Ambos jugadores llegaron a las manos en el vestuario del Allianz Arena después de discutir sobre el terreno de juego para ver quién lanzaba una falta durante el partido de Champions. El Bayern quitó quiso quitar hierro al asunto y organizó al día siguiente un almuerzo para acercar posturas entre los dos futbolistas. Todo acabó con una multa de 50.000 euros para el internacional francés.
Robben y su agente, que es su padre, no quedaron satisfechos con la sanción y por eso, según Bild, no se sentarán para tratar la renovación hasta el año 2015. Robben abandonó el Real Madrid en 2009 y tiene contrato con el Bayern de Múnich hasta el verano de 2013.
Yo iba a por él de cabeza.