El fiscal general del Estado, Eduardo Torres Dulce, ha anunciado durante un desayuno informativo que se han abierto diligencias en la fiscalía de Madrid para que se investiguen los restos ferroviarios de los atentados del 11-M, encontrados en una empresa de Madrid. El fiscal ha puntualizado que todo surge a partir de una información periodística, a partir de lo que él pidió al fiscal de Madrid que investigara el hallazgo para determinar si esos restos ya forman parte de algún proceso judicial. Y, si no, para que compruebe si son constitutivos de algún delito".
El fiscal considera que es probable que no exista delito pero que, si lo hay, puede ser el de "obstrucción a la justicia". La información periodística que sustenta la investigación, según su explicación, es un reportaje de Libertad Digital. En él se cuestiona que los restos de parte del convoy que sufrió el atentado en la estación de Cercanías de Santa Eugenia hayan permanecido todos estos años en una empresa de reparación ferroviaria, a la que Renfe contrató para que recuperara en lo posible los vagones.
Sin embargo, el juzgado de instrucción número 43 de Madrid ha recibido también un recurso presentado por el seudosindicato Manos Limpias, en el que reclama a la juez Coro Cillán, entre otras pesquisas relacionadas con los diferentes bulos que han surgido en torno a los atentados, que reclame a Renfe que aporte al juzgado toda la documentación sobre el vagón del que hablaba la información de Libertad Digital.
El caso del desguace de los trenes donde explotaron las bombas el 11-M ha sido motivo durante los últimos siete años de todo tipo de teorías conspirativas y de bulos que intentaban atribuir a los responsables de ordenar el desguace de los trenes alguna responsabilidad en la supuesta ocultación de pruebas. El Tribunal Supremo lo resolvió en una sentencia donde rechazaba un recurso en relación a este caso: “A lo largo de las actuaciones obran los distintos autos y pormenorizados dictámenes periciales sobre los objetos encontrados en los restos de los vagones afectados por las explosiones, y sobre estos mismos, a fin de determinar la etiología, forma y características de las explosiones sufridas. Hay un informe completísimo conjunto de expertos de Tedax y Guardia Civil, sobre los restos de los vagones, planteándose incluso la posibilidad de reproducir la deflagración, lo que se desestima por razones técnicas. La conservación y destino de los vagones en cuestión, una vez hechos en ellos todas las pericias que se estimaron necesarias, corresponde a su legítimo propietario (Renfe), que además cuenta con lugares apropiados para ello”.
El fiscal considera que es probable que no exista delito pero que, si lo hay, puede ser el de "obstrucción a la justicia". La información periodística que sustenta la investigación, según su explicación, es un reportaje de Libertad Digital. En él se cuestiona que los restos de parte del convoy que sufrió el atentado en la estación de Cercanías de Santa Eugenia hayan permanecido todos estos años en una empresa de reparación ferroviaria, a la que Renfe contrató para que recuperara en lo posible los vagones.
Sin embargo, el juzgado de instrucción número 43 de Madrid ha recibido también un recurso presentado por el seudosindicato Manos Limpias, en el que reclama a la juez Coro Cillán, entre otras pesquisas relacionadas con los diferentes bulos que han surgido en torno a los atentados, que reclame a Renfe que aporte al juzgado toda la documentación sobre el vagón del que hablaba la información de Libertad Digital.
El caso del desguace de los trenes donde explotaron las bombas el 11-M ha sido motivo durante los últimos siete años de todo tipo de teorías conspirativas y de bulos que intentaban atribuir a los responsables de ordenar el desguace de los trenes alguna responsabilidad en la supuesta ocultación de pruebas. El Tribunal Supremo lo resolvió en una sentencia donde rechazaba un recurso en relación a este caso: “A lo largo de las actuaciones obran los distintos autos y pormenorizados dictámenes periciales sobre los objetos encontrados en los restos de los vagones afectados por las explosiones, y sobre estos mismos, a fin de determinar la etiología, forma y características de las explosiones sufridas. Hay un informe completísimo conjunto de expertos de Tedax y Guardia Civil, sobre los restos de los vagones, planteándose incluso la posibilidad de reproducir la deflagración, lo que se desestima por razones técnicas. La conservación y destino de los vagones en cuestión, una vez hechos en ellos todas las pericias que se estimaron necesarias, corresponde a su legítimo propietario (Renfe), que además cuenta con lugares apropiados para ello”.