Los hermanos Angelopoulos, dueños del Olimpiakos se marchan y dejan al Olympiakos a la deriva.
No corren buenos tiempos para los dos grandes equipos helenos. La crisis economica ha hecho mella en Panathinaikos y Olympiacos y las noticias que nos llegan desde Grecia no son muy halagüeñas.
Los hermanos Angelopoulos, propietarios del Olympiacos, han emitido un comunicado en el que anuncian su marcha del proyecto de El Pireo.
Los jugadores del Olympiacos están en boca de todos A pesar de declarar que no entraron en el Olympiacos con ningún tipo de interés económico, sino meramente deportivo, los Angelopoulos dicen haber gastado más de cincuenta millones de dólares en impuestos pagados al gobierno griego.
Además, se sienten orgullosos de haber devuelto al Olympiacos a la élite de las competiciones tanto nacionales como europeas, aunque la supremacía del Panathinaikos en la liga griega es una espina que no podrán sacarse, y aprovechan para denunciar supuestas irregularidades sucedidas durante la última parte de la liga griega (pocas medidas de seguridad, pabellones rivales con exceso de aforo y sobreventa de entradas, intimidación con encapuchados cerca de sus banquillos...).
No es la única mala noticia que tiene el Panathinaikos en estos días, en los que se ha hecho pública una conversación del pívot Ioannis Bouroussis en la que se delata como consumidor de sustancias dopantes.
Con la marcha de los Angelopoulos el Olympiacos queda huérfano de inversores y navegando a la deriva en un país que está a punto de ser rescatado por segunda vez, con las dificultades que ello supone para encontrar fondos económicos que permitan mantener y confeccionar una plantilla de nivel.
Es por eso que varios de los jugadores rojos están en el mercado, como Vassilis Spanoulis, el mejor pagado de la liga griega y con toda seguridad uno de los mejor pagados de Europa, del que se rumorea que puede estar negociando con el Efes Pilsen o Milos Teodosic, al que se relaciona con el Regal FC Barcelona a pesar de tener un año más de contrato con el Olympiacos.
No corren buenos tiempos para los dos grandes equipos helenos. La crisis economica ha hecho mella en Panathinaikos y Olympiacos y las noticias que nos llegan desde Grecia no son muy halagüeñas.
Los hermanos Angelopoulos, propietarios del Olympiacos, han emitido un comunicado en el que anuncian su marcha del proyecto de El Pireo.
Los jugadores del Olympiacos están en boca de todos A pesar de declarar que no entraron en el Olympiacos con ningún tipo de interés económico, sino meramente deportivo, los Angelopoulos dicen haber gastado más de cincuenta millones de dólares en impuestos pagados al gobierno griego.
Además, se sienten orgullosos de haber devuelto al Olympiacos a la élite de las competiciones tanto nacionales como europeas, aunque la supremacía del Panathinaikos en la liga griega es una espina que no podrán sacarse, y aprovechan para denunciar supuestas irregularidades sucedidas durante la última parte de la liga griega (pocas medidas de seguridad, pabellones rivales con exceso de aforo y sobreventa de entradas, intimidación con encapuchados cerca de sus banquillos...).
No es la única mala noticia que tiene el Panathinaikos en estos días, en los que se ha hecho pública una conversación del pívot Ioannis Bouroussis en la que se delata como consumidor de sustancias dopantes.
Con la marcha de los Angelopoulos el Olympiacos queda huérfano de inversores y navegando a la deriva en un país que está a punto de ser rescatado por segunda vez, con las dificultades que ello supone para encontrar fondos económicos que permitan mantener y confeccionar una plantilla de nivel.
Es por eso que varios de los jugadores rojos están en el mercado, como Vassilis Spanoulis, el mejor pagado de la liga griega y con toda seguridad uno de los mejor pagados de Europa, del que se rumorea que puede estar negociando con el Efes Pilsen o Milos Teodosic, al que se relaciona con el Regal FC Barcelona a pesar de tener un año más de contrato con el Olympiacos.