Jesús Alcaide / 06SEP 2010 13:21
Una serie de ilustres del cine se marchó a la tumba sin ganar un Oscar y ni siquiera el consuelo de que a algunos de ellos les reconocieran con un premio honorífico a toda su trayectoria, una especie de consuelo prejubilación, les impidió sentir que la injusticia había triunfado. Que Alfred Hitchcock, Cary Grant o Charles Chaplin, sólo por poner tres ejemplos en medio de una amplia lista de nombres relevantes, estén fuera de ese panteón refleja el sinsentido de unos criterios cambiantes y de dudosa objetividad.
En el caso del fútbol, ocurre tres cuartos de lo mismo. En un deporte que ensalza lo colectivo se insiste cada año con el Balón de Oro y todas esas cosas. Y en esa lista aparecen jugadores como Fabio Cannavaro por el mero hecho de haber hecho un gran Mundial hace cuatro años. Ese es el mejor ejemplo de que los premios van por un lado y la realidad se cruza de acera. Entretanto, siguen fuera del palmarés algunos futbolistas a los que habrá que estudiar e idolatrar dentro de 100 años, cuando sólo se mantenga el recuerdo de los más grandes. Xavi, probablemente el mejor futbolista nacido en España en los últimos siglos, es uno de ellos.
Sí, España es tierra de ilustres, aunque no vale contar al don Alfredo di Stéfano, de origen porteño y corazón compartido entre las dos orillas del Atlántico. Luis Suárez fue un coloso que abrió fronteras con sus éxitos en Italia, Gento ganó seis Copas de Europa, récord absoluto, Raúl recuperó al gran Madrid con tres Champions en color, Butragueño dio nombre a una generación irrepetible. Pero Xavi Hernández es otra cosa, se eleva por encima de los simples gestos individuales, es el socio de todos, el dueño del balón, la clave de bóveda del estilo que ha servido para que España sea admirada y de paso gane por fin con una idea bella, reconocida y convertida ya en canon de lo que debe ser un equipo de fútbol. Tan triunfador como estético y lujoso. Fue Luis Aragonés quien dijo que sin Xavi sería imposible dominar partidos y balón de la forma que lo hace la selección española, esa especie de sucursal que ha tomado todo lo bueno del Barcelona nacido en los pechos de Cruyff y prolongado por Rijkaard y Guardiola.
Sí, está Iniesta, Houdini que escapa a toda vigilancia con el balón cosido y la mirada al frente. O Iker Casillas, santo de guardia y de milagros continuos. Pero es Xavi el principio y fin de todo, cerebro, ojos y piernas, la fuente de la que bebe la mejor selección del mundo, esa que se dispone a cruzar guantes con la ansiosa y desnortada Argentina. Por cierto, de palmarés no anda mal el señor de Tarrasa. Eurocopa y Mundial con España, dos Champions y cinco Ligas con el Barcelona, entre otras menudencias. Esto es cuestión de gustos, de subjetividad. Así que nos damos el gustazo. Xavi es el más grande pelotero nacido en España. Y el Balón de Oro que se lo den a quien quieran.
http://www.elmundo.es/blogs/deportes/championstar/2010/09/06/xavi-el-mejor-espanol-de-la-historia.html