Fingol escribió: lagarto escribió: Cthulhu escribió: barney escribió:Cuando la lógica decia que debia ser Sevilla o en su caso Barcelona o Lisboa.
Se llevó la corte a la tercera ciudad de Castilla. Los motivos no está claramente definidos pero hay dos motivos claros, la inexistencia de un poder religioso en madrid y sobretodo la inferioridad de potestades de las cortes de Castilla con respecto al poder real.
Estos son los motivos de la capitalidad de Madrid, el coste actual y la problemática logistica que todo ello trae han condicionado españa y la seguirán condicionando.
Se que este hilo es mas una broma, pero el tema es interesante aunque implanteable.
Hay mil artículos. Uno de los mejores es este
http://economia.elpais.com/economia/2012/03/02/actualidad/1330712282_179577.html
Interesantísimo debate...
En principio viendo la ruta de los galeones, debería haber sido Sevilla, hubiese sido lo más lógico en la época, de hecho el poder económico estaba allí y era una de las ciudades más florecientes de Europa en los siglos XVI y XVII. Pero al final la Corte se puso en Madrid...
No sé si la razón sería el tema de la ausencia de obispado, me parece un argumento algo endeble, teniendo en cuenta que las reformas realizadas por los RRCC supusieron el auge real vs el eclesiástico, disponiendo de una segunda alta nobleza a su disposición, mucho más fuertemente "Castellanizada" que "Romanizada".
Creo que el articulista cae de nuevo en el mantra de la "no" ilustración de Madrid, por estar lejos, etc, etc. Sin embargo la corte madrileña era muy ilustrada con pintores, escultores, músicos, escritores de muy alta calidad, de lo mejorcito de Europa diría yo. Felipe II era un gran mecenas, como casi todos los austrias. De hecho Felipe era un loco de los poderes alquímicos y poseía en el Escorial una basta colección a tal efecto.
Yo creo que fue un todo, el declive del imperio, el auge de las otras potencias satélites, los flujos de oro y plata que iban hacia los acreedores de la corona que estaban en Flandes o Italia...todo ello hizo que Madrid y por ende España se retrasase en su avance científico y cultural. Pero ojo, recordemos que esto se da sobre todo a partir de Carlos II, una vez el siglo de oro español cae en decadencia...
Sevilla fue una ciudad importante pero Cataluña más, no sólo comerciaba con indias sino que desde la edad media ya tuvo un importante peso en el comercio mediterráneo. Además de poseer una producción de manufacturas más diversificada que la castellana, algo importantísimo es que en el siglo XVIII fue uno de los focos de la primera revolución industrial. Mecanizando la producción textil. Madrid mientras tanto se dedicaba a pastorear ovejas y vender lana.
En cuanto a que Madrid fuese un núcleo cultural, de las letras y el arte, no constituye un hecho demasiado relevante ya que la organización social seguía siendo de perfil medieval. Anquilosada en los terratenientes y la aristocracia eclesiástica. Ambos altamente parasitarios y contraproducentes.
Por el contrario en otras zonas de Europa, sobre todo la noroccidental, tomó protagonismo la burguesía, verdaderos empresarios emprendedores que se desvincularon de la iglesia a la hora de tomar decisiones y adoptaron el conocimiento científico como base del avance tecnológico. Hecho que cambió la estructura económica y social de esas regiones, guiándolas hacia el progreso.
Esa es la clave fundamental aunque no la única.
Cataluña dominaba el mediterráneo en el medioevo. En el siglo XV tuvo una crisis casi de bancarrota y dejó de ser el centro neurálgico de ese mediterráneo en detrimento de ciudades como Sevilla, que curiosamente no tiene salida al mar más allá de la ruta fluvial del Guadalquivir.
Sevilla en los siglos XVI y XVII era el punto clave donde llegaba la ruta de las indias, con lo que ello suponía para la economía no ya castellana, sino europea. De hecho, en un principio la Corona de Aragón tenía vedado el comercio con las Indias, focalizándose en su empresa italiana (por cierto, llevada a cabo por militares castellanos en su gran mayoría).
Sí es cierto que en el declive del imperio, florece una pequeña burguesía en Barcelona y es el punto de industrialización principal de España junto con las ciudades vascas. Ahí estoy de acuerdo punto por punto. Probablemente en aquella época ( s. XVIII), hubiese sido más efectivo tener una capital marítima y yo seguiría apostando por Sevilla por su conexión con América del Sur y las colonias americanas.
La crisis profunda del imperio no creo que se hubiese arreglado con el cambio de capitalidad. Era más un problema estructural.
Respecto a lo de Madrid y su siglo de oro en la cultura, se tiende a menospreciar esos mecenadgos reales. No debemos equivocar la pomposidad de las cortes europeas como la francesa por ejemplo y la austeridad de la castellana, con la cultura que bullía en calles, mercados y en la propia corte. En Madrid pasaron siglo tras siglo los más importantes pintores, escultores, escritores y pensadores de la edad moderna. Otra cosa es que pudiese florecer un pensamiento revolucionario a la sazón de las revoluciones del siglo XVIII en el resto de países europeos (todos tenemos en mente la francesa).
Hasta el siglo XVIII cuando se produce la revolución inudstrial inglesa y de la que aprenden Francia o las regiones bávaras, no hay en las ciudades nada distinto de ese terratenientismo (permíteme el palabro) y ese anquilosamiento no medieval (te recuerdo que la edad moderna comienza con el descubrimiento de América y la reestructuración nobiliaria llevada a cabo por los RRCC pioneros en Europa a tal efecto), sino estructural societario, donde esa burguesía no florece en ninguna de las ciudades europeas hasta que se produce la consabida revolución industrial que a España le viene tarde y mal. Un país súmamente escabroso por su orografía, muy grande y eminentemente agrario que no puede avanzar por muchísimos factores donde uno de ellos podría ser esa capitalidad de Madrid.
Pienso que esa "Leyenda Negra" escupida a los siete vientos por ingleses y holandeses ha hecho mucho daño al entendimiento de que España fue temida hasta muy a finales del siglo XVIII, que fue una potencia a la que había que derrotar y de la que se podía obtener muchos beneficios por su magnitud ultraoceánica, y que la caída en el olvido por disponer de auténticos percebes como gobernantes y una estructura eclesiástica demasiado poderosa no dejando fluir la razón en muchas ocasiones, no nos permitió avanzar de la mano del resto de países europeos.
- Cataluña pierde su protagonismo en el mediterráneo sobre todo por perder guerras con sus competidores. La supremacía naval iba ligada al comercio. De hecho en los dos primeros siglos de la llamada Edad Moderna, el progreso fue practicamente solo militar en Europa.
- Sevilla ocupó un papel destacado porque constituía la puerta de entrada de la plata de indias pero no era una urbe realmente productiva y desarrollada. Plata que partía posteriormete hacia el resto de Europa y de allí hacía Asía. Sobre todo hacia China.
- La crisis del imperio no se hubiese arreglado con el cambio de capitalidad....o sí. La crisis del siglo XVII hunde a España (aunque ya desde 1570 comienza a perder protagonismo) pero curiosamente Cataluña sigue progresando. Nunca lo sabremos pero no hubiera sido una mala idea darle la capitalidad a una región que había demostrado ser un motor muy importante, a la altura de los mejores de Europa, o incluso más, ya que generó una revolución industrial sin carbón mineral. En todo caso, no creo que sea descabellado decir que tener a Madrid como capital no ayudó.
- En lo referente al siglo de oro español, me parece fantástico pero no debemos confundir cultura con desarrollo en el sentido de que por ejemplo es más deseable la alfabetización de la población, a una élite de escritores y pintores que habitan en una ciudad porque a esto, por ejemplo, habría que sumar la influencia de los gremios y los maestros gremiales en las ciudades. En todo caso, no pretendo desvirtuar ese fantástico legado cultural que se dió en Madrid pero que probablemente se hubiese dado también en otra ciudad, si esta hubiese ocupado la misma posición. Nunca lo sabremos.
- La revolución industrial se produce en el siglo XVIII, pero ya con anterioridad, se va creando el caldo de cultivo para que esta suceda. No es un acontecimiento que tenga lugar de un día para otro, es un fenómeno paulatino. Intervienen muchos factores, tanto en lo referente a los recursos naturales como a los de tipo cultural, político o social. De hecho, la primera revolución burguesa se produce en 1.649, con la decapitación de Carlos I en Inglaterra, y la instauración de la República - Commonwealth - de Cromwell. Esto antes de la revolución industrial. También la aparición del luteranismo es del mismo siglo, un hecho clave que cambia el pensamiento del hombre. No en España.
- En cuanto al sistema feudal, siguió latente en Europa y en España a pesar de la reforma de los Reyes Católicos. Es más, tras la crisis del XVII resurgió. Especialmente en Europa del este, donde la llaman la segunda servidumbre. En cuanto a España, hay que partir primero de que la vertebración social se hizo en base a la reconquista, especialmente profunda en Andalucía, donde todavía hay vestigios. La tierra se repartió entre iglesia y militares. Fueron los dueños y dispusieron de ella a su antojo, copaban los altos cargos estatales, recibían una parte sustancial de las rentas agrarias, gozaban de privilegios legales (mayorazgos, que les impedían perder sus tierras aunque se endeudasen), privilegios fiscales, derechos políticos e imponían sus valores. Valores basados en virtudes heredadas de la sangre y en el desprecio del trabajo manual. Ni en el siglo XVIII, Felipe V pudo con ellos. Intentó imponerles un tributo de carácter proporcional a sus rentas y el proyecto fue parado y se quedó en nada. El catastro del marqués de la Ensenada.
Además, su gestión empobreció aún más a los campesinos, siendo nefasto para el ganado, etc..etc....
Enhorabuena al que haya leído el ladrillo. En definitiva saco las siguientes conclusiones: España fue una potencia de primer orden y tuvo un importante florecimiento cultural en base a las letras y la pintura principalmente pero su gestión, su organización y su disposicón fueron nefastas. Siendo la capitalidad de Madrid más que discutible, respondiendo más a una cuestión ideológica o a un capricho más que una cuestión práctica, lógica o meritocrática.