Ese caso no se daba en el Levante- Madrid. Aquello fue una simple y triste bronca más, promovida por Di María, que se enfadó desproporcionadamente por una falta no pitada, soltó a cambio una patada que le pudo significar la roja, se hizo luego 'el Alves' y provocó un revuelo en el que Khedira, con tarjeta amarilla previa, se distinguió inadecuadamente. Todo eso en el contexto de un partido mal jugado y peor perdido. No en el contexto de una bella remontada, finalizada con aquelllos alardes técnicos de Iniesta que dieron lugar a la revancha, a mi juicio exagerada, de Chile. O sea, que hay matices.
Pero el matiz no es género que trabaje Mourinho, gran entrenador, pero cuya expresión oral encaja en la línea de aquel Padre Apeles, Risto Mejide y demás estrellas de la 'tertutelevisión': el titular fácil, el meter la pata por meter la pata, sin más. Y, ahí está el truco, la melonada mayor que esconde la melonada previa por el truco fácil de cambiar de conversación. Y la melonada previa es que mandó preso a Khedira, contraviniendo un principio de lealtad de todo técnico (y del que él hizo énfasis en 'Informe Robinson', véase As.com) según el cual nunca hay que culpar a un jugador propio.
http://www.as.com/opinion/articulo/mourinho-rompiendo-friki/20110921dasdaiopi_4/Tes