Del "Gran" Relaño:Nada más fichar por el Madrid, antes de la presentación en
conferencia de prensa, Mourinho se pasó por Valdebebas y allí se
encontró a Raúl recuperándose de su lesión. Todos de vacaciones y él
dándole. Alguien comentó, socarrón, a mi lado: "Pues qué raro que no
estuviera también Guti". Y no, Guti no estaba, claro. Guti y Raúl son
muy diferentes. A menudo he pensado que Guti tiene más talento que
Raúl, pero la diferencia de rendimiento ha sido abrumadora. Por eso va
a ser diferente este trance final, cuando a ambos les queda un año: a
Raúl se le dice que haga lo que prefiera, a Guti que no cuenta.
Guti ha creído tener ofertas y lleva unas semanas despidiéndose: del
Barça, de este o ese campo, del Bernabéu, de los ultras... Mourinho le
cogió la palabra: "He oído y leído lo que dice Guti, para mí está
fuera", nos dijo. Ahora Guti recuerda que le queda un año "y de
Mourinho no hablo. Mi futuro es un mes de vacaciones en Ibiza". ¿Y
luego? Todo pinta a que acabará pleiteando por quedarse y que Mourinho
se resistirá. O no. Quizá una vez le vea piense que esas pinceladas de
talento aún puedan ser útiles si el genio de Torrejón es capaz de
integrarse en el régimen de trabajo y de disciplina de Mourinho.
A veces pienso que Guti nació para torero. Ahí se aprecia más el
arte con cuentagotas. Un día Curro declaró: "Si toreara bien todas las
tardes no sería un artista, sería un currante". Guti es un artista,
Raúl es un currante, y a cada uno le queremos por lo que es. Los dos
están medio dentro y medio fuera pero quién sabe si a uno de ellos no
le salva la cuota de canteranos. Ya saben: es obligado tener al menos
cuatro. El Madrid tiene a Casillas y Arbeloa, se hace subir a Adán de
tercer portero y queda Granero, que ha pinchado y quizá pueda servir
para alguna operación. Si así fuere, faltaría uno: ¿Raúl o Guti? De
todo se ha visto.
Que ASCO, eso si traigamos españoles y subamos canteranos, que sienten la camiseta (y los Euros) como nadie.
conferencia de prensa, Mourinho se pasó por Valdebebas y allí se
encontró a Raúl recuperándose de su lesión. Todos de vacaciones y él
dándole. Alguien comentó, socarrón, a mi lado: "Pues qué raro que no
estuviera también Guti". Y no, Guti no estaba, claro. Guti y Raúl son
muy diferentes. A menudo he pensado que Guti tiene más talento que
Raúl, pero la diferencia de rendimiento ha sido abrumadora. Por eso va
a ser diferente este trance final, cuando a ambos les queda un año: a
Raúl se le dice que haga lo que prefiera, a Guti que no cuenta.
Guti ha creído tener ofertas y lleva unas semanas despidiéndose: del
Barça, de este o ese campo, del Bernabéu, de los ultras... Mourinho le
cogió la palabra: "He oído y leído lo que dice Guti, para mí está
fuera", nos dijo. Ahora Guti recuerda que le queda un año "y de
Mourinho no hablo. Mi futuro es un mes de vacaciones en Ibiza". ¿Y
luego? Todo pinta a que acabará pleiteando por quedarse y que Mourinho
se resistirá. O no. Quizá una vez le vea piense que esas pinceladas de
talento aún puedan ser útiles si el genio de Torrejón es capaz de
integrarse en el régimen de trabajo y de disciplina de Mourinho.
A veces pienso que Guti nació para torero. Ahí se aprecia más el
arte con cuentagotas. Un día Curro declaró: "Si toreara bien todas las
tardes no sería un artista, sería un currante". Guti es un artista,
Raúl es un currante, y a cada uno le queremos por lo que es. Los dos
están medio dentro y medio fuera pero quién sabe si a uno de ellos no
le salva la cuota de canteranos. Ya saben: es obligado tener al menos
cuatro. El Madrid tiene a Casillas y Arbeloa, se hace subir a Adán de
tercer portero y queda Granero, que ha pinchado y quizá pueda servir
para alguna operación. Si así fuere, faltaría uno: ¿Raúl o Guti? De
todo se ha visto.
Que ASCO, eso si traigamos españoles y subamos canteranos, que sienten la camiseta (y los Euros) como nadie.