Me parece que mucha gente se quedó impresionada con la calidad del fútbol demostrado por el Real Madrid en esta pretemporada, y sería para ellos una sorprendente noticia que yo abandonara el club ahora. ¡Imposible!
Tengo un presidente fantástico, con una gran inteligencia, y al que además me une una gran amistad. Y tengo también un director general que trabaja para el club 24 horas al día, por lo que siento que mi motivación es enorme y mi madridismo mucho más grande que el de algunos pseudomadridistas...
No me marcho. Seguro. ¡Segurísimo!
Y quiero dirigirme al madridismo para disculparme ante él, y solo ante el madridismo, por mi actitud en el último partido. Algunos están más adaptados que yo a la hipocresía del fútbol, lo hacen con la cara escondida, con la boca tapada y en lo más profundo de los túneles.
Yo no aprendo a ser hipócrita. Ni aprendo ni quiero.
Un abrazo a todos y nos vemos mañana en el Santiago Bernabéu.