro costados.
El Madrid también debe ser 'feo'
Lo de Disney Madrid está muy bien para generar ingresos, pero no hay que olvidar que sin parque familiar aún construido, el club blanco ya goza de varias atracciones como El Filtrador, El Topor Revolution o la tenebrosa Casa de los Valores. Quizá sean estas las que haya que destruir primero para reconstruir el nuevo Real Madrid. Es comprensible que Florentino quiera un #MadridBello, que dirían dos de las creadoras del #Matildismo tuitero -@Bellaca_RM y @mariana_hcan-, con Gareth Bale y su pinta de chico bueno como guinda del pastel. Pero el Real Madrid no solo es belleza y marketing, sino también entrega, competitividad y mala hostia. Y para eso, siempre hay que tener un 'feo' que asuste al rival y que reparta estopa cuando sea necesario. Al final, los títulos los ganan 25 jugadores, no solo los once mejores del mundo.
Para amenizar la espera del entrenador y los fichajes siempre quedará cantar la canción de Roberto Carlos -el cantante, no el jugador- junto a Florentino: "Yo quiero tener un millón de amigos y así más fuerte poder cantar". Y esto está muy bien presidente, pero el madridismo lo que de verdad quiere cantar es el "¡Hala Madrid!" y el "We are the Champions" en Cibeles con Cristiano levantando la 'Orejona' al cielo de la capital. Eso sí que sería un Madrid bello.
Jorge Calabrés