El señor Jorge Alberto González Barillas, "Mágico González" para los aficionados.
¿Y por qué? Bien, hoy día la mayoría de jugadores, incluso los más habilidosos tienen una suerte de técnica parecida. Por ejemplo, cuando se habla de Maradona o Messi, se puede discutir sobre quién era más rápido ejecutando los regates, quién tenía más cúmulo de recursos, etc pero en cierta medida los dos son jugadores parecidos y en general hay muchos jugadores que, hoy día, mejorando el repertorio o la ejecución mejoran a sus "antepasados", a los precursores de las "locuras" técnicas que poco a poco se depuran y se oficializan.
Sin embargo hay uno que no tiene ningún emulador, no tiene ningún imitador, nadie hace lo mismo o trata de copiarle. Se trata de Mágico González.
https://youtu.be/OMemVOhSLRw
Mágico González tenía recursos técnicos tan efectivos como los de Maradona pero desde otro punto de vista. No tenía el balón cosido al pie porque su fuerte era otro, una especial habilidad para aprovechar el espacio, para desplazar el balón en el momento justo, dos o tres metros y sin una especial potencia o velocidad romper a uno o dos rivales. Esto, unido a los gestos del cuerpo, amagos, arranques, le servían para sin hacer "filigranas" (del tipo bicicletas y taquitos) irse de defensa con una parsimonia asombrosa.
Un jugador que sin un físico privilegiado, sin grandes músculos, o un centro de gravedad pequeño se iba de sus rivales controlando "el tiempo". Mágico parecía saber la jugada dos minutos antes de efectuarla.
Hoy día no hay un jugador parecido. Es decir, un futbolista hábil por su control del tiempo en la ejecución, más allá de una técnica fuera de lo común o un físico portentoso.
Otro caso parecido sería el de Matthew Le Tissier. Un jugador que sin un cuerpo especialmente atlético y sin un fútbol "bailarín" era capaz de ejecutar jugadas increíbles, ya fuesen con el balón en carrera, disparos largos, pases, cambios de orientación.
Son los revolucionarios, los locos. Aquellos que abren nuevos caminos.