MUndo deportivo:
Raymond Blancafort 23/02/2012 02:00
Satisfacción contenida
Buen 'feeling' en Ferrari
Alonso deja Montmeló con el deber hecho y con el Ferrari encarrilado hacia Melbourne
Hulkenberg y Pérez fueron los más rápidos y los grandes trabajaron para validar piezas
Los pequeños se subieron a las barbas de los grandes. Nico Hulkenberg y Sergio Pérez colocaron sus Force India y Sauber respectivos en el primer lugar de la tabla ayer casi emparajados, 1'22"608 y 1'22"648, dos décimas por delante de Sebastian Vetel y poco más de medio segundo sobre Fernando Alonso.
La lectura de los cronos poco aporta en este caso y más de uno recuerda la paradoja Barrichello del año pasado. El brasileño y su Williams cerraron los test de Barcelona con un mágico 1'19"832 que parecía certificar el buen comportamiento de su monoplaza, que un equipo con tanta historia podía volver a jugar en Primera División, y a la postre resultó que fue el peor Williams de la historia.
Fernando Alonso lo explicó con claridad tras la que era su última jornada de esta ronda catalana de ensayos. "Teníamos muchas cosas para probar. Muchas piezas nuevas. Ahora se trata de ver las que han ido mejor y juntarlas todas en un solo coche para los últimos test de la semana próxima", decía Alonso, quien añadió que no podía hacer comparaciones con Vettel pese a que aparetemente se ha acercado, porque "si nosotros llevabamos más gasolina o si él ha hecho el crono con los blandos o los superblandos. Es como antes de la Liga: el Madrid entrena en Valdebebas y todo es optimismo, pero hay que ver el primer partido oficial para saber dónde estás".
Los pequeños buscan un crono con el que cargar las pilas del entusiasmo y dar algo de retorno a sus patrocinadores, como sucede en los torneos de verano y los amistosos de pretemporada. Tienen pocas piezas que probar y dedican tiempo al 'set up' y los cronos. Los grandes tienen muchas piezas que probar, la puesta a punto de suspensiones, y el crono pasa a segundo término porque lo importate es elegir las piezas óptimas, las que darán mejor rendimeinto. Por 'set up' ganas una o dos décimas; con las piezas puede caer entre medio y un segundo.
Con todo, Alonso estaba satisfecho "porque en todas las tandas he conseguido el mejor crono en la primera vuelta. Señal de que ahora calentamos las gomas correctamente", y éste era el principal problema del pasado año. Es la única nota de progreso que evalúa Fernando "porque por ahora las sensaciones son neutras, ni positivas ni negativas. Hay que esperar a tener todas las cosas juntas. Nosotros buscamos ahora comprender el coche y buscamos diversas soluciones. Recoger los máximos datos para estudiar en Maranello y llegar al próximo test más preparados. Nosotros tenemos este año un coche con muchas innovaciones, no un desarrollo del coche del año pasado, así que necesitamos más tiempo para entenderlo. En Jerez no estábamos a punto, aquí estamos mucho mejor y esperamos progresar antes de Australia. Ahora aún no se sabe nada. Algunos ven los tiempos y piensan que McLaren y Mercedes están por detrás y a lo mejor en Melbourne están por delante de los Red Bull. Es pronto para sacar conclusiones".
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El primer diagnóstico del Ferrari F2012 que Fernando Alonso realizó después de circular con él durante dos días en Jerez hace un par de semanas, fue bastante claro. “Su punto fuerte es que calienta los neumáticos ya en la primera vuelta; los débiles, la aerodinámica y la fiabilidad”, comentó el español en el circuito andaluz, donde rodó mucho menos de lo que le hubiera gustado, debido a distintos problemas mecánicos que le tuvieron varias horas parado en el garaje. Tras días de trajín en la sede de la Scuderia, en Maranello, Alonso volvió a subirse ayer al monoplaza, ya modificado respecto a aquella primera versión. Hoy se va de Montmeló medio mareado de tantas probaturas (162 vueltas), aunque sus dudas acerca del rendimiento del “innovador” bólido rojo, como así lo define él una y otra vez, no parecen haber desaparecido.
Mientras Red Bull y McLaren ya han realizado varios simulacros de carrera, Alonso se ha pasado cuatro días aburrido, circulando por el trazado barcelonés a velocidad constante y con el coche inundado de sensores y embadurnado en parafina, esa pintura amarilla que sirve para analizar la incidencia de los flujos de aire y gas en los cuerpos. “¿Le preocupa ver que se tiene que pasar la jornada probando mil cosas, con el Ferrari lleno de sensores, mientras los hay que ya están haciendo simulacros?”, le han preguntado. Su respuesta no ha tenido nada que ver con su discurso en Jerez. “El año pasado, en el primer test de pretemporada, realizamos un simulacro. Luego llegamos a Melbourne y nos dimos cuenta de que éramos un segundo y medio más lentos que Red Bull. A estas alturas, los simulacros son siempre bienvenidos, aunque prefiero tener un coche rápido y después buscar la fiabilidad, que no un coche muy resistente y que sea lento”, ha argumentado el piloto de Oviedo. Por lo que se ha podido ver hasta ahora, el F2012 no es suficientemente rápido para pelear con el McLaren MP4-27 y el Red Bull RB8, y tampoco ha rodado lo suficiente como para saber si es fiable o no.