Hace dos años, lo que comenzó para mí como una Eurocopa más, un intento fallido por parte de mi Selección de conseguir algo importante, acabó dándome la mayor alegría de mi vida viendo deporte. Esa noche (la de la Final), amigos y familia, salimos a las calles para empaparnos de la alegría colectiva. Nuestros corazones, siempre rojos, esa noche alcanzaron tintes nunca imaginados. Nuestra sangre, siempre roja, esa noche ruborizaba de regocijo nuestras mejillas. He tenido la suerte de vivir dos ascensos de fútbol en dos ciudades diferentes: Almería y Granada. Y es algo muy bonito, pero ninguna de las dos es mi ciudad de nacimiento, no me sentía verdaderamente implicada en la alegría de los que me rodeaban (aunque la compartiera con ellos). La noche que ganamos la Eurocopa me sentía afortunada, me sentí partícipe de esa alegría, me sentí más española que nunca y creí también que no volvería a ver algo parecido.
Cuando comenzó este Mundial, creía que España no haría nada importante. Pensaba. un Mundial son PALABRAS MAYORES!! No podemos soñar con tanto, ya hicimos bastante en Austria hace dos años...
Ví pasar el primer partido, derrotados por la débil Suiza, y sentí vergüenza, me sentí humillada... ¿cómo era posible? Pero, al mismo tiempo, sentí que los "fantasmas del pasado", de la mala suerte, volvían a cebarse con nosotros y pensé: como mucho llegamos a octavos.
Durante el partido contra Chile, pensé: ahora estamos jugando un poquito mejor, pero sigue sin ser "mi Roja". Si nos topamos con Brasil nos hace papilla.
Cuando jugamos contra Portugal, tenía mucho miedo de Cristiano Ronaldo y, aunque les dimos un repaso por juego y posesión, seguí siendo muy crítica y me quejé de la falta de efectividad (de eso aún me quejo ).
Paraguay, en realidad, no me daba miedo. Lo único por lo que les tenía mucho respeto era por su defensa (sería difícil marcarles un gol) y porque nos cosieran a patadas.
Las semis contra Alemania... eran otro cantar: Alemania no era la de hace dos años y estaba jugando, a priori, bastante mejor que nosotros. Anoche tenía muchísimo miedo. Pensaba: esta vez no, esta vez no les ganamos... pero lo que ví... ACABÓ POR CONVENCERME DE QUE NO DEBO SER TAN CRÍTICA CON MI SELECCIÓN. Ver a mi Roja con esos pases, taconazos, triangulaciones... me hizo recordar la Eurocopa y pensar: ESTA SÍ SE VA PARECIENDO A ESPAÑA!! Aún le falta un poquito para estar a tope pero... ahora si pienso que podemos lograrlo. Y, sobre todo, ahora estoy muy orgullosa de mi Selección, pase lo que pase el domingo.
Hoy veía en televisión a la afición de toda España y tenía lágrimas en los ojos y un nudo en la garganta... hay quién la llama "la Poderosa", "la Furia", "la Campeona de Europa"... pero para mí, siempre será, simplemente, "MI ROJA". Rojo es mi corazón, roja es mi sangre y espero que el rojo tiña todas las calles de España el domingo.
Espero no dormir, espero llorar, tener miedo, alegría y, finalmente, sentirme eufórica. Espero que este sentimiento que nos une permanezca en nuestro país durante mucho tiempo y vaya "in crecendo" en los próximos años. Este amor a la Roja que nos une sin distinción seamos madridistas o culés. Espero que marquemos época... espero emocionarme como nunca en mi vida viendo un partido de fútbol y espero poder celebrarlo el lunes con vosotros por aquí
VAMOS ROJA!!!! A POR ELLOS!!!!
Cuando comenzó este Mundial, creía que España no haría nada importante. Pensaba. un Mundial son PALABRAS MAYORES!! No podemos soñar con tanto, ya hicimos bastante en Austria hace dos años...
Ví pasar el primer partido, derrotados por la débil Suiza, y sentí vergüenza, me sentí humillada... ¿cómo era posible? Pero, al mismo tiempo, sentí que los "fantasmas del pasado", de la mala suerte, volvían a cebarse con nosotros y pensé: como mucho llegamos a octavos.
Durante el partido contra Chile, pensé: ahora estamos jugando un poquito mejor, pero sigue sin ser "mi Roja". Si nos topamos con Brasil nos hace papilla.
Cuando jugamos contra Portugal, tenía mucho miedo de Cristiano Ronaldo y, aunque les dimos un repaso por juego y posesión, seguí siendo muy crítica y me quejé de la falta de efectividad (de eso aún me quejo ).
Paraguay, en realidad, no me daba miedo. Lo único por lo que les tenía mucho respeto era por su defensa (sería difícil marcarles un gol) y porque nos cosieran a patadas.
Las semis contra Alemania... eran otro cantar: Alemania no era la de hace dos años y estaba jugando, a priori, bastante mejor que nosotros. Anoche tenía muchísimo miedo. Pensaba: esta vez no, esta vez no les ganamos... pero lo que ví... ACABÓ POR CONVENCERME DE QUE NO DEBO SER TAN CRÍTICA CON MI SELECCIÓN. Ver a mi Roja con esos pases, taconazos, triangulaciones... me hizo recordar la Eurocopa y pensar: ESTA SÍ SE VA PARECIENDO A ESPAÑA!! Aún le falta un poquito para estar a tope pero... ahora si pienso que podemos lograrlo. Y, sobre todo, ahora estoy muy orgullosa de mi Selección, pase lo que pase el domingo.
Hoy veía en televisión a la afición de toda España y tenía lágrimas en los ojos y un nudo en la garganta... hay quién la llama "la Poderosa", "la Furia", "la Campeona de Europa"... pero para mí, siempre será, simplemente, "MI ROJA". Rojo es mi corazón, roja es mi sangre y espero que el rojo tiña todas las calles de España el domingo.
Espero no dormir, espero llorar, tener miedo, alegría y, finalmente, sentirme eufórica. Espero que este sentimiento que nos une permanezca en nuestro país durante mucho tiempo y vaya "in crecendo" en los próximos años. Este amor a la Roja que nos une sin distinción seamos madridistas o culés. Espero que marquemos época... espero emocionarme como nunca en mi vida viendo un partido de fútbol y espero poder celebrarlo el lunes con vosotros por aquí
VAMOS ROJA!!!! A POR ELLOS!!!!