La ruindad, la especulación, las malas formas, el despotismo, la soberbia, la fanfarroneria, la patanería, el aburrimiento, el conservadurismo...son tantas las palabras negativas con la que podemos definir a este personaje que no habría blanco suficiente en la pantalla para ser rellenado.
Xosé cagó, y cagó tanto que al final la mierda sale a flote. Cual es el mérito de este señor? ninguno, jugar de pena y amarrar titulos de la forma más miserable posible, es decir, con muchos millones y futbol entre cobarde y especulador: según el rival, a estos les podemos, con estos nos replegamos. La Champions que ganó con el Oporto fue una de las Champions más flojitas y aburridas que se recuerdan, el azar, el tener una de las mejores plantillas del Oporto en las últimas decadas y algunas hecatombes inesperadas de equipos grandes, dejaron la competición en algo más próximo a la Europa League que a una liga de campeones. La rata mouriña sacó tajada de esto. A partir de aquí, el pájaro ha ido viviendo de acumular millones en el campo y practicar un futbol de contención y contraataque a menudo doloroso a la vista y que por momentos se ha visto transformado en vergonzosos repliegues más propios de un equipo escocés de segunda división que de un teorico equipo grande.
Pero de aquí ha ido haciendo terreno Mou, de llorar a los arbitros, de pedir la hora, de morderse las uñas para que el arbitro le dijera que acababa de ganar algo. Eliminó al Barça de Guardiola de una forma en la que hasta un madridista (yo mismo) sintió verguenza ajena, asco y pena por semejante injusticia futbolistica en la que se premiaba el futbol más despreciable y rastrero del universo. Si dura cinco minutos más Mourinho se marcha llorando. Y en esto ha basado sus exitos Mourinho, no en otra cosa, en avasallar a los equipos menores y acojonarse con los grandes. Nunca he visto a este Madrid de Mou dominar a un rival de peso, decidir su suerte, llevar la manija y controlar los tiempos de juego, NUNCA. El Madrid no merece un entrenador tan mediocre e insignificante, el Madrid merece un técnico a su altura, un profesional que plante a su equipo en el campo y someta al rival. Un entrenador que construya un equipo hegemónico. El futbol de Mou apestó, apesta y apestará, y siempre estará basado en lo mismo, en millones y en especulación y agazapamiento cobarde para después abusar de los pequeños.
Estamos muy cerca de despertar de esta pesadilla y volver a disfrutar de nuestro equipo. Aún así, los responsables de haber convertido a este Madrid en lo que es deben empezar a ser denunciados y pasados por la guillotina.
Xosé cagó, y cagó tanto que al final la mierda sale a flote. Cual es el mérito de este señor? ninguno, jugar de pena y amarrar titulos de la forma más miserable posible, es decir, con muchos millones y futbol entre cobarde y especulador: según el rival, a estos les podemos, con estos nos replegamos. La Champions que ganó con el Oporto fue una de las Champions más flojitas y aburridas que se recuerdan, el azar, el tener una de las mejores plantillas del Oporto en las últimas decadas y algunas hecatombes inesperadas de equipos grandes, dejaron la competición en algo más próximo a la Europa League que a una liga de campeones. La rata mouriña sacó tajada de esto. A partir de aquí, el pájaro ha ido viviendo de acumular millones en el campo y practicar un futbol de contención y contraataque a menudo doloroso a la vista y que por momentos se ha visto transformado en vergonzosos repliegues más propios de un equipo escocés de segunda división que de un teorico equipo grande.
Pero de aquí ha ido haciendo terreno Mou, de llorar a los arbitros, de pedir la hora, de morderse las uñas para que el arbitro le dijera que acababa de ganar algo. Eliminó al Barça de Guardiola de una forma en la que hasta un madridista (yo mismo) sintió verguenza ajena, asco y pena por semejante injusticia futbolistica en la que se premiaba el futbol más despreciable y rastrero del universo. Si dura cinco minutos más Mourinho se marcha llorando. Y en esto ha basado sus exitos Mourinho, no en otra cosa, en avasallar a los equipos menores y acojonarse con los grandes. Nunca he visto a este Madrid de Mou dominar a un rival de peso, decidir su suerte, llevar la manija y controlar los tiempos de juego, NUNCA. El Madrid no merece un entrenador tan mediocre e insignificante, el Madrid merece un técnico a su altura, un profesional que plante a su equipo en el campo y someta al rival. Un entrenador que construya un equipo hegemónico. El futbol de Mou apestó, apesta y apestará, y siempre estará basado en lo mismo, en millones y en especulación y agazapamiento cobarde para después abusar de los pequeños.
Estamos muy cerca de despertar de esta pesadilla y volver a disfrutar de nuestro equipo. Aún así, los responsables de haber convertido a este Madrid en lo que es deben empezar a ser denunciados y pasados por la guillotina.