EL COCHE, ARTÍCULO DE LUJO.
"Las grandes carreteras de Europa ya están hechas. Ahora toca la gestión, mantenimiento y conservación. No nos podemos permitir el lujo de que se nos estropeen", afirmaba hace mes y medio el director general de la DGT, Pere Navarro. El debate quedaba formalmente abierto. Podría ser que, en un futuro no tan lejano, no sólo nos toque pagar el hipergravado litro de gasolina y el impuesto de circulación, sino también una especie de tasa para poder utilizar las carreteras.
En nuestro país más del 50% de cada litro de combustible va a parar a las arcas del Estado. Los impuestos sobre los carburantes son tan elevados que, si no estuviésemos tan habituados a pagarlos, diríamos que se trata de un impuesto confiscatorio ya que dobla el precio del bien gravado.
Cada litro de gasolina incorpora tres impuestos distintos que se van sumando. El primero el Impuesto de Hidrocarburos, un lineal de 37 céntimos/litro en el caso de las gasolinas y de 27 céntimos/litro en el caso de los gasóleos. Por hidrocarburos el Estado recaudó en 10.500 millones de euros en 2008. El segundo el llamado Impuesto Especial Ventas Minoristas (IEVM), que consiste, como el anterior, en un importe fijo dependiendo del tipo de carburante. El IEVM le reporta al Estado cerca de 1.000 millones de euros anuales. El tercero y último, que hay que sumar a la suma de los dos anteriores es el IVA en su tramo del 18% (antes del 16%). Con semejante cóctel fiscal el Gobierno recauda la friolera de 16.000 millones de euros en números redondos.
Pero no es suficiente. El plan de Pere Navarro es hacer llegar hasta las arcas públicas otros 25.000 millones de euros que, según él, garantizarían el mantenimiento y mejora de la red vial. Eso supondría que cada uno de los 47 millones de españoles tendría que aportar 530 euros más. Como no todos conducen, esa cantidad sería mucho mayor. En España hay, aproximadamente, unos 30 millones de automóviles por lo que la cantidad a pagar por automóvil sería de 830 euros.
En el proyecto presentado por la AEC cada coche pagaría entre 10 y 12 céntimos por kilómetro. Cada automóvil tendría una franquicia de 15.000 kilómetros al año si es un privado y de 100.000 kilómetros al año si es un profesional. A partir de ahí cada kilómetro de más tendría que abonarse aparte. Pagaría más el que más circulase y el que lo hiciese a ciertas horas y en ciertos días. En la propuesta de la AEC, presidida por Miguel María Muñoz Media (que fue director general de la DGT entre 1988 y 1996), circular de noche sería gratuito y a ciertas horas valle costaría más barato. »
A C O J O N A N T E!!!!
P.D: Disfruten lo votado.
"Las grandes carreteras de Europa ya están hechas. Ahora toca la gestión, mantenimiento y conservación. No nos podemos permitir el lujo de que se nos estropeen", afirmaba hace mes y medio el director general de la DGT, Pere Navarro. El debate quedaba formalmente abierto. Podría ser que, en un futuro no tan lejano, no sólo nos toque pagar el hipergravado litro de gasolina y el impuesto de circulación, sino también una especie de tasa para poder utilizar las carreteras.
En nuestro país más del 50% de cada litro de combustible va a parar a las arcas del Estado. Los impuestos sobre los carburantes son tan elevados que, si no estuviésemos tan habituados a pagarlos, diríamos que se trata de un impuesto confiscatorio ya que dobla el precio del bien gravado.
Cada litro de gasolina incorpora tres impuestos distintos que se van sumando. El primero el Impuesto de Hidrocarburos, un lineal de 37 céntimos/litro en el caso de las gasolinas y de 27 céntimos/litro en el caso de los gasóleos. Por hidrocarburos el Estado recaudó en 10.500 millones de euros en 2008. El segundo el llamado Impuesto Especial Ventas Minoristas (IEVM), que consiste, como el anterior, en un importe fijo dependiendo del tipo de carburante. El IEVM le reporta al Estado cerca de 1.000 millones de euros anuales. El tercero y último, que hay que sumar a la suma de los dos anteriores es el IVA en su tramo del 18% (antes del 16%). Con semejante cóctel fiscal el Gobierno recauda la friolera de 16.000 millones de euros en números redondos.
Pero no es suficiente. El plan de Pere Navarro es hacer llegar hasta las arcas públicas otros 25.000 millones de euros que, según él, garantizarían el mantenimiento y mejora de la red vial. Eso supondría que cada uno de los 47 millones de españoles tendría que aportar 530 euros más. Como no todos conducen, esa cantidad sería mucho mayor. En España hay, aproximadamente, unos 30 millones de automóviles por lo que la cantidad a pagar por automóvil sería de 830 euros.
En el proyecto presentado por la AEC cada coche pagaría entre 10 y 12 céntimos por kilómetro. Cada automóvil tendría una franquicia de 15.000 kilómetros al año si es un privado y de 100.000 kilómetros al año si es un profesional. A partir de ahí cada kilómetro de más tendría que abonarse aparte. Pagaría más el que más circulase y el que lo hiciese a ciertas horas y en ciertos días. En la propuesta de la AEC, presidida por Miguel María Muñoz Media (que fue director general de la DGT entre 1988 y 1996), circular de noche sería gratuito y a ciertas horas valle costaría más barato. »
A C O J O N A N T E!!!!
P.D: Disfruten lo votado.