"Al Madrid no le falta mucho para derrotar a este Barcelona"
Volverá el 5 de junio al Bernabéu para jugar el Madrid-Bayern de veteranos. Un encuentro emotivo para él. Se sienta con AS para analizar pasado, presente y futuro...
José Luis Guerrero | 15/05/2011
Usted se marchó del Madrid con 25 años diciendo esto: "Me voy porque hay cosas más importantes en el fútbol como estudiar. Aprender. La vida no se termina, pienso que no debe terminarse, al doblar la esquina de los 30". Insólito...
Tenía una vida tremendamente buena y bonita. Me entrenaba una vez al día, no haces nada. Vives a un nivel fenomenal, pero no haces nada por tu personalidad. Quería estudiar. Y no tenía nada más que hacer que recoger a mis niñas después del entrenamiento a las 14:00 horas. Pedí a don Santiago Bernabéu que me dejase ir porque mi vida en el Madrid era demasiado bonita.
¿Y qué tenía de malo eso?
En el primer momento me dijeron. ¡Estás loco! ¿Por qué te quieres ir del Madrid? ¿Tú quieres más dinero? Un martes, después de ganar la Liga en Granada, me llamó por la tarde Agustín Domínguez, nuestro secretario general, a decirme: "Paul, por favor, pase por mi oficina. Tengo una cosita para ti". La cosita era un contrato para cuatro años más. Después de dos minutos le dije: "¿Este es mi futuro? ¡No! Hazme un favor, espera cuando volvamos de las vacaciones y nos vamos a cenar y con Raimundo Saporta firmo el contrato". Él me dijo: "¿Quieres más dinero? Y yo le dije que no. Quería pensar. De un momento a otro cambió mi situación en Madrid. Cuando regresé les pedí que me dejasen salir de Madrid para hacer algo más. Y ahora, con la distancia de muchísimos años, fue muy claro que fui demasiado joven para quedarme para siempre.
¿Le faltan a los jugadores de hoy la personalidad que tenía usted?
No tienen la posibilidad de crear, formar y buscar una personalidad diferente. Hoy en día los niños de 13-14 años de un día para otro tiene un mánager, dos o tres. Con esa edad todo el mundo le dice que sólo debe pensar en el fútbol, en su cuerpo y en nada más. No dicen no a nada. Y las estrellas de fútbol de ahora no tienen intimidad para su propia vida. No tienen espacio para vivir como yo. Aquí hay 5.000 personas viendo un entrenamiento, 50 periodistas, ¡Yo tenía uno o dos periodistas durante toda la semana! Los futbolistas viven 14 horas de cara al público. ¡Yo no me cambiaría ni un minuto, ni por todo el dinero del mundo, por un jugador de hoy!
No me extraña
¡No es extraño! El dinero no lo es todo.
Hablando de todo esto. ¿Qué futbolista ha conocido usted con más personalidad?
(Permanece unos segundos callado) Conocí un hombre sabio, que fue don Santiago Bernabéu. Nadie se podía comparar con él.
¿Por qué?
Porque tenía humanidad. Vivió para ayudar, en primer lugar, a la gente que no están en la buena parte de la vida. Recuerdo muy bien cuando perdíamos algún partido, y eso que no perdimos muchos. Durante semanas y semanas don Santiago no estaba en Madrid, vivía en Alicante. Cada tres o cinco semanas venía a Madrid para tres o cuatro días. Pero de un día a otro, cuando nosotros habíamos perdido un partido, el lunes a las 10:00 de la mañana estaba en la Ciudad Deportiva para hablar con nosotros para ayudarnos. Nos decía: "Chicos, habéis perdido un partido. No queremos perder. Pero si perdemos o ganamos, para mí sois las mismas personas". Aprendí mucho de él.
Sus dos primeras temporadas fueron muy buenas
Cuando hablé por primera vez con don Santiago me dijo: "Paul, hazme un favor. Vamos a terminar como terceros o cuartos la próxima temporada a siete u ocho puntos del Barcelona. En tu segundo año, a tres o cuatro. Y en el tercer año, vamos a ganar la Liga". Su intención era renovar un equipo que estaba un poco viejo. El Barça había ganado la Liga con 18 puntos de diferencia. A mí me dijo: "Vamos a crear el equipo contigo alrededor para los próximos años". ¿Y qué pasó? ¡En el primer año ganamos la Liga al Barcelona con 11 puntos de ventaja!
¿Qué recuerda de Miljanic?
La forma de trabajo era totalmente nueva para mí. ¡Teníamos seis entrenadores! En el Bayern en el año anterior teníamos a Lattek y un preparador físico, pero ni entrenador para los porteros. No se estilaba por aquella época. Además, estaba Luis Molowny para decirnos el jueves antes de los partidos algo de contrario. ¡Increíble! Y, además, ¡seis médicos!
Hablando del 74 y de aquel Mundial que ganó. ¿Es verdad que estuvo un tiempo sin ver el penalti que supuso el empate ante Holanda por miedo a fallarlo en la repetición?
No tengo recuerdo de dos minutos de la final. Desde que el árbitro pitó penalti hasta el momento que reanudamos el partido. No sé qué pasó. ¿Por qué? Algo pasó en mi cerebro. No me dijo nadie, ni nuestro míster, que yo debía chutar el penalti. Sólo quería hacerme campeón del mundo y ganar cada partido. Por eso hice esa tontería (sonríe).
Fue hacer esa tontería y venir a jugar a España
Una época muy interesante para mí. Nosotros tuvimos unos 12 años de fascismo. Yo viví 15 meses el fascismo español y luego el cambio a la democracia. Para una persona como yo, que estaba interesado en todo lo que pasa en la política, en la sociedad, era una época fenomenal.
¿Le afectó de alguna manera que dijeran que usted era un maoísta?
¿Sabes? Con 19 años jugué mi primer partido internacional con la selección y a mí me preguntaron: "¿En qué estás interesado?". Dije que estudiaba Psicología y Filosofía. Leía Lenin, Adenauer, De Gaulle y todo muy bien. Pero cuando dije por primera vez que estaba interesado por lo que hacía Mao en China y estaba interesado en lo que hacía el Che, la gente empezó a decir que era maoísta.
¿Y en España? Usted dio 500.000 pesetas a la familia de unos huelguistas...
Eso fue porque pidieron ayuda al equipo y ya está. No tiene mayor importancia. Aquí no fue tanto como en Alemania. Todavía hoy soy una persona que aprende todos los días. Para mí es importante leer algo de Mao, Guevara, Lenin
Llegó un año después que Netzer. ¿Qué cree que buscaba el Madrid en el extranjero?
La gente pensaba: "¿Cómo puede fichar a un lateral izquierdo?". El Barcelona fichó a Cruyff en el 73 y el Madrid a Netzer. Ambos clubes decidieron que ficharían el segundo puesto extranjero por el Mundial. El Barça fichó a Neeskens y el Madrid, a mí. Yo le pregunté a Miljanic: ¿Por qué? Para mí no tenía sentido. Miljanic, en los años 66 al 70, fue seleccionador de los Juveniles de Yugoslavia. En esos años jugamos dos partidos contra ellos. Yo era siempre delantero o centrocampista. Por eso me fichó como centrocampista izquierdo.
Después de tanto tiempo, ¿cree que fue un futbolista conflictivo?
No hubo nunca un conflicto en 13 años como profesional. Siempre pregunto que si alguien quiere algo de mí, que pregunte. Ha sido algo de mi educación. Preguntar, preguntar y preguntar. Si algo no tiene sentido y el otro no tiene derecho, yo digo no. Eso he hecho desde el primer día en el Bayern Múnich con 18 años. Eso era algo muy raro aquí, que un jugador dijera: ¿Por qué?
Mourinho también pregunta todo el rato por qué. ¿Tienen algo de parecido con él?
El tema de una persona como José Mourinho no es una cuestión de la que yo quiera hablar. Aquí, desde Múnich, comentar algo de lo que dice Mourinho o algo de lo que pasa en el Madrid no sería justo. Y también tengo demasiado respeto a mi segunda familia futbolística.
¿Sigue viendo los partidos del Real Madrid?
Sí, claro. De muy cerca. Por eso no quiero decir nada.
Schuster, dijo un día siendo entrenador del Madrid, que era imposible ganar al Barça. Al día siguiente lo echaron. Mou dijo lo mismo, pero siguió. ¿Han cambiado los tiempos?
Sí, han cambiado algo. El Madrid demostró en la vuelta de la semifinales de Champions que puede ganar al Barça. Estoy seguro de que el Madrid está en un buen camino. No sólo de ganar una final de la Copa del Rey, sino más partidos de Liga y Champions. No falta mucho
Hablemos de cosas buenas. De Özil y Khedira...
¡Y Sahin! Un chico muy bueno y con gran futuro, como los otros. Es una idea muy buena del Madrid fichar a estos chicos alemanes por poco dinero.
Una Alemania cada día más multicultural
En España en cinco años tendréis la misma situación. Hay que abrirse en la vida. Nosotros tenemos una experiencia tremendamente buena.
¿Y qué me dice de Altintop?
No tengo ni idea si irá al Real Madrid. Es un jugador muy importante para cualquier club, porque el secreto de un equipo de éxitos es que necesita un equilibrio entre artistas y trabajadores. A ese nivel, jugadores como Hamit son importantísimos.
Muchas gracias.
De nada. ¡Os espero el 5 de junio en el Bernabéu!
Una gran entrevista a Breitner en el As... por si no le habéis echado un ojo.