Pellegrini no tiene el suficiente respaldo en el club, comenzando la cosa por un Valdano al que, desde hace unas semanas, no termino de entender en su comportamiento. Echo de menos a un presidente o a un director general, más en este caso, que salga a decir que Pellegrini es el jefe del vestuario y puede hacer lo que crea conveniente con todo el respaldo del club. En lugar de eso me encuentro con comentarios de respaldo a Guti, con una bajada pública de pantalones a Pellegrini cuando este intentaba tapar un error tan grave como es comunicarle al entrenador, el mismo día del partido, que Ramos podía jugar cuando se sabía desde el día 5.
Pellegrini ya se encontró con problemas en el Villarreal, con uno si cabe aun más serio que el de Guti porque aquel problema sucedió con el jugador estrella del equipo, Riquelme. Con todo lo que eso supone lo respaldaron a muerte. Aquí sucede con un tío que no es más que un reserva acomodado y al que todos conocemos por su indolencia y falta de compromiso, actitudes bastante raras para autoproclamarse conocedor de los valores del Madrid. Porque Guti es el que menos ejemplo puede dar de esos valores precisamente. A Guti se lo hubiera comido por los pies Di Stéfano en su época por su falta de compromiso, hubiera sido un Didí más.
¿Sabéis lo que pienso? Que lo mejor que le vendría al Madrid en este momento, más allá de echar al entrenador, es un mensaje de respaldo absoluto a éste, no una ratificación, sino una rueda de prensa de Valdano o, incluso, del mismísimo Florentino confirmando que Pellegrini continuará hasta final de temporada PASE LO QUE PASE, se consigan títulos o no. Que lo primero es formar un equipo y trabajarlo de cara al futuro, que es más importante en estos momentos conseguir encontrar el camino más que la meta. Eso rebajaría muchísimo el ambiente de presión contra Pellegrini de los buitres mediáticos, más interesados en un Madrid desquiciado que en un Madrid estable. Si se cometió el error al principio de enviar mensajes prepotentes y promesas de títulos es hora de rectificar, de prometer trabajo, paciencia y estabilidad impermeabilizándose de la presión mediática. Quizá esa sea la única opción de conseguir un título esta misma temporada. Pero, claro, primero deben ponerse de acuerdo Valdano y Florentino con la corte que lo rodea. Porque, sinceramente, creo que no existe un consenso sobre lo que se debe o no se debe hacer.
Ya salió Pellegrini de momentos delicados en Villarreal, donde también hubo muchas dudas al principio sobre sus métodos y resultados futuros. Y, creedme, en cuanto a funciones no tiene el Madrid un equipo distinto a éste para que Pellegrini haga el mismo fútbol, es más, si hay algo distinto es en cuanto a calidad de los jugadores a favor del Madrid. Allí no había jugadores específicos de banda, no había Iniestas ni Xavis. La cuestión es saber y darse cuenta de que este equipo no está construido para jugar como el Barcelona sino para hacer un fútbol tan aceptable como el que hacía el Villarreal, distinto pero también bonito. Sigo pensando que es una lástima que a este equipo le cayeran tantos palos desde el primer partido cuando era un equipo en construcción. Se le ha llevado con la presión a tener que parecerse al eterno rival cuando estaba construido para hacer otro tipo de juego. Ahora se pagan los nervios y la ansiedad por unas críticas que en su momento, en mi humilde opinión, fueron verdaderamente desmesuradas.
Lo que pasa es que veo al Bernabeu en una espiral devora-entrenadores que hará difícil lo que propongo, más aun después de escuchar gritar el nombre de Guti como castigo al entrenador. El Bernabeu está perdiendo el norte a pasos agigantados, no distingue amigos de enemigos y no entiende que un cese del entrenador no crea estabilidad, crea inestabilidad porque la siguiente presa será el que está en el escalafón superior y así sucesivamente. Parece que la voz de la experiencia sirve de poco en este club. Ahora resulta que a los que hay que seguir a pies juntillas es a los medios de información, ¡Válgame Dios!